Todo empezó cuando un profesor del Colegio Amorós le dijo a sus padres, Ana María y Eugenio, que además de a Borja, trajeran a la cantera a su hermano pequeño, aquel niño de ricitos que ya asombraba con apenas cinco años. Seguiría los domingos en el Calderón, cuando acompañado de su abuelo también, empezaba a idolatrar a Juninho desde la localidad de su abono, muy cerca del córner del ramo de flores de Pantic. Hasta que tras escalar por todas las categorías de la Academia, un mito de la portería como Abel Resino le daría la alternativa en el primer equipo a sus 17 primaveras, ni más ni menos que en el Camp Nou frente al Barcelona de Messi, Henry, Ibrahimovic, Xavi…
El resto sigue siendo historia, pues 16 temporadas después, Koke continúa encarnando el sueño de infancia de cualquier hincha rojiblanco convertido en el futbolista que más veces ha lucido, y honrado, la camiseta del Atlético. Son ya la friolera de 700 partidos oficiales… y subiendo, pues el nivel al que el capitán escribe otro capítulo en su inigualable trayectoria invita a pensar que su leyenda sea interminable. De hecho, tras superar ampliamente los 553 encuentros disputados por Adelardo a los que nadie podía imaginar que se pudiera llegar, hace tiempo que el vallecano es eterno, pero su vigencia en el equipo resulta incuestionable.
Tanto es así que, pese a que en la última valoración anual para renovar su contrato se entendía que aún podía resultar muy valioso como suplente de lujo y como garante del sentimiento rojiblanco necesario para guiar al vestuario, su rendimiento sobre el verde le mantiene como titular (pese a que sus 33 años obligan a gestionar sus esfuerzos es el octavo más utilizado habiendo participado en 15 de los 16 partidos del Atlético), con lo que todo apunta a que al final del curso aún se volverá a extender su compromiso… y su increíble registro de partidos sin techo.
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‘One club man’… gracias a Simeone
Camino de alcanzar los 705 partidos que Jesús Navas jugó con el Sevilla, los 741 de Raúl en el Madrid y los 778 de Messi en el Barcelona, el gran sello de distinción de Koke es que los alcanzará demostrando su fidelidad y amor por unos colores. Una condición de ‘One Club Man’ que no habría sido posible de no mediar Simeone, que nada más aterrizar en el Atlético tomaría una de las mejores decisiones como entrenador: abortar la encaminada cesión al Málaga del que hoy es el mejor estandarte de su obra.
No en vano, juntos levantarían los ocho títulos (dos Ligas, dos Supercopas de Europa, una de España, dos Europa League y la Copa tras la que el canterano plantó la bandera del Atlético sobre el césped del Bernabéu representando el cambio en la tendencia de los derbis) del Cholismo. De hecho, los 10 entorchados de Adelardo es el único registro que aún se le resiste al capitán. Tiempo al tiempo.