Algo se escondía en los bosques de Nueva York. Una figura de más de un metro ochenta, hirsuta barba y mirada penetrante. Para muchos, se trataba de una leyenda. Para unos pocos, de un ser de carne y hueso. Su nombre era Francis Ford Coppola. Tim Burton lo sorprendió cuando ya era demasiado tarde: en los títulos de créditos de Sleepy Hollow, disponible en España para alquilar en Apple TV+. Pero hagamos como hizo Burton y rebobinemos.
A finales de los noventa, un Tim Burton en estado de gracia culminaba su mejor racha con Sleepy Hollow. El cuento de Washington Irving sobre un jinete sin cabeza que atormentaba a la aldea de Sleepy Hollow pasaba por el cedazo tenebroso de Tim Burton en lo que sería un monumento al terror gótico, con envidiables toques de humor. Aunque quien de verdad debió reírse fue Tim Burton al leer, en los títulos de crédito de un tráiler de su película, que Francis Ford Coppola la había producido.
Un fantasma llamado Coppola
El productor ejecutivo es como un fantasma: vive entre nosotros, pero rara vez lo vemos. Su influencia en el devenir de una película se limita, en múltiples ocasiones, a poner su nombre, su dinero o ambas cosas. Que un título lo produzca Spielberg tendrá notables consecuencias en la atención que reciba de la crítica y del público. Y lo mismo ocurriría si el productor fuese Coppola.
American Zoetrope es la productora de Coppola, pero no solo financia las películas de Francis Ford, sino también las de su hija Sofia o su mujer Eleanor, amén de proyectos tan dispares como Jeepers Creepers o El buen pastor, último largometraje dirigido por Robert de Niro. Sleepy Hollow, tonalmente relacionada con el Drácula de Coppola, atrajo la atención del director de El padrino, que de alguna forma se las arregló para producir la película sin que Tim Burton se enterase.
Cuando Sleepy Hollow estaba a punto de saltar a la gran pantalla, el montador Chris Lebenzon le hizo llegar a Burton un tráiler para que diese su aprobación. Burton no abrió la boca hasta que desfilaron los títulos de crédito, en los que se anunciaba que el director de Apocalypse Now había producido Sleepy Hollow. “Grité ‘¿Pero qué coño? Chris, rebobina eso’”, recordó el director en el libro Burton on Burton. “A veces ocurre así. En Batman, nunca conocí a los productores ejecutivos. Te pasas un año o dos trabajando en algo para que, al ver los principales títulos de crédito, te preguntes: ‘¿Pero quién cojones es este tío?’”.