El último análisis de Transforma Insights vuelve a situar a Telefónica entre los proveedores más sólidos de conectividad IoT a escala mundial. El informe, publicado en 2025, analiza la estrategia y la capacidad real de 27 operadores que compiten por un mercado cada vez más condicionado por la eficiencia energética de los dispositivos, la normalización de nuevas bandas y la presión por integrar inteligencia artificial en las plataformas de gestión.

Según el documento, Telefónica destaca por un aspecto que en ocasiones pasa desapercibido fuera del ámbito corporativo: su conocimiento sectorial acumulado en industrias tan distintas como sanidad, movilidad urbana o servicios públicos. De acuerdo con Transforma Insights, este factor se refleja en la amplitud de propuestas verticales y en la manera en que Telefónica Tech ha estructurado una capa tecnológica que combina conectividad, análisis y orquestación de datos con criterios homogéneos.

Liderazgo de Telefónica en plataformas y capacidades IoT

El estudio sitúa a la compañía en una posición destacada por la robustez de su infraestructura y por la evolución de Kite, la plataforma desde la que Telefónica Tech gestiona las comunicaciones de millones de dispositivos. Aunque su función principal sigue siendo la administración de tarjetas SIM y eSIM, lo interesante es cómo incorpora módulos de automatización, APIs abiertas y paneles de datos con algoritmos que permiten detectar comportamientos anómalos en tiempo real.

La firma de análisis subraya que la compañía ha integrado capacidades de big data que combinan información propia de la red, señales procedentes de sensores industriales y fuentes externas como registros meteorológicos o patrones de tráfico. Esta mezcla de datos, que en otros proveedores exige herramientas separadas, se condensa aquí dentro de Kite. La plataforma añade además herramientas como IoT Data Ready, pensadas para sincronizar los flujos de información con nubes de hiperescalares sin reconfiguraciones complejas, y Asset Control, utilizada para digitalizar activos físicos dispersos en campo.

Lo llamativo es cómo estos elementos empiezan a funcionar como un ecosistema más que como una suma de funciones. Las compañías que operan en sectores con alta dispersión geográfica, desde utilities hasta logística, reconocen que esta integración reduce tiempos y evita duplicar paneles de supervisión. Aunque el sector avanza hacia arquitecturas distribuidas, el enfoque de Telefónica apunta a simplificar, no a fragmentar.

El IoT como extensión sensorial de las organizaciones

En una reflexión más conceptual, Carlos Carazo, responsable global de producto, tecnología y operaciones IoT en Telefónica Tech, resume el valor del Internet de las Cosas como un proceso que convierte objetos habitualmente pasivos en fuentes continuas de información. Lo plantea como una especie de sistema sensorial capaz de capturar señales esenciales para que otras tecnologías, en particular la inteligencia artificial, puedan interpretarlas y apoyar decisiones en ámbitos tan cotidianos como la gestión energética o la atención social.

Aunque el discurso pueda parecer técnico, tiene implicaciones directas en la forma en que las empresas asignan recursos, gestionan riesgos o ajustan sus operaciones. A menudo, la clave no está en el dispositivo conectado, sino en la regularidad con la que interpreta su entorno. Es esa continuidad la que habilita escenarios de mantenimiento predictivo, supervisión remota o alertas tempranas.

Avance de Telefónica en el mercado español de conectividad IoT

El ritmo de crecimiento de Telefónica en España ha sido especialmente intenso durante 2025. La compañía superó en septiembre las 51 millones de conexiones IoT activas a nivel mundial, un umbral significativo para un operador que ha priorizado la expansión en más de 190 países gracias a acuerdos de roaming y presencia directa en mercados estratégicos.

En el mercado español, el salto ha sido más visible. La empresa alcanzó 12 millones de líneas IoT tras sumar 7,6 millones en doce meses. Ese incremento interanual del 163%, que resulta inusual incluso para segmentos de rápido crecimiento, se explica por la llegada de nuevos casos de uso. Movilidad, sanidad e infraestructuras críticas aparecen entre los motores más intensos.

Lo que ocurre en movilidad es ilustrativo. Más del 70% de los modelos de balizas V-16 conectadas certificadas por la Dirección General de Tráfico ya operan con conectividad de Telefónica Tech. La legislación que hará obligatoria su implantación a partir de 2026 está acelerando la demanda. Como consecuencia, el ámbito IoT se está expandiendo hacia dispositivos de consumo que hace apenas dos años estaban fuera del radar tecnológico de muchos operadores.

En sanidad, la compañía está ampliando soluciones para monitorizar patrones de actividad de personas mayores o vulnerables. Estas herramientas, orientadas a detectar anomalías sin invadir la privacidad del usuario, generan alertas que pueden ser interpretadas por cuidadores o servicios sociales. Aunque el volumen de datos sea menor que el de los grandes despliegues industriales, la criticidad del servicio obliga a una conectividad fiable y a sistemas de detección de eventos más sensibles.

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Infraestructuras y sectores industriales en transición

Al margen de movilidad y salud, el crecimiento también se apoya en proyectos de digitalización en sectores clave para las administraciones locales y las empresas de servicios públicos. En agua y gas, los contadores inteligentes son ahora el estándar. Sustituyen los ciclos de lectura manual por telelecturas periódicas y ofrecen señales tempranas sobre fallos o consumos atípicos. Este tipo de despliegue ilustra cómo el IoT deja de ser una tecnología experimental y pasa a integrarse en la infraestructura esencial de municipios y operadores.

La industria vive una situación distinta. Aquí el reto no es solo convertir dispositivos en nodos conectados, sino coordinar procesos que ya funcionan bajo sistemas heredados. La compañía está aportando conectividad segura entre máquinas para facilitar la transición hacia la Industria 4.0, aunque lo relevante no es la etiqueta, sino la capacidad para reorganizar líneas de producción, reducir paradas y ajustar cadenas de suministro.

A medida que estos sectores amplían sus capacidades digitales, la presión sobre plataformas como Kite crece. El volumen de señales enviadas por sensores industriales, vehículos o equipos médicos exige sistemas capaces de automatizar respuestas sin saturar la red ni multiplicar la complejidad. La apuesta de Telefónica por integrar funciones de análisis y gestión dentro de la propia plataforma va en esa dirección, aunque otros operadores optan por arquitecturas más distribuidas con proveedores externos.

Perspectivas en un mercado que se acelera

El informe de Transforma Insights llega en un momento en el que la conectividad IoT se está redefiniendo por varios factores simultáneos: el despliegue de redes 5G SA, la adopción de tecnologías NB-IoT y LTE-M para dispositivos de bajo consumo, y la presión de la regulación europea en ámbitos como movilidad, energía o seguridad vial. Estas dinámicas empujan a los operadores a revisar el lugar que ocupan en la cadena de valor, ya que la simple provisión de conectividad tiende a perder peso frente a la capacidad real de integrar datos y ofrecer herramientas de gestión más sofisticadas.

Telefónica, al igual que otros actores globales, intenta consolidar una posición en la que la conectividad sea el punto de partida y no el servicio final. El reconocimiento de Transforma Insights, más que una clasificación, refleja que esa estrategia empieza a tener impacto en sectores donde la digitalización avanza con ritmos desiguales. Queda por ver hasta qué punto esta evolución permite a la compañía sostener su crecimiento en un escenario en el que la competencia se intensifica y surgen nuevos jugadores con modelos más especializados.