Mikel Labastida

Domingo, 23 de noviembre 2025, 00:10

‘Ena’, la serie sobre la vida de Victoria Eugenia de Battenberg, terminó de rodarse en 2023. Escrita por Javier Olivares (el autor de la muy celebrada ‘El Ministerio del Tiempo’), basada en la novela homónima de Pilar Eyre, y dirigida por Anaïs Pareto y Estel Díaz, ha estado en un cajón guardada durante dos años hasta que TVE ha encontrado hueco en su programación para estrenarla este lunes 24 de noviembre en relevo de ‘Masterchef’. La espera terminó y llegó la hora de conocer mejor a la que fue reina consorte hasta la proclamación de la II República en España. Los seis capítulos de esta superproducción se presentarán al público en las próximas semanas. Hablamos con su creador, que en este tiempo ha mostrado su malestar por el trato que había dispensado a esta obra el ente público. ¿Cómo se encuentra alguien, con su dilatada experiencia, ante un estreno?

– Cuando el estreno se dilata tanto tiempo te quedas frío, es inevitable. También es verdad que no es lo mismo hoy en día estrenar en plataformas, donde nadie conoce las audiencias que se hacen, que en abierto, que enseguida se mirará el dato. Hay series estupendas de los últimos años que en sus primeros quince días no las vio nadie, pero como estaban en plataformas nadie se enteró de eso. Jugamos con unas reglas del juego bastante distintas.

– Vayamos al origen del proyecto, aunque haya que remontarse para ello varios años atrás. ¿Cómo se topa usted con la reina Victoria Eugenia, la bisabuela del actual rey de España?

– Hay tres tipos de series. Una es aquella para la que te llaman porque lo que se está haciendo no funciona, como pasó con ‘Isabel’. Otra opción es que tú vayas con un proyecto concreto, como fue ‘El Ministerio del Tiempo’, y te lo acepten. Y hay una tercera variante, que una productora sea la que te pida que hagas una historia. Es lo que sucedió aquí. Yo sabía que la reina Victoria Eugenia era un personaje muy interesante, pero como siempre, cuando te pones a documentar trabajos descubres que te quedabas corto, que es mucho más interesante. Tuve la suerte además de colaborar con Pilar Eyre, que es muy buena documentalista y sobre todo una excelente compañera de viaje.

– ¿En qué medida ha intervenido la escritora en la adaptación?

– Yo le planteé que no me iba a quedar solo en la novela, que quería hacer hincapié en el pasaje histórico en que se desarrolló la vida de Victoria Eugenia. Al final lo he llevado muy a mi terreno y a Pilar le ha parecido estupendo. Ella no ha trabajado conmigo en la elaboración de la serie, pero en todo momento sabía lo que iba a hacer. Lo primero que hice fue ir a Barcelona a hablar con ella y le pedí prestado algunos libros de su impresionante biblioteca. Nosotros ya habíamos trabajado juntos cuando intentamos adaptar su novela ‘Yo, el rey’, sobre el emérito.

– ¿Qué pasó con ese proyecto?

– Que no salió. Yo tengo la biblia entera de las tres temporadas y dos capítulos escritos, pero nadie quiere hacerla. Está en el mismo cajón que otra serie sobre Franco, que escribí con Daniel Corpas. En España todavía hay temas intratables.

– La monarquía era uno de ellos. Usted acaba de hacer una serie sobre este tema, aunque sea sobre una figura histórica. De todos modos, vistos los dos primeros episodios, yo diría que esta es una serie también de corte político.

– Para mí todas lo son, ‘Isabel’ lo era. Cuando hablo de historia, aunque respeto mucho la parte biográfica, intento indagar en otras capas. En el primer episodio conocemos las motivaciones de Mateo Morral, el anarquista que puso la bomba el día de la boda de Victoria Eugenia y Alfonso XIII. En los dos capítulos iniciales necesitaba contar el hecho histórico y situar a la protagonista, de cómo pasa de la felicidad por el sueño de ser reina a la tristeza más absoluta. A partir del tercero ya todo cobra un ritmo mucho más político, porque empiezan a pasar acontecimientos como la Primera Guerra Mundial, el Desastre de Annual, la dictadura de Primo de Rivera… Y a partir de entonces ya se van enfocando de una manera vertiginosa a lo que yo creo que son los antecedentes evidentes que definen el país en el que vivimos hoy.

– ¿Teme las críticas? Ha citado asuntos que hoy en día siguen despertando debates encendidos.

La serie está contada desde varios puntos de vista. Esta semana, sin verla, en redes sociales me acusaban de blanquear la monarquía. No tengo por qué justificarme, cualquiera que haya visto ‘Isabel’ o ‘El Ministerio del Tiempo’, los capítulos dedicados a Fernando VII o el de Felipe II, sabe la perspectiva con la que afronto este tipo de relatos.

– Una referencia inevitable será con ‘The Crown’, aunque los presupuestos de una y otra son incomparables.

– Si la gente supiese los medios con los que trabajamos no se lo creería. Cualquier capítulo de ‘El Ministerio del Tiempo’ costaba menos que uno de ‘Cuéntame’. No te puedo hablar de la parte económica porque a mí me ha correspondido solo la parte creativa, lo que sí puedo decirte es lo al límite que a veces hemos llevado al equipo para conseguir el resultado final.

Imagen principal - Esencias de 'Ena'.

Imagen secundaria 1 - Esencias de 'Ena'.

Imagen secundaria 2 - Esencias de 'Ena'.

– Se ha rodado en localizaciones reales.

– Sí, eso hace mucho, como el excelente trabajo de vestuario o maquillaje. Con eso los actores cuando salen a escena ya tienen el 80% del personaje encima, eso es muy potente. Tuve la suerte de conocer a la anterior directora de Patrimonio Nacional, que nos puso todas las facilidades para rodar en lugares como el Palacio Real en Madrid o el de la Magdalena en Santander.

– Hemos visto este año a Kimberley Tell en ‘El Centro’ y ‘Entrepreneurs’. En ‘Ena’ es la actriz protagonista y además canta la canción de la cabecera.

– Lo que más rabia me daba de que no se estrenase la serie es porque estoy convencido de que cuando la gente la vea en este papel se va a sorprender y su carrera va a cambiar. La hemos caracterizado para que otra actriz no tenga que interpretar el personaje en su edad adulta y está estupenda. Ha cambiado su acento para adaptarse al que tenía Victoria Eugenia, que no sabía castellano cuando llegó a España. Y sí, Kimberley además canta la sintonía de la cabecera de la serie, que, por cierto, es una de las que más orgulloso me siento de mi carrera. Con música de Bronquio.

– La serie se va a emitir doblada, pese a que se rodó en los idiomas originales que hablaba la reina Victoria Eugenia. ¿Entiende esta decisión?

– No voy a valorar los criterios de TVE. Entiendo que habrá gente que prefiera una versión doblada. Lo que sí he de agradecer es el esfuerzo que finalmente ha hecho la cadena para que exista la posibilidad de ver la versión original en RTVE Play y en dual en línea.

– Es cierto que la serie ha estado guardada mucho tiempo, pero también es verdad que se estrena ahora, en un momento, dulce para la cadena pública, con buenas audiencias en todo lo que propone..

– Yo discrepo en muchas cosas con la actual directiva, sobre todo en lo que respecta a la ficción y que la gente lo sabe. Pero valoro que la TVE actual quiera competir, tener audiencia. Y parece que lo está consiguiendo. Ojalá la buena racha se extienda a ‘Ena’. No sé si la estrategia de estrenar dos capítulos seguidos será buena, ni cómo reaccionará el público. Ahora mismo el esfuerzo en promocionarla está siendo grande.

– Hace dos años que terminaste esta serie. ¿En qué trabaja ahora?

Hice una ficción de Carlos Porta. Desde entonces nada más. Tengo algo entre manos pero no sé si saldrá. Hay una plataforma que tiene los derechos, pero no sabe si la sacará adelante. Cuesta mucho. Es posible que, salvo para situaciones puntuales, acabe dejando este negocio.

¡Qué dice!

Está llegando un momento en el que es muy difícil trabajar. Yo prefiero escribir que estar discutiendo en los despachos. No me apetece perder el tiempo en convencer a la gente. Es muy difícil el panorama de ficción, porque la producción en España se dirige principalmente a las plataformas. Mientras que en el resto de Europa hay un 70% de la producción que va en abierto. El otro día decía Allan Ball en Barcelona que la industria no tiene ya hueco para él. A mí me sucede algo parecido.

– ¿Le falta trabajo?

– Si me preguntas te podría contar hasta diez proyectos que he movido y de los que no he tenido respuesta. A mí me resulta agotador perder el tiempo en enseñar algo y esperar sentado a que cambien las propuestas.

– ¿A estas alturas les toca seguir vendiendolo todo?

– Sí, parece que no tengo suficiente aval con lo que he hecho en mi carrera. Mis trabajos son el mejor reclamo y deberían ser una buena herramienta para que se conozcan mis posibilidades. Y aún así llego a los despachos y tengo que escuchar respuestas como que lo que estoy proponiendo no se va a entender en Noruega. Y no sé qué decir…

Reporta un error