La demencia es un término general para varias afecciones que causan un deterioro gradual del cerebro y pérdida de memoria, siendo la enfermedad de Alzheimer la forma más frecuente.

El alzhéimer generalmente se presenta con pérdida de memoria y deterioro cognitivo lo suficientemente graves como para interrumpir las actividades cotidianas y, si bien actualmente no existe cura, la detección temprana puede desacelerar su avance y ayudar a los pacientes o sus familias a mantener una mejor calidad de vida durante más tiempo.

Si bien se relaciona sobre todo la pérdida de memoria con el alzhéimer, las investigaciones indican que esta podría no ser la señal de advertencia inicial; un estudio revela que la depresión podría servir como una señal de alerta temprana.

Los científicos llevaron a cabo un examen exhaustivo de la literatura médica desde 1937 hasta 2016 en un esfuerzo por catalogar los signos y síntomas de advertencia que ocurren antes de un diagnóstico de alzhéimer.

Sus hallazgos revelaron que la depresión y el deterioro cognitivo fueron los síntomas iniciales que surgieron en el 98,5% y el 99,1% de los participantes en un estudio sobre alzhéimer de aparición tardía, y en el 9% y el 80% respectivamente en los casos de aparición temprana.

Los problemas de memoria aparecieron tempranamente y se detectaron 12 años antes del diagnóstico clínico de alzhéimer avanzado. Los científicos concluyen que «los hallazgos de esta revisión sugieren que las conductas neurológicas y depresivas son una manifestación temprana».