El Alimerka Oviedo Baloncesto sufrió una dura derrota en un partido que deseaban ganar para agradar a los 4.881 espectadores que acudieron al Palacio de los Deportes. La victoria se la llevó con justicia el Hestia Menorca, que ha configurado una plantilla espectacular y que supo imponer sus puntos fuertes ante un OCB irregular, que falló demasiadas bandejas y tiros liberados, y al que supieron frenar también con una gran defensa.
Mención aparte merece el capítulo arbitral, no por la incidencia en el resultado, sino por la forma en que han decidido echar del partido a Javi Rodríguez. Las dos técnicas, la primera nada más empezar el partido y la segunda nada más comenzar la segunda parte, por leves protestas, son un despropósito absoluto, una decisión desmedida e injustificable que ha condicionado el partido y que habla muy mal del nivel arbitral de esta Primera FEB que sí está a la altura en cuanto a las plantillas y el nivel del espectáculo que ofrecen.
El Alimerka tuvo una buena puesta en escena, pero se fue desdibujando y dejando anotar con demasiada facilidad a un equipo que cuenta con jugadores como Littleson, Cone, Zurbriggen o un Vicedo, que hizo mucho daño cuando el foco defensivo estuvo más pendiente de otras amenazas. Unos instantes que permitieron a Menorca irse diez arriba al final del primer cuarto (15-25).
En el segundo cuarto llegaron momentos de zozobra por parte del equipo de Oviedo, incapaz de frenar a Arteaga, de hilvanar un ataque decente o de hacer algo diferente que cambiara el rumbo de un encuentro que se le escapaba antes del descanso. A 3:37 de acabar el segundo cuarto, Menorca se fue 14 arriba (19-35) y Javi Rodríguez paró el partido.
Tuvo efecto ese parón, el equipo dio un paso adelante en defensa y Calvin Hermanson anotó dos triples que el equipo necesitaba como el comer. Un parcial de 15-3 dejó el partido vivo al descanso (34-38).
Por la gente que había en la grada, por la reacción que había tenido el equipo y porque este OCB, aunque solo lleve tres victorias en nueve partidos, está dando muy buenas sensaciones esta temporada parecía que el partido podía ser de los que se deciden en una última acción.
Lo que sucedió en el inicio del tercer cuarto cambió ese guion y lo llevó hacia una victoria cómoda de Menorca. Por lo que sucedió con la expulsión del entrenador Javi Rodríguez y también por los malos minutos del equipo y el paso adelante que dio el equipo isleño en defensa. Ese mal inicio local permitió a Menorca irse quince arriba (39-54) a 4:20 de acabar el tercer parcial.
Le tocaba a Oviedo remar de nuevo y lo hizo, pero enfrente tenía, además de con talento, jugadores con mucha experiencia, que saben cómo conducirse en este tipo de partidos, en qué momentos castigar. Remó el OCB hasta ponerse a cinco de distancia (49-54) enganchados a un imperial Alonso Faure. Fue el mejor del equipo de Oviedo y su trabajo espectacular. Este joven pívot crece a pasos agigantados y fue el principal argumento del OCB para creen en la remontada.
Menorca llegó al último cuarto con una renta de siete puntos y supo trabajar bien con esa ventaja. No tuvo ya el equipo de Oviedo ni la capacidad ni la chispa para meter el miedo en el cuerpo a su rival y la victoria se le escapó. Una lástima en un Palacio que, con casi 5.000 espectadores, desea celebrar otra victoria de su equipo. Un público que se fue preguntándose por qué echaron a su entrenador. Una pregunta que no tiene respuesta.
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