La ilusión de ver de nuevo a la serpiente multicolor rodando por las islas tendrá que esperar. Lo que durante meses había sonado como una oportunidad histórica —el regreso de LaVuelta a Canarias casi cuatro décadas después de su última visita, en 1988— se ha desvanecido entre condicionantes logísticos, tensiones políticas y un clima social que encendió todas las alarmas tras la última edición. El proyecto se aplaza y el final de la edición 2026 apunta ya con fuerza a Granada.

La noticia cayó con especial tristeza en el archipiélago, donde la carrera siempre ha sido recibida con un entusiasmo contagioso. Antonio Morales, presidente del Cabildo de Gran Canaria, lo admitió con amabilidad y claridad en los micrófonos de Radio MARCA con Vicente Ortega y José Rodríguez: “Es una pena… pero hoy por hoy es muy difícil que LaVuelta llegue a Canarias”. No existe un anuncio formal, insiste, pero todos los indicios apuntan en la misma dirección.

Un escenario muy complejo

El retorno de la carrera requería encajar cuatro etapas en una sola isla, algo prácticamente imposible por pura logística. Mover a la caravana —no solo el pelotón, sino cientos de vehículos, helicópteros, equipos de producción y servicios asociados— dentro de un territorio fragmentado por mar exigía un despliegue técnico y económico de enorme magnitud. Esa primera frontera ya era complicada, pero no fue la única.

Morales explicó que el Cabildo manejaba dos líneas rojas desde el principio, coherentes con otros grandes eventos organizados en la isla: la defensa de los valores que desean proyectar al mundo a través del deporte y la estabilidad social durante la celebración. 

Las protestas propalestinas contra la presencia del equipo israelí marcaron buena parte de la ronda 2025. Cortes de carretera, imágenes de tensión y un clima de confrontación que se viralizó internacionalmente. Para una región que vive de la imagen, del turismo y del concepto de destino pacífico y diverso, revisar el compromiso era obligado según explicaba el político en la radio del deporte.

“No se puede usar el deporte para blanquear el genocidio que se está produciendo en Gaza”, afirmó el presidente insular, subrayando que un evento de esta magnitud debe contribuir a proyectar valores de convivencia, encuentro y serenidad. La posibilidad de repetir escenas de conflicto, aunque fuesen ajenas a la organización local, se convirtió en un obstáculo difícil de salvar.

El papel del equipo Israel y un cambio insuficiente

Aunque el actual Israel-Premier Tech se transformará en 2026 (como avanzó MARCA pasará a llamarse NSN Cycling Team con licencia suiza y base española), para el Cabildo el fondo no varía. “Es un equipo israelí propiedad de un señor israelí que presume de su relación con Netanyahu”, explicó Morales. Para la institución canaria, el cambio administrativo no modificaba la raíz del problema ni las implicaciones políticas y sociales asociadas.

Tampoco ayudó que, según recordó el presidente, parte de la polémica generada en la última edición obligara incluso a uno de los patrocinadores del equipo a replantearse su continuidad. El ruido internacional fue demasiado fuerte como para ignorarlo.

Relaciones impecables… y la puerta entreabierta

Pese a las dificultades, el Cabildo insiste en que el trato con Unipublic ha sido “exquisito” y que no existía ningún contrato económico cerrado, solo un acuerdo de intenciones para seguir avanzando. Las relaciones, asegura Morales, siguen siendo buenas y la posibilidad de albergar LaVuelta en el futuro no está descartada.

“Queríamos que viniera la carrera. Lo intentamos. Pero las circunstancias geopolíticas cambian y obligan a ser prudentes”, comentó. Gran Canaria, recuerda, ha demostrado en estos dos últimos años que puede atraer grandes eventos deportivos de escala mundial. Y quiere seguir haciéndolo.

Un final alternativo: granada toma el relevo

Mientras tanto, la organización ya ultima el diseño de la edición 2026, que se presentará el 17 de diciembre. La salida será en Mónaco y todo apunta a que el broche final se pondrá en Granada (MARCA adelantó que no sería ni en Madrid, ni en Canarias y que sí sería en Andalucía), un desenlace que empieza a asumirse como definitivo dado que tampoco Madrid será una opción viable, al coincidir en fechas con el Gran Premio de Fórmula 1.

LaVuelta, de nuevo, se encuentra ante una encrucijada de calendario, política y logística. Canarias, por ahora, se baja de la carrera antes incluso de que el pelotón tome la salida. Pero no cierra la puerta: la isla quiere ciclismo, quiere escenarios icónicos y quiere volver a ser parte del gran mapa del deporte.