Redactar un testamento de forma adecuada es la principal garantía para prevenir tensiones entre los futuros herederos, según explica Antonio Martínez, socio fundador del despacho Martínez Lafuente. El abogado considera esencial que la persona que otorga testamento conozca con precisión su patrimonio y lo distribuya de manera equilibrada.

Martínez advierte de que la existencia de numerosos copropietarios suele ser un origen habitual de conflictos. Compartir inmuebles puede generar tensiones familiares, salvo en casos de vínculos especialmente estrechos. El letrado reconoce que, en determinadas circunstancias, los herederos pueden llegar a enfrentarse incluso por objetos de escaso valor.

El especialista señala que una planificación tardía del testamento suele llevar a repartir los bienes a partes iguales, una práctica que puede resultar problemática. Recomienda asignar propiedades concretas a cada beneficiario para evitar disputas derivadas de la obligación de compartir inmuebles no deseados. Cuando los conflictos ya han surgido, sostiene que la vía más eficaz es la negociación entre los herederos para alcanzar un acuerdo.

Conflictos por la vivienda familiar

Uno de los focos de tensión más frecuentes es la vivienda familiar especialmente si uno de los hijos reside en ella o permanece allí por falta de alternativas. Martínez afirma que esta situación puede desembocar en la figura del heredero okupa y aconseja atribuir la casa a un único descendiente y compensar al resto con otros bienes. Cuando el conflicto se agrava, propone como solución que quien ocupa la vivienda compre la parte correspondiente al resto de hermanos.

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Si el acuerdo no se alcanza, el abogado menciona alternativas menos favorables, como vender las participaciones de cada heredero a fondos de inversión o empresas especializadas. Otra posibilidad es acudir a la vía judicial para solicitar una extinción del condominio, aunque esta fórmula implica tasaciones por debajo del valor de mercado y se plantea únicamente como una medida de urgencia.

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