La peor semana de la bolsa desde el cataclismo del pasado abril evidencia que algo no carbura en los mercados. En una semana en la que los inversores aguardaban eventos clave para medir la racionalidad de sus recientes temores, ni siquiera las señales aparentemente positivas han sido capaces de calmar el nerviosismo.

Así, las bolsas internacionales han firmado una semana de fuertes caídas, prolongando un retroceso que se ha llevado ya por delante todas las ganancias acumuladas desde mediados del pasado septiembre. Los números que lucen en el año los grandes índices mundiales siguen siendo muy positivos, pero la merma de las últimas semanas les resta brillo.

Con las tecnológicas como principal fuente de tensión, las caídas han sido contundentes tanto en Wall Street como en Europa (sin olvidarnos de Asia) y ni siquiera el Ibex ha logrado en esta ocasión sacar un as de la manga para protegerse de la tormenta.

El índice español cierra la semana con un declive del 3,2%, su segundo peor registro en 15 meses, un traspié que se lleva por delante el nivel de los 16.000 puntos y aleja las posibilidades de hacer de este año uno de los dos mejores en la historia del selectivo de la bolsa nacional.

1. Lo que Nvidia cuenta… y lo que no

La gran cita de esta semana estaba fijada en la noche del miércoles, al cierre de la sesión en Wall Street, cuando Nvidia tenía previsto presentar sus resultados trimestrales, un evento del que los inversores esperaban extraer pistas sobre la salud de la industria de la inteligencia artificial, que tantos recelos ha venido generando recientemente.

Y frente a cualquier sensación de crisis, el gigante de los chips se presentó con un nuevo conjunto de resultados récord (la compañía generó en un solo trimestre beneficios cercanos a los 32.000 millones de dólares, lo mismo que ganan en todo un año de forma conjunta Santander, BBVA e Inditex) y se mostró con la confianza suficiente para apuntar aún más alto en los trimestres venideros. «Se ha hablado mucho de una burbuja de la IA. Desde nuestro punto de vista, vemos algo muy diferente», indicó su consejero delegado, Jensen Huang.

Foto: nvidia-gana-57-006-millones-tercer-trimestre-62-mas

TE PUEDE INTERESAR

Nvidia vuelve a batir estimaciones: dispara un 62% sus ingresos y el mercado lo celebra

Lucía Arechavala

La primera reacción del mercado fue de alivio, conforme las cifras (y, sobre todo, las perspectivas) de Nvidia venían a mostrar que el entusiasmo en torno a la IA sigue muy vivo entre las grandes empresas tecnológicas, que son las grandes responsables de esas millonarias inversiones que vienen engordando en los últimos años las cuentas de Nvidia –que en solo tres años ha multiplicado por 10 sus ingresos trimestrales–. Pero este optimismo inicial se evaporó tan pronto que Nvidia ha acabado firmando (al menos hasta la media sesión del viernes) una semana nefasta, con recortes próximos al 5%, tras encajar el jueves caídas superiores al 3%.

El giro en el sentimiento del mercado no resulta del todo incomprensible. Que los grandes grupos tecnológicos siguen destinando cantidades cuantiosas a la temática de la IA era algo que ya resultaba obvio en sus propias presentaciones y que Nvidia seguiría sacando una tajada principal de este dinero parecía fuera de toda duda. El gran debate que resuena en los mercados en torno a la IA es si esa millonaria apuesta dará los resultados esperados antes de que su convicción decaiga o que las circunstancias les impidan financiarla, y eso es algo que Nvidia no puede responder.

En cambio, las cuentas del gigante de Santa Clara sí dejan algunas señales que pueden alimentar las dudas de los inversores, como es la persistente concentración de sus ingresos (más de un 60% de sus ventas proceden de solo cuatro clientes) y, más importante aún, el importante incremento, del 45%, de las cuentas por cobrar, que reforzaría la sensación de que las empresas de la industria están estirando sus finanzas para mantener en marcha la rueda.

Si existe una burbuja en torno a la IA, probablemente, no está a punto de estallar. Pero tras las cuentas de Nvidia no hay menos razones para sugerir que la haya.

2. Vuelven los datos, siguen las dudas

Con el Gobierno estadounidense ya a pleno rendimiento, tras el fin del cierre más largo de la historia, la normalidad empieza a recobrarse muy poco a poco en los mercados, con la publicación de los primeros datos que habían resultado pospuestos (otros, en cambio, nunca verán la luz), como el informe de empleo del mes de septiembre.

Este, que se conoció el jueves, ofreció, a primera vista, una estampa del mercado laboral estadounidense mucho más sana de lo que se venía asumiendo, con la creación de 119.000 empleos netos, más del doble de lo previsto. Sin embargo, una lectura más sosegada del informe ha llevado a muchos expertos a advertir de que la fortaleza implícita en esas cifras reposa sobre factores estacionales y que, previsiblemente, el dato de octubre (uno de los que no se llegarán a publicar) habría resultado mucho menos alentador.

Todo esto hace poco por resolver la incertidumbre sobre los próximos pasos de la Fed, algo que ni siquiera parecen tener claro los propios miembros del banco central, a tenor de las actas de su última reunión, conocidas el miércoles, que mostraron la división extrema que existe en su seno sobre la conveniencia de bajar o no los tipos de interés cuando se reúnan los próximos 9 y 10 de diciembre.

Foto: nos-vendria-bien-un-buen-largo-mercado-bajista

TE PUEDE INTERESAR

Por qué nos vendría bien a todos un mercado bajista de los de verdad: grande y largo

Spencer Jakab

Con el mercado cada vez más escéptico sobre esta posibilidad, este viernes el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, se expresó convencido de que hay margen para una nueva rebaja de los tipos, debido el debilitamiento del mercado de trabajo, animando nuevamente las expectativas. Sin referencias relevantes en los próximos días que permitan calibrar las opciones de este movimiento, los inversores seguirán pendientes de cualquier nueva declaración para realizar sus apuestas.

Un entorno de incertidumbre que en los últimos días se ha visto agravado por las cuentas de las grandes cadenas de comercio minorista (Walmart, Target, Home Depot), que no dejaron señales muy concluyentes sobre la salud del consumo en EEUU en un momento clave como es la semana previa al Black Friday y la inminente campaña de Navidad.

3. Rotación sin destino claro

Mientras el mercado sigue dando vueltas a las dudas sobre la IA y deshoja la margarita para desgranar los próximos pasos en política monetaria, los inversores han adoptado una actitud de reducción de riesgos que tiene uno de sus principales exponentes en el mercado de criptodivisas y, muy especialmente, en el bitcoin, que acumula recortes superiores al 30% desde inicios de octubre, lo que le ha llevado a sus niveles más bajos desde el pasado abril.

En ese contexto, los inversores han optado, obviamente, por reducir su exposición a la IA, lo que no solo a afectado a grandes compañías tecnológicas sino a muchos de los negocios adyacentes que habían encontrado en esta temática un trampolín. Es el caso, sin ir más lejos, de ACS, que este viernes se hundía casi un 8%, tras haber hecho de la construcción de centros de datos una de sus principales apuestas de crecimiento. Por el contrario, Solaria, que también ha orientado su historia de inversión hacia esa misma temática, ha sido capaz de sortear la incertidumbre y anotarse ganancias semanales del 11%, tras presentar un plan estratégico que le ha permitido sacudirse parte de la desconfianza con la que a menudo la ha mirado el mercado.

Lo cierto es, en cualquier caso, que el cambio de sentimiento que ha experimentado el mercado en las últimas semanas ha dejado a los inversores predispuestos a deshacer posiciones en aquellas inversiones que mayores ganancias han acumulado a lo largo del año, haya motivos fundamentales o no. Así, el sector de defensa vuelve a pagar con caídas contundentes (Renk resta un 22; Hensoldt, un 13,8%; Rheinmetall, un 12%; Indra, casi un 11%; Leonardo y Saab, más del 8,5%…) las noticias sobre un próximo acuerdo de paz en Ucrania, lo que también lastra al petróleo y a las petroleras (Repsol se deja 8% en la semana).

Foto: bolsas-tensiones-temor-sobredosis-resaca

TE PUEDE INTERESAR

Entre la resaca y la sobredosis: ¿por qué tiemblan ahora las bolsas mundiales?

Valor Añadido. Agustín Monzón

No les ha ido mejor a los bancos, cuyo único pecado parece ser haber acumulado importantes alzas anteriormente (amén de las dudas que puedan albergar los inversores sobre el futuro de la economía si se produce un frenazo de la IA), y la semana también deja importantes dudas en la industria de los viajes, especialmente en las firmas de intermediación, siempre expuestas al peligro de que las grandes cadenas encuentren la manera de prescindir de sus servicios.

Es ese uno de los problemas con los que viene lidiando desde hace tiempo eDreams, enfrentada a Ryanair, que viene limitando sus ofertas a través de sus páginas webs. Con este factor como uno de los contratiempos más evidentes para sus perspectivas, la agencia de viaje ha sido una de las grandes protagonistas de la semana, con un descalabro superior al 50% tras ajustar a la baja sus previsiones a corto plazo y a pesar de proyectar un crecimiento relevante en los años posteriores.

Por si acaso este sea un problema más de modelo que de gestión y a pesar de las evidentes diferencias de negocio, Amadeus y HBX (Hotelbeds) salen escaldados en la semana. Y es que, con una mirada cada vez más pesimista, los inversores empiezan a considerar que tal vez la época dorada del turismo global esté dando sus últimos coletazos.

Lo que parece menos obvio a ojos de los inversores es hacia dónde mover el dinero que antes depositaban en este tipo de negocios. Con solo cuatro compañías en verde en la semana en el Ibex y solo cuatro sectores del Stoxx 600 evitando las caídas (ninguno con alzas muy relevantes), los inversores parecen evidenciar serias dudas sobre dónde se encuentran los ganadores del próximo ciclo de inversión.