Viernes, 21 de noviembre 2025, 14:00
| Actualizado 15:38h.
Mendizorroza se enfrenta a una posible clausura. La Comisión Estatal contra la Violencia en el Deporte ha popuesto el cierre durante un mes del estadio del Alavés por «el apoyo del club a aficionados radicales». En su informe señala nuevamente a los «murales, grafitis y pegatinas de promoción del grupo ultra Iraultza». Si bien hasta la fecha había planteado multas económicas (60.001 euros en esta ocasión), ahora endurece su postura y pide el cierre del estadio durante un mes. Cabe recordar, eso sí, que la mayor parte de las propuestas no llega a ejecutarse.
La Comisión Antiviolencia argumenta que recabó informes de seguridad y, en su reunión del pasado 28 de octubre, propuso una multa de 40.000 euros por la exhibición de estos dibujos. Sin embargo, explica más adelante, los murales no fueron retirados. Sobre ellos se colocaron unos folios de color rojo formando un aspa y unos carteles con la leyenda: «Censurado por el coordinador de la Ertzaintza». La Comisión considera que las medidas adoptadas no tapan los murales. De manera que adopta una postura más dura y, por primera, pone sobre la mesa la clausura del estadio.
Uno de los episodios más recientes en el que la Comisión Antiviolencia adoptó una postura similar tuvo como escenario el campo del Atlético de Madrid. El órgano propuso en octubre del año pasado la clausura total del estadio durante dos semanas por los «graves incidentes» ocurridos en el derbi contra el Real Madrid. Durante el partido, desde la grada en la que se ubica el Frente Atlético se lanzaron mecheros al portero del conjunto blanco, Thibaut Courtois, se realizaron reiterados gestos amenazantes, se profirieron insultos graves y se lanzaron escupitajos. El club colchonero recurrió ante el Comité de Apelación, quien redujo el castigo a un partido. El club consideraba injusta la sanción inicial al considerar que perjudicaba «a una mayoría que no participó».
Hasta la fecha, la Comisión Antiviolencia había propuesto al Alavés sanciones económicas que no llegaron a materializarse. De hecho, el año pasado el club ya recibió varias propuestas de multa por este motivo. Aunque el origen se remonta a hace una década. El Alavés acumula desde la temporada 2015-16 una treintena de propuestas de sanción por hechos contrarios a la Ley 19/2007, la mayoría vinculadas al «apoyo y promoción de este grupo». El colectivo se encuentra desde 2022 en un amplio listado de grupos considerados «radicales y violentos». Misma relación en la que figuran otros como Indar Gorri (Osasuna) o Herri Norte (Athletic).
El Alavés ya explicó que trabaja por impedir futuras sanciones. Es decir, retirar toda la simbología presente dentro de los muros del estadio. Algo en cualquier caso complejo dado que en cada partido cualquier aficionado puede, por ejemplo, colocar una pegatina que haga referencia a Iraultza 1921 en la grada. Pero el club también advirtió sobre una derivada dependiente del convenio de uso suscrito entre el Alavés y el Ayuntamiento de Vitoria y que fue extendido hasta 2029.
Según apuntaron desde la entidad, cualquier actuación que se deba realizar en el exterior del campo compete a su propietario, el Consistorio. Ese es el caso de los murales sobre los que ha posado sus miradas Antiviolencia. Sin embargo, el hecho de que cuenten con la firma de Iraultza 1921 -miembros del grupo colaboraron con otros colectivos en su elaboración- ha sido otra vez el motivo para que Antiviolencia las censure.
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