La victoria ante el Zalgiris Kaunas, glorioso tiroteo que dejó un 100-99 en el marcador del Movistar Arena, supuso un importante subidón de confianza para el Real Madrid, que venía de dos derrotas consecutivas en la Euroliga, ante Panathinaikos y Valencia. El … triunfo ante los bálticos, por lo tanto, dejó varias noticias muy positivas, como el extraordinario estado de forma de Maledon (25 puntos), la importancia que está ganando Lyles en la rotación merengue o la capacidad renovada de Tavares para bloquear tiros rivales a diestro y siniestro. Sin embargo, hubo un aspecto del juego de sus pupilos que tiene algo preocupado a Scariolo: el tiro de tres puntos.
«Es rarísimo meter cien puntos habiendo anotado solo dos triples», aseguró el técnico italiano en una entrevista postpartido con Movistar Plus. «Pero bueno, esta es nuestra situación. Buscamos mucho el juego interior y acabamos muy bien las penetraciones, pero cuando colapsamos hay que sacar el balón y anotar algún tiro», replicó el entrenador mientras escudriñaba la hoja de estadísticas. Ante el Zalgiris fueron dos aciertos en nueve intentos (cero de cuatro en la primera parte), pero esto no es un caso aislado, pues tanto en la competición continental como en la ACB, el hacer del Madrid ha sido muy flojo.
En Euroliga, su porcentaje es de un 33%, el quinto peor de la tabla (su posición podría empeorar cuando hoy jueguen Olympiacos y Baskonia, ambos con un encuentro menos), mientras que en la liga doméstica, la cifra desciende hasta el 29,3%, un promedio solo empeorado por el Girona (28,7), el Zaragoza (28) y el San Pablo Burgos (27,8). Ante la Virtus (tres de 23) y el Estrella Roja (cinco de 27) se produjeron las mayores sangrías en este apartado.
Sin ir más lejos, los dos aciertos ante los de Kaunas, uno de Abalde y otro de Lyles, supusieron la peor cifra de los blancos desde el triple en los últimos 25 años. Como recoge ‘Marca’, hay que remontarse hasta el 16 de noviembre del 2000 para ver un dato semejante: en un duelo contra el Olimpia de Ljubljana, sumaron tres en nueve intentos. Un mes antes, ante el Olympiacos, el registro se quedó en uno de siete, el peor de la historia del conjunto en la Euroliga. Hay que tener en cuenta que, en aquella época, el tiro de tres era una herramienta secundaria, algo a lo que se recurría cuando todo lo demás fallaba. Pero en la actualidad, sin embargo, es una parte esencial del juego, de ahí la preocupación creciente de Scariolo.
«Si uno es un profesional, si uno respeta la camiseta, si uno respeta a su equipo y a sus compañeros, nunca se desenchufa. Puede jugar mejor o peor, puede tener más acierto o no, puede tener un bajón de forma o no, pero el riesgo de desenchufarse…», regañó el italiano a sus jugadores pese a la victoria. El sábado, ante el Granada, sus chicos tendrán una nueva oportunidad para reavivar sus espíritus de francotiradores.