Cuatro años de profesionalismo es como una carrera. Ahora, a Iván Cobo le falta el máster y lo espera aprobar en 2026. El infortunio … le ha impedido acercarse a su potencial y con tan solo no sufrir contratiempos, el de El Astillero acaba de firmar su «mejor temporada». Le queda un año de contrato en el Kern Pharma, el equipo que apostó por él para dar el salto. Cobo hace balance de 2025 ahora que anda «disfrutando y cogiendo fuerzas».
-¿A qué se dedica un ciclista en vacaciones?
-Este es el mes en el que podemos hacer todo lo que luego no; salgo a correr, voy al gimnasio, a andar mucho. Son días en los que aún te puedes permitir caprichos con la comida. Es un mes para estar más tranquilo y coger fuerzas. El día 6 de octubre corrí la última carrera y ahora estoy otra vez cogiendo la bicicleta.
-¿Cómo valora la temporada 2025?
-Ha sido la mejor. Así de fácil. Para mí ha sido la primera en la que no he tenido contratiempos ni percances y eso me ha permitido poder tener regularidad y poder mejorar. He sumado 71 días de competición cuando el año pasado, por poner un ejemplo, apenas fueron 30. He sumado 345 puntos. He tenido momento buenos, en los que me he dado cuenta de que podía estar bien y me ha hecho hacerme más fuerte mentalmente.
-¿Con qué momentos de 2025 se queda?
-Quizás mis mejores momentos no se corresponden con resultados. Para mi cuando mejor me encontré fue en la Vuelta al País Vasco y sin embargo acabé mejor clasificado en otras carreras. Pero es que en el País Vasco acabé en el puesto 19 de la general, que no es ni siquiera un top 10, pero claro, miras quiénes estaban y ves a Enric Mas, Del Toro… Estaban algunos de los mejores y estuve cerca. Y fue un poco de casualidad porque estaba preparándome, haciendo entrenamientos de hipoxia. Venía de haber hecho la Volta a Catalunya y me tocó ir… Y me encontré muy bien.
-¿Cuál es el balance de estos cuatro años de profesional?
-Hasta ahora no he podido sacar todo mi potencial porque me ha pasado de todo. El primer año me rompí la mano, el segundo cogí una salmonelosis y luego una anemia y el tercero fue el peor. Sufrí una mononucleosis que me hizo estar fuera ocho meses. Me tiré sin poder coger la bicicleta tres meses y fue muy duro. Por eso estoy contento por cómo me fue este año.
-Kern Pharma, su equipo ¿Qué le sugiere?
-El equipo es perfecto. Su esencia y su filosofía es formar a los jóvenes y se están viendo los resultados; ahí están Castrillo, Mikel… Ciclistas que han pasado por el equipo y ahora están en el World Tour. Es el ADN del equipo, la formación y poco a poco se va viendo que se está haciendo un buen trabajo.
-¿Qué espera de usted mismo?
-Cada año he andado un poco más, he mejorado un poco más y he ido aprendiendo el oficio. No solo el andar en bicicleta, sino muchos aspectos que rodean a este trabajo. El límite lo tengo más arriba y yo sé que puedo mejorar y eso es lo que me propongo para este año. Hace unos días estuvimos en la primera concentración con el equipo y me lo preguntaba Juanjo (Oroz, exciclista y ahora director), ‘¿cuál es tu objetivo para 2026, Iván? y le dije: Mejorar.
-El Kern Pharma se quedó fuera de la Vuelta a España y fue una sorpresa, ¿cómo lo llevaron ustedes?
-Fue una decepción. Para mí y para el equipo. Después de haber ganado tres etapas en 2024 sí que pensábamos que íbamos a estar en la lista. Para el equipo es un escaparate y para nosotros también, por eso sí que nos quedamos decepcionados. Algunos de los compañeros ya la habían corrido antes, pero para mí era la primera, si la hubiese corrido.
-Desde dentro, ¿se va tan rápido como parece?
-Hay dos ciclismos. El primero, el de los fuera de serie; el de Pogacar, Van der Poel, Evenepoel, Van Aert… El otro, es de los segundos puestos, con una diferencia y es que hace años había veinte tíos que optaban a hacer segundo y hoy son sesenta.
-¿En qué cree que ha mejorado desde que dio el salto a profesionales?
-Cada año damos un salto más. Este año me he centrado mucho en la nutrición. Tenemos un nutricionista en el equipo que es un fenómeno y me está enseñando a recuperar, a comer bien, a compaginarlo con los días de entrenamiento. También vas aprendiendo cómo funciona un pelotón profesional y saber estar en los momentos claves. Hay carreras en las que repites, como el Gran Premio Induráin, por poner un ejemplo, esta vez será la quinta vez que lo corra y eso ayuda.
-Hubo un tiempo en que Cantabria tenía once profesionales, y ahora…
-Sí, es una pena. Cada año la exigencia es mayor. Ahora se ponen a tope desde juveniles; los chavales se preparan y las exigencias son tales que hay pocos, cada vez menos ciclistas. Yo creo que ahora es cuando más gente hay, montando en bicicleta, pero cuando menos se compite. Los chavales pronto se dan cuenta de que hay que entregar mucho y prepararse mucho y la selección se hace pronto. Se prefiere disfrutar de este deporte pero de otra manera.
-Cuatro cántabros en el pelotón profesional. ¿Por qué tan pocos?
-Salimos Miguel Ángel y yo casi siempre juntos, algunas veces con el Chava Angulo, aunque nos queda más lejos, pero somos pocos. Tampoco hay ciclistas sub23 como antes, que se juntaban y hacíamos grupeta. Son épocas y etapas. Espero que pueda mejorar pero ahora es cada vez más difícil.
-En el ciclismo, como en casi todo lo demás, ¿el que tiene dinero crece más rápido?
-Es algo con lo que hay que convivir. Existe mucha diferencia entre los equipos modestos y los grandes. Quien tiene más dinero puede invertir en mejoras de material, entrenamientos, concentraciones… Es un proceso. Al final el que se lo merece va creciendo, pero qué duda cabe que los recursos con los que cuentas ayudan a que mejores. Por ejemplo en las pruebas contrarreloj estamos viendo que hay grandes inversiones en el túnel del viento y ese tipo de estudios. Nos tratan ya como en la Fórmula 1 y el que tiene dinero se lo puede permitir.