La alimentación es uno de los pilares de cualquier vida saludable que se precie. Mantener nuestro cuerpo nutrido es una parte vital a la hora de mantenernos en forma, especialmente conforme van pasando los años y nos hacemos mayores. Bien lo sabe … Jorge Fernández, presentador de ‘La ruleta de la suerte’ y uno de los rostros más famosos de Antena 3, que presume desde hace años de tener uno de los mejores físicos de la televisión.

A sus 53 años, el conductor vasco lleva años implementando en sus rutinas diarias entrenamientos de fuerza y cardio junto a deportes como el ciclismo, el esquí o el winsurf, lo que le ha permitido llegar a su edad con un cuerpo envidiable. En ello también ha tenido mucho que ver sus hábitos de alimentación, que ha cambiado bastante en los últimos años, especialmente después de que este sufriera una grave intoxicación con mercurio y la enfermedad de Lyme.

Desde entonces, Fernández ha empezado a escuchar a su cuerpo más frecuentemente para entender cuáles son aquellos alimentos que le hacen bien y aquellos que prefiere evitar por todo lo que provocan en su organismo. Así lo ha contado en una entrevista para Men’s Health, donde ha contado algunos de los secretos de su alimentación y también cuáles son aquellos productos de los que ha decidido prescindir en su dieta.

La rutina de alimentación de Jorge Fernández para mantenerse en forma a los 53 años

Jorge Fernández es un declarado amante de la carne, como buen vasco, especialmente de partes como el entrecot o el chuletón. De ellos destaca que son cortes limpios y bastante magros, lo que a él personalmente le encanta, y suele introducirlos habitualmente en su dieta diaria. En numerosas ocasiones, estos platos suele acompañarlos de verduras, como ensalada de lechuga y cebolleta, «uno de sus básicos» en lo que a alimentación del día a día se refiere.

No obstante, el conductor de Antena 3 también ha ido notando con el paso del tiempo cambios en su alimentación que le han obligado a ir prescindiendo de este tipo de productos en ciertos momentos del día. Según ha contado en Men’s Health, trata de «evitar la carne roja» durante las cenas para evitar problemas digestivos durante las horas de sueño.

«La carne roja la digiero más lentamente y la digestión se hace más pesada. Unos años atrás podía tomarla por la noche, pero ahora es cierto que no me sienta igual de bien…», ha explicado en esta entrevista el presentador del concurso televisivo, que ha eliminado este tipo de cortes magros a últimas horas del día.

En este sentido también ha hecho referencia al atún, un pescado que solía consumir muy a menudo hace años. Sin embargo, desde que sufriera una grave intoxicación de mercurio en sangre por el excesivo consumo de alimentos como el atún rojo o en lata, le tiene más respeto a este tipo de pescados.

Jorge Fernández ha insistido en que «no hay que dejar de comer atún ni mucho menos», sino equilibrar las cantidades para evitar que se disparen los niveles de mercurio. Aún así, él ahora apuesta por pescados más pequeños, como anchoa, arenques o boquerones. «Una lubina así con varias personas, pues igual también, pero los pescados grandes ya no los quiero», ha reconocido.

El hábito de alimentación que Jorge Fernández ha decidido evitar: «No me funcionó»

Evitar la carne roja por la noche y los pescados grandes no son los únicos hábitos que el presentador de ‘La ruleta de la suerte’ ha optado por evitar en su día a día. A pesar de que lo probó durante un tiempo, el vasco tampoco se ha adaptado al uso de ayunos largos, como el de 72 horas que hizo hace tiempo: «Lo probé una vez, ese de tres días, por probar, y a mí no me funcionó bien. No me gustó la experiencia tampoco, no me gustaron varias cosas».

Según ha revelado al citado medio, pasó alguna noche sin poder dormir durante este pequeño experimento y entendió que no estaba hecho para ello, a pesar de los beneficios que le otorgaba. «Tiene su lado fisiológico bueno, pero el cortisol sube mucho porque es como que tiene que salir a buscar comida. La segunda y, sobre todo, la tercera noche me acuerdo que no podía dormir. El tercero tenía muchísima hambre», ha recordado.

Esta práctica de ayunos largos no solo no le gustó, sino que no le sentó «muy allá al estómago». «Creo no es necesario hacer un ayuno de 3 días. Y tampoco me obsesiona el tema del ayuno; desde que ceno, que es pronto, hasta que desayuno pueden pasar 13 o 14 horas tranquilamente y ya está», ha comentado.