Hay días que salen redondos y Esteban Andrada tuvo el sábado con el Real Zaragoza uno de ellos, un partidazo enorme en Ipurua, con muchas paradas y varias de mérito para sostener al equipo en inferioridad desde el minuto 25 por la expulsión de Saidu y que remontó el encuentro para vencer en el feudo eibarrés, donde nadie lo había hecho este curso. Además, en el regreso en bus de esa cita se enteró del título de la Copa Sudamericana para Lanús, el club en el que entró en las categorías inferiores con 16 años y en el que ha estado la mayor parte de su carrera.

Desde 2007 hasta 2018, cuando fue traspasado a Boca Juniors por 5 millones de dólares, estuvo Andrada en Lanús, con un año de cesión en 2014 al Arsenal FC de Sarandí, por lo que el título logrado por el conjunto argentino, dirigido por Mauricio Pellegrino, ante Atlético Mineiro en la final disputada en Paraguay le aumentó la felicidad por esa Copa Sudamericana que él también conquistó en Lanús en 2017, aunque el arquero zaragocista subrayaba su satisfacción sobre todo y ante todo por el triunfo en Eibar, un valioso botín del que fue protagonista.

Hasta seis paradas de mérito firmó en Ipurua, además de ganar mucho tiempo al reloj en la segunda parte pidiendo la entrada de las asistencias, dando el aplomo de sus 34 años, de las mil batallas con Lanús, Boca o Monterrey, donde hizo lo mejor de su carrera y además de ser internacional con la albiceleste en cuatro ocasiones. “Recuerdo con Lanús jugando una Copa Sudamericana me tocó una situación similar”, aseguró en Aragón TV tras el partido cuando se le preguntó por un encuentro donde tuviera tanto trabajo como ante el Eibar. “Teniendo tantos partidos en el lomo traté de dar esa tranquilidad a mis compañeros, perdí un poco de tiempo, el juego lo precisaba con uno menos, y le pedí disculpas después a los jugadores del Eibar y lo entendieron”.

«Los chicos sacaron un partido adelante muy bueno, para nosotros es un envío anímico muy importante, hay que seguir por este camino, sin bajar los brazos, estamos más cerca de salir de la zona de abajo, pero hay que seguir trabajando y afrontando los partidos igual”

“Después de la expulsión se nos hizo todo muy cuesta arriba, afrontar casi 70 minutos con un jugador menos no es fácil y más en esta Liga. Los chicos sacaron un partido adelante muy bueno, para nosotros es un envío anímico muy importante, hay que seguir por este camino, sin bajar los brazos, estamos más cerca de salir de la zona de abajo, pero hay que seguir trabajando y afrontando los partidos igual”, aseveró Andrada, llegado sobre la bocina del mercado de verano, el 1 de septiembre y que ha alternado la titularidad con Adrián, aunque el argentino arribó con el rol protagonista, cedido por Monterrey, y ha participado en las tres victorias del equipo en Liga (Mirandés, Huesca y Eibar) y la de Copa en Mutilva.

«Uno veía entrenar en el día a día y cómo se trabajaba y los resultados no se daban, era una pena muy grande. Vamos revirtiendo esta situación, con el apoyo de la gente, cuando las cosas no salen bien hay que decirse las cosas a la cara y eso pasó”

“El equipo se está levantando, esto es largo, nos queda más de la mitad del torneo. Uno veía entrenar en el día a día y cómo se trabajaba y los resultados no se daban, por lo que era una pena muy grande. Vamos revirtiendo esta situación, con el apoyo de la gente, cuando las cosas no salen bien hay que decirse las cosas a la cara y eso pasó”, finalizó el argentino, cedido hasta el 30 de junio en el Zaragoza, con una opción de compra de 1,5 millones de dólares que solo es obligatoria en el caso de un ascenso ahora remotísimo.