El secretario general del PP valenciano, Juanfran Pérez Llorca, ha testificado este viernes que llamó al president de la Generalitat, Carlos Mazón, hacia las 19 horas del día de la dana para preguntarle por la situación de las inundaciones en Utiel, donde ya había varios desaparecidos. Este, sin embargo, le contestó hablando de los problemas que había habido en la comarca de La Ribera por la mañana.

Pérez Llorca, candidato a suceder a Mazón, ha asegurado también ante la jueza de Catarroja que investiga la gestión de la dana que fue una «coincidencia» que hablase de forma sucesiva con la exconsellera Salomé Pradas y con el president aquella tarde.

Según han explicado fuentes judiciales presentes en la declaración como testigo de Pérez Llorca, el también alcalde de Finestrat ha asegurado que se encontraba en la Vila Joiosa, en Alicante aquel 29 de octubre de 2024. Desde allí, llamó a Mazón a las 18:57 horas tras haber visto unas imágenes en una cafetería, cree que de Utiel, y que este le respondió aludiendo a La Ribera. En esa conversación, Mazón no le dijo dónde estaba, ha agregado.

Pradas tenía guardado el número como «JuanFran Mazón»

La jueza ha informado al testigo de que la exconsellera Salomé Pradas aportó un acta notarial con las llamadas que realizó aquella jornada en la que aparece un intento de comunicación con Pérez Llorca a las 18:57 horas, una llamada posterior exitosa de 14 segundos y una tercera en sentido inverso, es decir, realizada por Pérez Llorca a Pradas, de 9 segundos.

A juicio de la instructora, Pradas intentaba ponerse en contacto con Mazón y, al no lograrlo, llamaba a personas cercanas, como Francisco González -director general de Comunicación-, José Manuel Cuenca -secretario autonómico del Gabinete del President-, o el propio Llorca, cuyo nombre estaba guardado en el móvil de Pradas como «JuanFran Mazón».

Pérez Llorca ha negado esta tesis, ha asegurado que Pradas no le dijo que tuviese problemas para hablar con Mazón ni le pidió que lo hiciese por ella. Según ha señalado el secretario general del PP valenciano, este cruce de llamadas fue una «coincidencia».

El candidato a la Presidencia de la Generalitat ha accedido al juzgado de Catarroja directamente desde el aparcamiento, un asunto sobre el que el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha indicado que no se ha cursado petición alguna, ni por tanto tampoco se ha emitido autorización para ello.

El dueño del Ventorro declara que Mazón salió antes de las 19.00

El dueño del restaurante El Ventorro de Valencia, donde el president de la Generalitat, Carlos Mazón, comió con una periodista el día de la dana, ha asegurado este viernes en su declaración ante la jueza que Mazón llegó al local entre las 14.15 y las 14.30 horas y que ambos salieron entre las 18.30 y las 19 horas, cuando ya no quedaban clientes.

Según han informado fuentes presentes en la declaración, que realiza en calidad de testigo, el hostelero valenciano ha explicado que el president llegó solo y sin escolta y que comió con Maribel Vilaplana en un reservado ubicado en la primera planta, que no está completamente cerrado.

Ha asegurado que recuerda la hora a la que ambos salieron del local aquel 29 de octubre de 2024 -nunca después de las 19 horas- porque sus trabajadores dejaron el restaurante aproximadamente a las 18:10 y él se puso a repasar facturas. La comida, un año en el centro del debate público

El testigo ha explicado que conoce a Carlos Mazón pero no guarda amistad ni enemistad con él, y que simplemente es cliente de su restaurante. El primero que llegó a El Ventorro fue el jefe del Consell y más tarde, sobre las 14.50 o las 15 horas, se acercó Vilaplana y se le acompañó hasta el reservado. Una vez juntos, el hostelero ha explicado que subió él personalmente para tomar nota de lo que iban a comer.

«Nunca» vio preocupado a Mazón

El hostelero ha sido citado en este procedimiento puesto que, según se desprende de una resolución de la jueza, fue la única persona que entraba y salía de la sala donde comían Mazón y la periodista y por si pudo haber escuchado alguna llamada del president con Pradas.

El dueño del restaurante ha explicado que durante la comida subió siete u ocho veces al reservado y no vio a Mazón hablando por teléfono ni recuerda si tenía el móvil encima de la mesa.El restaurador ha manifestado, además, que durante la comida «nunca» vio preocupado al jefe del Consell.

En un momento determinado, el restaurador ha indicado que llamaron de la Generalitat porque Mazón tenía que firmar unos papeles, con lo que acudió «un señor» allí con un sobre, se lo dio al president y regresó a los cinco minutos para recogerlos. El testigo no estuvo presente mientras los leía y los firmaba, ha dicho.

Ha señalado que la última vez que subió al reservado sería sobre las 17 horas, cuando cree que acabaron ambos de comer. Preguntado por el hecho de que Pradas intentara llamar a Mazón a las 16.29 horas, el testigo ha manifestado que la compañía Movistar no tiene problemas en su local, pero otras como Orange o Vodafone pueden dar problemas.

Ni televisión ni radio en el local

El restaurador también ha explicado que su local no cuenta con televisión ni con radio, y ha comentado que él no estuvo al corriente de las noticias de ese día. Solo sabía que iba a llover y, de hecho, su hijo pequeño no fue al colegio. En una ocasión le llamaron para avisarle de que «alguien tenía el agua en los tobillos», pero esto fue después de que los clientes se fueran del local.

Así, ese mediodía no le llegó ni a él ni a sus empleados ningún vídeo de lo que estaba pasando. «La llamada del agua en los tobillos fue a las 20 o 20.15 horas, de un empleado», ha manifestado. COMIDA FACTURADA AL PP

En relación con el pago de la comida, el testigo ha manifestado que él emitió una factura al día siguiente al PP, tal y como le indicaron. Cuando Mazón y Vilaplana decidieron irse del restaurante, el testigo les acompañó hasta la puerta y ambos se fueron solos, ha descrito.

El testigo también ha manifestado que cree que Vilaplana había ido alguna otra ocasión al restaurante, «de forma muy esporádica», pero no recuerda que fuera con Mazón. Tampoco se acuerda de que la periodista llevase ese día un ordenador portátil. Sobre Mazón, sí ha comentado que había ido más veces al local, incluso antes de ser presidente.

Interpelado, además, por cómo iba vestido Mazón ese día, el testigo ha expuesto que con chaqueta oscura y una mochila pequeña. Y, de hecho, ha indicado que salió así del local.

Una comida en el centro del debate

La comida de Mazón en aquellas horas críticas ha protagonizado titulares y discursos durante todo este año. También, desde la declaración de Maribel Vilaplana en el juzgado el pasado 3 de noviembre, ha centrado parte de la investigación judicial por la gestión de la tragedia que instruye la magistrada de Catarroja Nuria Ruiz.

A las 13.45 horas del 29 de octubre, el presidente valenciano se reunió con los agentes sociales en el Palau de la Generalitat. Fue su última aparición pública. No fue hasta el 5 de noviembre cuando Mazón admitió por primera vez que mantuvo una comida «privada» en El Ventorro. Después afirmó que se tataba de un almuerzo «de trabajo» y más tarde, según pudo saber RTVE, se conoció que había comido con la expresentadora de Canal 9 para ofrecerle presidir la televisión autonómica valenciana À Punt.

A las 14.00 ya se estaba inundando Utiel, por lo que se convocó el Cecopi a las 17.00. La exconsellera Salomé Pradas -investigada en la causa-, llamó a Mazón a las 17.37, mientras seguía en El Ventorro, para informarle de la emergencia y las inundaciones en esta localidad. El president continuó en el restaurante a pesar de ello.

Según ha explicado él en las dos comisiones de investigación en las que ha comparecido y Vilaplana en el juzgado, Mazón estuvo realizando y respondiendo llamadas durante las cuatro horas de comida. Tal y como ha trascendido en las últimas semanas, al terminar el encuentro el president acompañó a la comunicadora al parking donde esta tenía estacionado su vehículo hacia las 18:45 y siguieron hablando. En aquel momento Mazón «no daba sensación de tener prisa», afirmó ella en sede judicial.