Don Juan Carlos fue de los primeros en llegar. Después vimos a los Reyes don Felipe y doña Letizia conduciendo ellos mismos, junto a la Princesa y la Infanta. También fuimos testigos del momento en que se incorporaron al evento las infantas Cristina y Elena, y los otros nietos, que aparecieron en una furgoneta. Uno de los temas fue la felicitación de todos a la reina doña Sofía por el Toisón de Oro que le entregó el viernes su hijo. Recordemos que ni su marido, ni sus hijas ni tampoco ninguno de sus nietos, salvo la infanta Sofía y la princesa Leonor, pudieron estar presentes.

Eso sí, vimos preciosos gestos de cariño hacia doña Sofía por parte de su hijo y de su nuera. Pero, a diferencia de esa celebración institucional retransmitida con luz y taquígrafos, este sábado no estuvieron las cámaras de televisión ni los medios. Aun así, sabemos que la familia del Rey se mostró unida en el almuerzo. Las comentadísimas memorias del rey Juan Carlos, con alusiones polémicas hacia doña Letizia y hacia su propio hijo, no han impedido que los Borbones y sus seres queridos se sentaran alrededor de la misma mesa, larga y rectangular, para acompañar al Rey Felipe, al antiguo monarca y a la futura Reina, la princesa Leonor (foto que no tenemos) además de felicitar a doña Sofía, como ya apuntábamos. No nos consta que nadie, de las setenta personas que compartieron almuerzo, llevara el libro ya publicado en Francia para que don Juan Carlos se lo firmara o dedicara.

Nos aseguran que predominó un tono distendido y cordial, con una sobremesa generosa. Los royals que acudieron a esta conmemoración (en privado) de los 50 años de la llegada al trono de Juan Carlos I fueron entre otros los de Bulgaria, los griegos y los españoles. Llevaban unos tres años sin reunirse todos los miembros de la familia. Según ha podido saber Informalia, unos y otros hablaron en corrillos improvisados de pie, porque antes del almuerzo tuvo lugar un cóctel en el salón de los Austrias, en el Palacio del Pardo.

Nos cuentan algunos detalles reveladores, como que doña Letizia estuvo cerca de sus hijas y que, a los postres, don Felipe se puso de pie, micrófono en mano, y dirigió unas palabras a los presentes, cargadas de cariño, refiriéndose sobre todo a sus padres, tanto don Juan Carlos como doña Sofía, que se mostraron emocionados.

Sabemos también algunos detalles del menú que Sus Majestades y toda la familia Borbón degustaron: la selección de platos incluyó boletus y mero, servido por el catering Alabardero. Como apuntábamos, los invitados compartieron un aperitivo antes de sentarse en la mesa y, después de comer, un café. Tanto el cóctel como la sobremesa fue de pie.

El momento Cenicienta del Emérito y Froilán

Pero tanto el rey emérito como Froilán vivieron su «momento Cenicienta» y abandonaron el palacio a la hora límite prevista, si bien, a diferencia del cuento, fue sobre las cinco de la tarde y no a medianoche, y por supuesto no nos consta que perdieran los zapatos.

Tampoco se fueron en carroza: suponemos (que no sabemos) que un vehículo los trasladó directamente al aeródromo para embarcar en un avión privado. El Emérito y su nieto fueron los primeros en abandonar el almuerzo, presumiblemente camino de alguna capital europea —sea Londres o Ginebra— o quizás directamente hacia Abu Dabi.

Como ya avanzamos este sábado, otro motivo de comentario fue la presencia de novias: varios nietos de los Reyes acudieron con sus respectivas parejas. Telecinco exhibió imágenes de Pablo Urdangarin yendo a recoger a su novia al barrio de Salamanca, en Madrid, sobre las ocho de la mañana, y desde allí se desplazaron en un vehículo de lujo de marca japonesa al Palacio de la Zarzuela, donde, según se ha dicho, pudieron desayunar con la reina doña Sofía, que estuvo acompañada de varios nietos. Querían darle una sorpresa tras el Toisón de Oro.

Don Juan Carlos y doña Sofía, juntos en El Pardo

El rey Juan Carlos I aterrizó en Barajas cerca de las 11:30 horas, desde allí se desplazó hasta el Palacio de El Pardo, donde llegó pasadas las 13:00 horas, tres cuartos de hora antes que lo hicieran los Reyes con la princesa Leonor y la infanta Sofía. Al llegar, por el acceso lateral del palacio, el coche del emérito, que viajaba de copiloto, no redujo su velocidad, pero el padre del Rey saludó con la mano a los reporteros.

A su llegada, ya esperaban a don Juan Carlos algunos de sus familiares, pero hasta media hora después no se produjo la entrada al recinto de la reina Sofía, quien iba en el coche acompañada de la menor de sus hijas, la infanta Cristina.

Juan Carlos I llegó directamente de Abu Dabi, de donde salió a primera hora de la mañana para llegar a Madrid seis horas de vuelo después en un avión privado de la compañía Vista Jet. A las 6 de la tarde, en otro avión privado despegó de Barajas en dirección a Abu Dabi. Algunas fuentes indican que con su nieto Froilán.

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