Las llegadas de las bajas temperaturas ha traído consigo un «ligero repunte» de los casos de gripe en la región, como bien reconocía el consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, Jesús Fernández Sanz, hace tan solo unos días. Sin embargo, frente al aumento de casos de gripe, también aumenta el número de personas que no tiene la intención de vacunarse: la mitad de los castellanomanchegos, según los datos del Observatorio de Vacunación Antigripal en España.
El problema reside en que solo un tercio de la población (el 32 por ciento) se considera parte de un grupo de riesgo y, al no identificarse como tal, no ven la necesidad de recibir la dosis pertinente, , lo que refleja que no hay la suficiente conciencia social sobre la importancia de la vacunación entre la población. Los más concienciados son los mayores de 60 años: el 71 por ciento sí tiene intención de vacunarse.
Hasta ahora, se han administrado en la región 76.000 dosis de la vacuna, lo que implica que se ha alcanzado al 68 por ciento de la población diana, según los datos del consejero de Sanidad.
«Aunque los datos reflejan cierta estabilización, el hecho de que la mitad de la población no tenga intención de vacunarse frente a la gripe sigue
siendo alarmante. Debemos insistir en la concienciación y en la recomendación
sanitaria activa, especialmente en los grupos de riesgo», afirma el Jefe del Servicio de Medicina Preventiva del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, Javier Castrodeza, para quien es necesariouna implicación más activa de los sanitarios profesionales en
la recomendación de las vacunas. Castrodeza remarca la importancia
de la vacunación no solo para protegerse a uno mismo, sino también para proteger al resto de la población: «la protección frente a la gripe no solo nos protege individualmente, sino que reduce la carga asistencial del sistema», explica.
Entre los principales motivos que harían cambiar de opinión a aquellos que no tienen la vacunación entre sus planes, está la recomendación profesional: el 44 por ciento afirma que cambiaría de opinión respecto a vacunarse si un profesional sanitario se lo recomendase. Tan solo un 9 por ciento de la población asegura que no cambiaría de opinión en ningún caso. Entre los grupos más vulnerables están los mayores de 60 años, los niños de seis meses a cinco años, personas inmunodeprimidas, con afecciones respiratorias o cardiacas, mujeres embarazadas y personas con diabetes.