A sus 35 años y con una de las trayectorias más sólidas del ciclismo español, Jesús Herrada ha decidido dar un giro a su carrera. Tras varias temporadas en la élite del World Tour, el corredor conquense ha fichado por el Burgos Burpellet, un equipo de categoría ProTeam con el que busca un nuevo impulso. Su principal objetivo es claro y lo ha repetido con la convicción de quien sabe lo que es la victoria: volver a levantar los brazos. Curiosamente, la última vez que lo hizo fue en Soria, en la cima de la Laguna Negra durante La Vuelta 2023, una provincia que se ha convertido en su particular talismán, habiéndose proclamado campeón de España de ciclismo en ruta en la capital, contra rivales de renombre mundial, como son Alejandro Valverde e Ion Izaguirre.

El cambio de aires, dejando atrás una estructura como la del Cofidis, hasta ahora equipo del World Tour, no ha sido una decisión precipitada, tal y como ha explicado en una conversación con Soria Noticias. Responde a una necesidad personal y profesional que el propio ciclista ha madurado a lo largo del último año: «Yo creo que ya desde principio de año quería un cambio, ¿no? Directamente, y que fuese en España». Las conversaciones con el equipo burgalés comenzaron a mitad de temporada y el acuerdo no tardó en llegar. El proyecto le ha convencido por varios motivos: «El equipo se ajusta bastante bien a lo que buscaba, buen calendario, buen material y buen ambiente en el equipo, un ambiente familiar«.

Este movimiento supone bajar un escalón de categoría, del World Tour a ProTeam, pero Herrada no lo ve como un paso atrás, sino como una oportunidad. Al ser preguntado sobre si el Burgos Burpellet está cerca del máximo nivel, el conquense se ha mostrado cauto pero optimista, situándolo en un punto intermedio. Ha reconocido que el presupuesto es un factor clave para competir con los mejores, pero ha añadido que «paso a paso, pues, ojalá y lo pueda conseguir en un futuro«.

Soria, tierra de triunfos

Si hay un territorio que ocupa un lugar especial en la memoria deportiva de Jesús Herrada, ese es Soria. La provincia ha sido testigo de dos de sus victorias más importantes y recordadas. La más reciente, su tercer triunfo de etapa en La Vuelta a España, tuvo lugar en 2023 con final en la icónica Laguna Negra. Pero años antes, en 2017, Soria ya le había visto coronarse por segunda vez como Campeón de España en ruta, en una jornada memorable en la que compartió podio con dos leyendas como Alejandro Valverde e Ion Izaguirre.

«La verdad que guardo muy buen recuerdo de la provincia de Soria», ha confesado el ciclista. Para él, ambas victorias son igual de significativas: «Yo creo que las dos son especiales, son muy importantes, son dos de las carreras más importantes, digamos, en España«. El vínculo con la provincia va más allá de lo deportivo; encuentra un eco personal en su geografía y su gente. «Es un poco parecida a la mía, una provincia pequeña, con pocos habitantes, como es Cuenca también. Entonces, en ese sentido, pues, le guardo especial cariño«, ha señalado.

Incluso ha recordado haber preparado específicamente el terreno soriano para una de esas gestas. «Me acuerdo, para el campeonato de España y demás, sí que hemos rodado por ahí», ha comentado. Aunque le gustaría entrenar más en la zona, la logística del calendario profesional lo complica. Sin embargo, deja una puerta abierta para el futuro: «Seguramente, cuando me retire, podré hacerlo o haciendo alguna ruta de mochila con la bici de gravel«.

Nuevos retos y la espina del World Tour

Con la vista puesta en la nueva temporada, el gran anhelo de Herrada es volver a saborear la victoria. «Mi objetivo, mi reto es volver a ganar el próximo año. La carrera, pues bueno, me da un poco igual. Sí es verdad que cuanto más importante sea la carrera, pues mucho mejor«, ha afirmado con rotundidad. En ese horizonte de objetivos, La Vuelta a España ocupa un lugar prioritario. Aunque las invitaciones aún no se han confirmado, para el Burgos Burpellet y para él es una cita fundamental. «Sería un sueño para todos», ha dicho sobre la posibilidad de conseguir una cuarta etapa en la ronda española.

Al mirar atrás, a su extensa carrera en el World Tour, no siente que le queden grandes cuentas pendientes, aunque reconoce que la ambición siempre está ahí. «Ganar en las tres grandes, yo creo también, es uno de… bueno, si hubiese ganado mucho mejor, pero tampoco me quita el sueño«, ha reflexionado. Ha recordado con orgullo su segundo puesto en una etapa del Tour de Francia (2020), donde Lutsenko le arrebató la victoria en Mont Aigoual, y sus actuaciones en clásicas como la Lieja o la Flecha Valona, carreras que se adaptan perfectamente a sus cualidades, pero donde siempre es muy complicado poder levantar los brazos dada la importante competencia que hay.

También ha sido testigo directo de la revolución que ha supuesto la llegada de una nueva generación de talentos como Poga?ar. Ha admitido que el nivel del pelotón «ha subido mucho» y que las victorias «cada vez están más caras, entre comillas«. Según su análisis, las oportunidades para los ciclistas que no pertenecen a los grandes equipos dominadores se han reducido drásticamente: «Este año en la Vuelta, por ejemplo, no ha habido muchas oportunidades para ciclistas normales, entre comillas», ha lamentado, recordando que equipos como UAE y Visma han dominado la carrera de cabo a rabo, dejando muy pocas oportunidades al resto.

Ante la pregunta final de elegir entre sus dos grandes triunfos en Soria, Herrada ha sido incapaz de decantarse, evidenciando el valor sentimental de ambos. «No te sabría decir. Yo creo que cada una es especial«, ha concluido, otorgando un «cincuenta para cada una». Un empate técnico en el corazón de un ciclista que ha encontrado en Soria su tierra prometida.