Mari Luz (65) llegó a ‘First Dates‘ desde Monforte de Lemos, (Lugo) felizmente jubilada desde hace tres meses de su trabajo de administrativa. Es por eso que, ahora que dispone todo el tiempo del mundo, le apetece encontrar una persona con la que … viajar por el mundo y pasear por el campo. En el amor no le ha ido muy bien, tal y como le contó a Carlos Sobera al presentarse. «He estado casada, pero la cosa no funcionó», explicó. Admitió que «a todos los hombres les pongo defectos» y lleva nueve años sola, pero no por ser demasiado exigente.
La soltera se encontró en el restaurante de citas de Cuatro con José Luis (67), un montador de toldos jubilado de Ourense al que le dio el aprobado a primera vista: le pareció «una persona normal y atractiva». Él también se mostró conforme con la elección del equipo del programa.
Sin embargo, una vez que se pusieron a conversar, falló la conexión. Mari Luz se cargó a los hombros el peso de la charla. Pero por más que la soltera se esforzó en intentar conocer a su cita y rellenar los silencios, José Luis no puso de su parte. «Es más tranquilo y no es como yo. Yo soy más abierta. Le falta iniciativa, lo veo muy apagado en ese sentido», lamentaba la gallega ante las cámaras.
José Luis le miente a su cita por ‘caballerosidad’
Así pasó la cena hasta que ‘First Dates’ los empujaba a contestar a las preguntas picantes del ‘Rasca del amor’. «¿Qué postura sexual te vuelve loco?», le tocó leer a la soltera. Su pretendiente reveló que la que más le gusta es el 69. «A mí la postura normal», apuntaba ella entre risas. Mientras tanto, José Luis le mandaba señales equivocadas y rajaba de su acompañante en privado, dejando claro que «yo con ella no me veo en la cama».

El momento de la decisión final
Cuatro
La siguiente pregunta comprometida también la formulaba Mari Luz. «¿Cómo me imaginas desnuda?». «Como una muñeca», apuntaba él, para acto seguido confesar en los totales que le había mentido para ser caballeroso. «Físicamente no es el tipo que me atrae. No se por qué he dicho como una muñeca, sería más una Barbie ‘chochona’».
Después del momento tarjeta, a Mari Luz y José Luis se le acabaron las ideas sobre temas de conversación para seguir hablando. Ambos se quedaron cortados y la tensión se hizo palpable. No es de extrañar que a la hora de la decisión final ninguno tuviera dudas de que no querían una segunda cita. «Como amigo sí, pero como pareja no porque necesito una persona con un poquito de más chispa y más decisión», argumentaba la soltera. Por su parte, su cita revelaba por fin que el problema con su cita era el físico, «me gustan las mujeres un poco más delgadas y altas».