Jaime García

Viernes, 21 de noviembre 2025, 23:19

Bajo una espléndida racha de seis partidos consecutivos sin conocer la derrota, Unionistas llegó al estadio Reina Sofía para afrontar una de las citas más importantes de la temporada. Enfrente estaba el Real Madrid Castilla, por lo que el equipo dirigido por Mario Simón necesitaba más que nunca el apoyo de su afición. Y la afición blanquinegra respondió: 4.351 espectadores llenaron los graderíos del feudo de Unionistas en una fría noche de invierno en Salamanca. El aliento de la grada no tardaría en surtir efecto en el cuadro charro.

Con el pitido inicial, los del Tormes se activaron y dieron un paso al frente para complicar la contienda a sus rivales desde los primeros compases. Primero, Piñán puso un centro que hizo dudar a los blancos, lo que originó el primer saque de esquina del partido. Era la primera llegada, y ya se percibían dudas en la zaga merengue.

Superados los primeros diez minutos, algunos se frotaron los ojos: Unionistas estaba enfrentando de tú a tú al filial del Real Madrid. Poco a poco, Joan Martínez y Valdepeñas, centrales del cuadro visitante, se veían cada vez más superados ante un Abde y Piñán que percutían constantemente por ambos flancos en busca de Gastón, quien esperaba en el punto de penalti. Y en una de esas jugadas llegó el primero de la noche.

Muchas veces el fútbol no te da los frutos que cosechas, pero hoy no era el día. Llegado el minuto 15 de juego, Unionistas mantuvo la línea de las jornadas anteriores y un disparo de Álvaro Gómez desembocó en la primera diana del choque, a cargo de Gastón. El ariete cazó un balón en el área pequeña, superando a Fran González, que ya estaba en el suelo tras bloquear el primer disparo del capitán. Entre la duda del portero y el buen momento del delantero, el marcador reflejó el primero del encuentro.

Con la grada volcada, gritando “¡Uruguayo, Uruguayo, Uruguayo!”, los de Mario Simón continuaron completando un partido muy serio tanto en ataque como en defensa, con un imperial Farru. Los minutos siguieron pasando y, sin demasiado sufrimiento, el choque llegó al descanso con Unionistas dominando en el luminoso y también sobre el verde.

El primer acto se cerró con una intervención de Unai Marino, la única de la primera parte, tras un gran remate de cabeza. Pero nada más. Los de Mario Simón habían llevado las riendas del primer tiempo con la concentración que exigía la contienda. El paso por la caseta solo dejó cambios en el Madrid Castilla, que apenas creó peligro en tierras salmantinas.

Estas modificaciones empezaron a traducirse en riesgo sobre la meta de Unai Marino. Así, los blancos fueron empujando a Unionistas hacia su propio campo, aunque sin encontrar el premio del gol. El dominio visitante fue respondido de inmediato por Mario Simón, que dio entrada a De la Nava, De Bustos y Juanma. Y cuando Don Carlos pisa el terreno de juego, siempre pasan cosas.

Un minuto después de ingresar, el salmantino provocó un penalti por mano de Joan Martínez. Olmedo no falló desde los once metros y amplió la ventaja. La fiesta tenía nombre y apellido: Unionistas de Salamanca. Solo unos compases después, Álvaro Gómez redondeó una noche perfecta para los charros con el 3-0. Al extremo le llegó un balón repelido por el palo, con De Bustos como protagonista, y no perdonó ante el meta blanco.

La seriedad con la que se desplegaron los pupilos de Mario Simón durante todo el partido tuvo el resultado esperado: ya son siete los partidos sin perder. Pese a que resta toda la jornada por disputarse, Unionistas duerme en sexta posición con 18 puntos.

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