Al acabar la dictadura, en ABC imaginábamos cómo sería la vida de una «hermosa criatura» recién nacida. «Tendrá 25 años en el 2000, que pueden ser aterradores o la esperanza de un nuevo capítulo». En el torrente de dudas, el redactor advertía que «Dios dejó … ciegos los ojos del hombre para ver el futuro, por eso el porvenir es una caja de sorpresas». Y tanto.
Aquella era una España sin Constitución, sin autonomías; en la que había más población analfabeta (10%) que con estudios superiores (3,7%) y en la que la mayoría de edad se alcanzaba a los 21.
Un país aún fuera de la OTAN y en el que existía la pena de muerte; sin divorcio, que castigaba el adulterio; que no reconocía el derecho de la mujer a gestionar sus bienes y que consideraba a los homosexuales un «peligro social». Una sociedad, en definitiva, dividida, en la que algunos se resistían al cambio y la mayoría esperaba esas «sorpresas del porvenir».
Han pasado 50 años y así han cambiado España y los españoles. Tanto, que no lo creerás…

El español medio
Vivíamos menos, éramos más bajitos y muchos seguíamos en el pueblo. Apenas había inmigrantes
La España que huyó del pueblo

En aquella España de mediados de los 70 se premiaba la natalidad. En la imagen, el matrimonio Cuandas Martín recibió un galardón en Barcelona por tener 15 hijos.

Hoy en día, la natalidad está bajo mínimos. El número de perros -9 millones- supera al de niños de menos de 14 años -6 millones-. Jesús Hellín
«A este país no lo va a reconocer ni la madre que lo parió», advirtió Alfonso Guerra. Más allá del eslogan oportunista, así ha sido. Aquellos 35 millones de españoles —1,69 cm de estatura media— son ahora casi cincuenta y lucen un palmito promedio de 1,76 cm. El país que hizo la Transición estaba repleto de treinteañeros; el de ahora, lo está de cuarentones, a juzgar por la edad media, que ha pasado de 33 a 46.
Nuestros mayores viven unos 11 años más. Entonces, superar los 70 años era toda una proeza, porque la esperanza de vida era de 73 frente a los 84 años de media actuales.
Si miramos al futuro, el Instituto Nacional de Estadística (INE) prevé que, de aquí a 2050, pasemos de 11.000 a 109.000 centenarios. Lo llaman la ‘cuarta edad’, aunque no sepamos cómo vamos a pagar las pensiones.
Para ver qué ha ocurrido con la natalidad, solo hay que mirar la evolución de la pirámide poblacional. Ni siquiera en posguerra, cuando aún arrastrábamos el medio millón de muertos, la mayoría varones, vivimos una época con menos bebés. De los 670.000 que soltaron el primer llanto allá por el 75 hemos pasado a menos de la mitad; de 2,77 a 1,1 niños por mujer. Esto en el global de España, si quieres ver cómo ha ido la cosa en tu provincia, solo tienes que consultar el gráfico que sigue.
Muchos de esos niños de la Transición nacieron ya en la ciudad. Al parecer, el pueblo tampoco era para Paco Martínez Soria, y la gente rural fue menguando y vaciando España en busca de mejores perspectivas.
La vaciada España rural
1975
0%
Uno de cada tres españoles vivía en pueblos.
2025
0%
El último dato disponible constata la caída de la población rural.
La población inmigrante (0,4%) era aún anecdótica; los turistas eran casi los únicos extranjeros con los que nos relacionábamos. La llegada masiva vendría con el nuevo siglo y un crecimiento que solo se ha frenado con la crisis de 2008 y la pandemia. En la actualidad, en España viven casi diez millones de inmigrantes: marroquíes, rumanos, colombianos o venezolanos encabezan las nacionalidades.
La inmigración, casi el 20% de la población actual, se ha incorporado desde hace varios años al debate político y es, según el CIS, el segundo asunto que más preocupa a los españoles, por delante de la corrupción y el empleo.

Agentes femeninas de la Policía Local de Madrid participan por primera vez en un desfile en moto en 1973. Teodoro Naranjo Domínguez
Sara García (León, 1989), primera mujer española en formarse para ser astronauta. Eduardo de San Bernardo
Otro de los grandes contrastes es el avance de la mujer hacia una igualdad real. En 1975 se suprimió la licencia marital, que dio a las casadas capacidad jurídica plena y poder gestionar sus bienes. La norma procedía del Código Civil de 1889. ¡Un siglo! Su artículo 60 establecía que «el marido es el representante de su mujer y esta no puede comparecer en juicio sin su licencia». La ley llegó a tales extremos que una sevillana maltratada tuvo que pedir permiso a su marido para retirar la querella por golpearla.
En el 78 despenalizamos el adulterio y el amancebamiento, que podía acarrear hasta seis años de cárcel. En 1989, por fin, el acoso sexual y la violación en el matrimonio fueron delito, pero hasta 2007 no se estableció por ley la igualdad de mujeres y hombres en los ámbitos político, laboral y educativo.
Hoy, ellas representan el 47% de la población ocupada y son mayoría en la Universidad (56%).
Las canciones de nuestras vidas
Pincha en las carátulas para descubrir los éxitos de cada año

La familia
Por la Iglesia y sin niños fuera del matrimonio: no quedaba otra que casarse para siempre porque no había divorcio
Hasta que el divorcio nos separe
A mediados de los 70 llegó el destape, pero el 99% de los matrimonios eran aún como Dios manda, es decir, por la Iglesia. Con el paso de los años, los ‘sí quiero’ se fueron haciendo cada vez más laicos y hoy solo un 17% se pronuncian delante de un cura.

En 1975, se celebraron 271.000 matrimonios; ellas se casaban a los 24 años de media y ellos, a los 27. En 2023, último dato disponible, hubo 170.000 bodas, y la edad media fue de 36 años (ellas) y de 39 (ellos). En la imagen, una de las bodas más populares de esos años, la de la cantante Salomé.

En 2005 se aprobó el matrimonio entre personas del mismo sexo en España; hoy representa un 4% del total de enlaces. En la foto, Carlos Baturín y Emilio Menéndez, primera pareja gay en casarse tras la entrada en vigor. Javier Prieto
El divorcio no se legalizó hasta 1981. Como decía un niño en una viñeta de Mingote: «Los comunistas se disgregan, los centristas se dividen, las regiones se emancipan… No puedo reprocharles a mis padres que se divorcien». Y así fue: en 1982 se registraron 21.464 divorcios y el año pasado, 86.595.
Niños nacidos fuera del matrimonio
1975
0%
Ser madre soltera generaba un rechazo social que arrastraba tanto la mujer como su hijo.
2023*
0%
La mitad de los nuevos españoles nacen fuera del matrimonio, bien de madres solteras o de parejas no casadas.
* Último dato disponible
En esta España de menos bodas y menos niños, el tamaño de los hogares también ha encogido: donde había casi cuatro personas a la mesa ahora son dos y media. También hay más perros que menores de 14 años, de hecho, cada niño toca a perro y medio. No extraña, por tanto, que se abran tiendas para mascotas y la industria juguetera no pase por su mejor momento.
1975

Aquellos niños, hoy cincuentones, jugaban con muñecos especialmente realistas. Algunos son míticos, como la Nancy, los Madelman o el Cinexin.
2025

Pikachus, Furbys o Superzings entretienen a los niños actuales, más propensos a lo fantástico, aunque los reemplazan a corta edad por tablets o consolas.
Mientras tanto, hay una España creciente que vive en soledad, deseada o no. En los 70, los hogares unipersonales eran unos 700.000; hoy hay más de cinco millones, y se prevé que lleguemos 7,7 en 2039.
Las películas de nuestras vidas
Pincha en las carátulas para descubrir los éxitos cinematográficos de cada año

La economía
El turismo trajo riqueza y lo trastocó todo. La agricultura y la industria perdieron ante un sector servicios invencible
El turismo que nos cambió

En los 70, la agricultura y la ganadería seguían siendo sectores de peso. En la imagen, estudiantes de la escuela de instructores rurales de Aranjuez. Manuel Sanz Ropero

Con el desarrollo económico, hay una demanda de perfiles laborales para nuevas actividades productivas como, por ejemplo, las energías renovables o la gastronomía, entre otras.
En sus ‘Campos de Castilla’, Antonio Machado loaba la tierra, pero también censuraba sus sinsabores: «La tierra no revive, el campo sueña». Y así andaban a mediados de los 70 muchos agricultores españoles, soñando cómo colgar la azada y reinventarse lejos del pueblo. Aún entonces, un 20% de la población vivía del campo; hoy apenas es un 2,2%. Entre medio, se perdieron industrias, se cambió el mono azul por el cuello blanco, y el sector servicios invadió el mercado laboral.
A mediados de los 70, nadie dudaba de que el turismo era un gran invento y, además, rentable. A las suecas se le fueron sumando con los años otras nacionalides: franceses, alemanes, portugueses… En aquel año de la muerte de Franco, visitaron España 30 millones de personas. La punta de un inmenso iceberg: hoy son 94 millones.
Y en ese dinamismo económico, el PIB per cápita —ese índice que dice a cuánto tocamos de Producto Interior Bruto por cabeza— no ha dejado de crecer: de 166.206 pesetas (14.628 euros actuales) a 32.333.

Billete de máximo valor en circulación a mediados de los 70: el de mil pesetas (6 euros).

Billete de 500 euros, el de máximo valor hoy en día, aunque sea casi imposible verlo en circulación. Rubén Francés
«Se tiene que mover el dinero / Se tiene que mover porque es bueno / Si ganas 16, ahorras 4 / Lo otro lo mejor es gastarlo». Lo cantaba el Fary y media España hace un par de décadas. El dinero no ha dejado de moverse, pero diferente. Si en 1975, el billete de mil pesetas era el de mayor valor en circulación; hoy cuesta encontrar el de 500 euros, también conocido como ‘binladen’ (por los ‘boomers’) o ‘chistorra’ (por el entorno de Koldo). En los tiempos que corren, el metálico va a menos mientras tiramos de tarjeta —tocamos a dos por cabeza— y enviamos la friolera de tres millones de bizum al día.
Si alguien dijo dinero, allí aparece la Agencia Tributaria. Aunque no fue hasta 1978, con Adolfo Suárez como presidente, cuando nació el IRPF que conocemos y se acuñó el lema ‘Hacienda somos todos’.
La presión fiscal media
1975
0%
2023*
0%
* Último dato disponible

Los transportes
El mayor aeropuerto era el de Palma y volar era para ricos. Conducíamos un Simca 1.200 sin cinturones detrás
La odisea de cruzar España
Aunque cueste creerlo, el Rey Don Juan Carlos apagó oficialmente la última locomotora a vapor de Renfe en 1975, solo 17 años antes de la llegada del primer AVE a Sevilla. La primera iba a un máximo de 100 km/h y la segunda, a 300 km/h. Un tren de Madrid a Barcelona tardaba entre 8 y 12 horas. Ahora te pones en menos de tres horas, si no hay imprevistos.

Junio de 1975. El Príncipe Juan Carlos apaga la caldera de la última máquina de vapor en España. Manuel Sanz Bermejo

El Rey Felipe VI, durante la inauguración del AVE Madrid-Murcia en 2022. EFE
En la España de la Transición, coger un avión era sobre todo cosa de turistas y, durante muchos años, volar siguió siendo un lujo. Habría que pasar de siglo para que los vuelos se democratizaran con la llegada de las ‘low cost’… aunque las piernas apenas cupieran en el asiento.
Pasajeros en avión
1975
0 millones
A mediados de los 70, impulsado por el turismo alemán, el de Palma de Mallorca era el aeropuerto más transitado.
2025
0 millones
El principal aeropuerto es el de Madrid, seguido de los de Barcelona, Palma y Málaga.
A pie de asfalto, circulaban ya 7 millones de coches allá por 1975, y lo hacían por unas carreteras desastrosas; aún faltaba para que la actual red de autovías y autopistas fuera realidad.
Justo ese año, el cinturón pasó a ser obligatorio, pero solo en los asientos delanteros. La medida pretendía atajar el negro balance de muertos en carretera, que ese año fue de 4.487 personas frente a las 1.154 de 2024, con 34 millones de coches en circulación.
Los españoles pilotábamos seats, citroëns, renaults y el mítico Simca 1.200, que ABC eligió como coche del año.
1975

Este coche familiar gozaba de gran popularidad por su capacidad interior y por disponer de tracción delantera. Salía por unas 151.700 pesetas (13.182 en euros de hoy)
2025

El Renault 5 fue el primer coche del año elegido por ABC en 1973. Medio siglo después, su versión eléctrica volvió a llevarse el galardón. Cuesta 23.700 euros.

La vivienda
Era más fácil comprar un piso pese a pagar un 18% de interés. Eso sí, no todos tenían lavadora o frigorífico
Comprar un piso era un dolor de cabeza, pero menos

En España se construyeron 373.000 viviendas en 1975, más de la mitad eran de protección oficial. En la imagen, grúas en la Ciudad del Aire de Alcalá de Henares. EFE

Menos pisos construidos y precios más caros han expulsado a los jóvenes de los centros de las ciudades. Es el caso de Pablo y Marta, que viven con sus tres hijos en El Cañaveral, en Madrid. Tania Siera
Ya nos lo advertía Mingote hace veinte años en otra de sus viñetas. Aparecía un matrimonio recién mudado a una tubería que le explica a un vecino: «Los pisos cada día son más pequeños y caros, pero afortunadamente, gracias al progreso tecnológico y a la prosperidad general, las tuberías son cada vez más amplias».
El mercado inmobiliario ha dado varios vuelcos en estos 50 años. Hasta bien entrados los 80, se construía más VPO que vivienda libre. Lo que pasó después es historia del auge y caída de un modelo económico: la vivienda pasó a ser un bien muy rentable, y llegó la especulación y el boom de la construcción, y ya no interesó construir VPO. Y entonces vino la burbuja, la crisis y se dejó de edificar.
La escasez disparó el precio hasta convertir la vivienda en la principal preocupación hoy de los españoles, según el CIS.
En 1975, los pisos eran más baratos: uno de 75 metros rondaba las 930.000 pesetas (80.887 en euros actuales), y se amortizaba con letras y a un tipo de interés que podía alcanzar un asombroso 18%. A pesar de ello, pagarlo suponía el sueldo íntegro de 6,1 años. Hoy se necesita el de casi ocho, aunque en zonas como Madrid (9 años) o Baleares (20 años) el esquema se rompe… a peor.
Aquel piso modesto cuesta en la actualidad 190.000 euros de media; pero depende mucho de dónde vivas. En Madrid, Valencia, Barcelona o Málaga es fácil multiplicar ese precio por tres o por cuatro.
Una vez entrados a vivir, cada cual decoraba la casa como gustaba, aunque predominaban los sofás rojos o verdes de ‘escay’, los azulejos con grecas en la cocina, y las ‘teles ‘con culo’ y gitana flamenca en lo alto, donde solo se veían los dos canales públicos: la primera cadena y la segunda (o UHF).
Por cierto, nos pirraba ‘Heidi’, ‘El gran circo de TVE’ y ‘La casa de la pradera’; y el presentador José María Íñigo se marcó un récord de audiencia con un ilusionista israelí que doblaba cucharas. Lo de Uri Geller es historia de la televisión, con 20 millones de espectadores.
1975

Tener un electrodoméstico era un lujo. De ahí que, por ejemplo, solo un 38% de los hogares disponía de lavadora. Más indispensables parecían el frigorífico (72%) o el televisor (79%). Este último salía por un pico: unas 11.000 pesetas, cuando el sueldo medio era de 8.000.
2025

El avance de la tecnología ha abaratado los electrodomésticos clásicos y ha incorporado nuevos ‘indispensables’: el alisador de pelo, el robot aspirador, la freidora… La teles hoy son muy baratas, salvo que elijamos un modelo superexclusivo.
Solo un 42% de las viviendas tenían teléfono fijo, de aquellos con rueda de marcar. El resto se tenía que ir a hacer cola a la cabina de la calle. Llegaron a existir 65.000, igualitas a la que atrapó a José Luis López Vázquez en la mítica película de Antonio Mercero. En 2023, Telefónica anunció que las dejaba de mantener. Hoy, el 99% de los hogares españoles tienen al menos un móvil.

Los deportes
La Liga era del Real Madrid o del Barça y Pirri o Juanito eran los mejor pagados, aunque lejos de Messi
Ese orgullo creciente de cantar el ‘LO LO LO’
En 1975, todo el país marcó en rojo el día en que dos españoles, Jerónimo López y Gerardo Blázquez, conquistaron por primera vez la cima de una montaña de un 8.000. No imaginábamos que después vendrían otros que harían gestas similares, como Juanito Oyarzabal o Edurne Pasaban, primera mujer española en lograrlo.
La autoestima deportiva la teníamos entonces justita; pero el tiempo nos ha dado chutes de orgullo patrio. España aún no había conocido a Naranjito, y tampoco lucía la estrella de campeón del mundo que lleva bordada en el pecho desde 2010. Todavía se lamía las heridas de la eliminación del Mundial de Alemania de 1974 y las estrellas de la Liga eran Pirri, Juanito o Santillana. Sus salarios rozaban los 20 millones de pesetas. O lo que es lo mismo, casi un millón de euros. Anecdótico, se dice pronto, al lado de los casi 17 que Lamine Yamal se embolsa por temporada.
1975

En la España que se asomaba a la Transición, el deporte patrio casi empezaba a andar. Manuel Orantes conquistó un US Open y Ángel Nieto hizo historia en el motociclismo con sus 12+1 campeonatos.
2025

Profesionalización, modernización de infraestructuras y métodos, eclosión femenina e influencia de la inmigración han sido factores determinantes para que España sea hoy un referente mundial.
La Champions, todavía Copa de Europa en el 75, era territorio del Real Madrid —las cosas que ni el tiempo cambia— y la competición nacional, la misma historia; aunque apenas tenía estrellas internacionales, puesto que por ley cada equipo solo podía tener dos futbolistas extranjeros en plantilla.
Pero en la historia del deporte rey también hay que hablar de las mujeres. Las pioneras crearon la selección al margen de la Federación en 1970, y no fue oficial hasta los 80. Hoy, España es campeona del Mundo, y se venden camisetas con el dorsal de Alexia Putellas o Aitana Bonmatí, que juntas suman cinco balones de oro.
Han sido 50 años de lucir bandera y cantar el «Lo Lo Lo», la cariñosa reinterpretación popular del himno de España. Han sido muchos éxitos y en múltiples disciplinas: Nadal, Indurain, Blanca Fernández Ochoa, Mireia Belmonte, Almudena Cid, Fernando Alonso, Saúl Craviotto, Marc Márquez, Carolina Marín…
Un talentoso broche de oro a este medio siglo. Como cantaba Rocío Dúrcal en su mítica balada ‘Cómo hemos cambiado’: «Habrán pasado los años / Pero el tiempo no ha podido / Hacer que pase lo nuestro».
Créditos
-
Coordinación editorial:
Elena de Miguel
-
TEXTOS:
Israel Viana, Laura Albor, Elena de Miguel
-
DIRECCIÓN DE ARTE:
Fernando Hernández
-
DISEÑO:
Jorge González Navarro
-
INFOGRAFÍA:
Julián de Velasco
-
DESARROLLO:
Jorge García Gómez
-
PRODUCCIÓN FOTOGRAFÍA Y ARCHIVO:
Matías Nieto y Federico Ayala
-
Edición:
Esther Blanco
-
Fuentes consultadas:
Archivo ABC, INE, Anuarios estadísticos del INE, CSIC, Fundación BBVA, The Lancet, Banco Mundial, Bizum, Tinsa, Ministerio de Transporte y Movilidad sostenible, Fedea, FUNCAS