No debería sorprender, pero lo hace, el hecho de ver a Alexander Zverev representando a su país en la Copa Davis. El alemán, tercero del ranking mundial, lleva prácticamente una década siendo uno de los mejores jugadores del planeta, aunque en los últimos cursos estaba inédito en la copa del mundo de tenis. Sascha, de 28 años, tan solo ha disputado previamente ocho eliminatorias con Alemania, a la que no representaba en la Davis desde febrero de 2023, hace casi tres años. Sentirse poco valorado en su país y, sobre todo, el rechazo al formato nuevo de la competición son los motivos que provocaron la prolongada ausencia de un Zverev que, a pesar de todo, está de vuelta, con una oportunidad de oro para sumar un título que no deja de ser muy grande. El de Hamburgo es la gran amenaza para España, contra la que Alemania disputa este sábado (12:00, M+) las semifinales de la Copa Davis.
“La única razón por la que estoy aquí es por este equipo, porque me lo pidieron”, avisó Alexander en su rueda de prensa previa a debutar en Bolonia. Desde que el nuevo formato llegase a la Davis en 2019, impulsado por Kosmos (la empresa de Gerard Piqué), Sascha tan solo había disputado tres eliminatorias: una en 2019, otra en 2022, y la última en 2023. “Lo he dicho y lo seguiré diciendo, prefiero el antiguo formato. Creo que tenía historia, era muy grande jugar en casa y fuera”, añadió el martes el alemán, que sigue siendo muy contrario a que la fase final, la cual reúne a los ocho mejores equipos, se dispute en una sede neutral.
Insistió en esta idea el jueves, después de vencer en dos sets a Francisco Cerúndolo en lo que era su regreso a la Davis. “Siempre jugaré al cien por cien y apoyaré a mi equipo. Pero es un poco triste que este tipo de partidos, como el dobles, se jueguen con quizás mil personas en el estadio. Si hubiésemos jugado en Argentina o Alemania, a lo mejor habría 15.000 aficionados. Es un poco triste, pero aquí estoy, haré todo lo posible para que Alemania gane», sostuvo Sascha, no muy feliz por tener que jugar en la Fiera di Bologna. Sus críticas eran fundadas, porque la eliminatoria que su país se llevó frente a Argentina finalizó a la 1 de la madrugada, tras un eterno y épico encuentro de dobles, que apenas congregó a un millar de personas en la grada, ya que las horas no acompañaban.
En el norte de Italia, Zverev es, sin duda alguna, el gran nombre de la Final a 8, y probablemente con el que menos se contaba. Previamente, renunciaron a la disputa del torneo, por diversos motivos, Carlos Alcaraz, Jannik Sinner y Lorenzo Musetti, por lo que el alemán es el único miembro del top-10 en Bolonia. Yendo más allá, con Chequia ya eliminada, Sascha es el único jugador del top-20 del ranking mundial que sigue en pie en las semifinales de una Copa Davis con la que Zverev anda muy desencantado, pero, ya que está aquí, hará todo lo posible por ganar. Si nada extraño sucede, se medirá este sábado en el segundo punto de la eliminatoria con Jaume Munar, 36º mundial y número uno español, con el que el balance es de 1-1.
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