La bicicleta está ganando cada vez más protagonismo en las carreteras de Asturias y españolas, en general, pues se trata de una herramienta clave para alcanzar una movilidad más saludable y sostenible. De hecho, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha trabajado durante años mejorando las infraestructuras para que la bicicleta se integre en la actividad diaria de las personas y se convierta en un medio de transporte tan válido y seguro como cualquier otro.
No obstante, al igual que el resto de conductores de vehículos, los ciclistas deben respetar una serie de normas de circulación para garantizar la máxima seguridad en la carretera.
En ciudad y en carretera es recomendable, pero no obligatorio, circular siempre por los carriles bici, si los hay, puesto que son más seguros, sin embargo muchas carreteras nacional carecen de este tipo de vías, por lo que obliga a muchos ciclistas a rodar por los arcenes o por la carretera en grupo. «En ciudad, las bicicletas deben circular lo más próximo a la derecha de la vía, dejando una separación de seguridad con el bordillo o con los vehículos estacionados. Y si van en grupo, podrán circular en columna de a dos como máximo», expresa la Dirección General de Tráfico (DGT).
«En carretera, los ciclistas deben utilizar el arcén de su derecha, si existe, para circular. Solo podrán abandonarlo en descensos prolongados en condiciones seguras. Los ciclistas tienen permitido circular en filas de dos en carretera, orillándose todo lo posible a la derecha de la vía. En cambio, en tramos sin visibilidad (como curvas) y cuando formen aglomeraciones no podrán circular en paralelo y deberán colocarse en hilera».
No obstante, el Boletín Oficial del Estado (BOE) ha dado luz verde a cambiar los arcenes por carriles bici en la Red Estatal. «Es necesario destacar el importante papel que el fomento de la movilidad activa y sostenible, y en particular el de la movilidad ciclista, ha adquirido en la actividad del departamento. Esto queda reflejado en diferentes líneas de trabajo y planes emprendidos en los últimos años, entre los que cabe destacar el Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible, la Estrategia de Movilidad Segura, Sostenible y Conectada 2030, aprobada por Acuerdo del Consejo de Ministros de 10 de diciembre de 2021, y más concretamente, la Estrategia Estatal por la Bicicleta, aprobada por Acuerdo del Consejo de Ministros de 8 de junio de 2021. Asimismo, la estructura orgánica básica del departamento, aprobada por Real Decreto 253/2024, de 12 de marzo, contempla dentro de las competencias de la Dirección General de Carreteras, el impulso y desarrollo de las iniciativas de movilidad ciclista en el ámbito de las carreteras del Estado. Dichas iniciativas deben garantizar el desarrollo de una red continua y segura que facilite la movilidad en bicicleta en los ámbitos urbano, periurbano e interurbano. Además, para garantizar la coherencia de las políticas en la materia, se deberá colaborar con el resto de las administraciones públicas competentes. Por todo ello, se han incluido en una disposición adicional los principios que deben regir la planificación, construcción y explotación de las vías ciclistas para que cumplan el objetivo de facilitar la movilidad en este medio de transporte sostenible y activo en condiciones de seguridad para todas las personas usuarias de la vía», explica el documento.
«En carreteras multicarril y carreteras convencionales con una intensidad media diaria reducida en las que se considere especialmente conveniente incluir un itinerario ciclista o dar continuidad a uno ya existente, para la ejecución de vías ciclistas adyacentes a las carreteras del Estado podrán disminuirse o suprimirse los arcenes preexistentes, justificando que no se perjudican las condiciones de seguridad viaria o la adecuada explotación de la carretera».