¡Ya estamos de vuelta, como cada domingo, con una nueva crítica de Dragon Ball GT, una de las series de Goku y sus amigos más queridas por un servidor! Aunque hoy no tenemos un capítulo muy bueno que digamos…
O al menos, a nivel técnico, y es que si tenemos en cuenta el nivelazo de las últimas entregas, es normal que la calidad decaiga un poco en esta ocasión. ¡Imposible mantener un ritmo tan alto, sin duda!
¿Y qué es lo que nos vamos a encontrar en el capítulo 23 de Dragon Ball GT? Si recuerdas el episodio anterior, Goku y sus amigos descubrieron el turbio secreto del Dr. Mu, esto es, la gestación de la máquina mutante definitiva conocida como Baby, con el objeto de controlar todo el universo.
Paradójicamente, el doctor desconocía que en realidad todo había sido planeado por Baby con anterioridad, por lo que fue utilizado como una simple marioneta para sus fines. Ahora, el científico ha sido asesinado por el propio Baby y el parásito mutante anda suelto por el espacio.
Eso sí, Goku y los demás piensan que acabaron con Baby en la sala secreta del Dr. Mu, pero nada más lejos de la realidad… Es más, cuando regresan al planeta M2 (por arte de magia, parece ser) para recuperar su nave y proseguir con su viaje, son atacados por el incombustible Rilld.
Por suerte, Goku, Pan y Trunks acaban con él con un triple Kame Hame Ha y ponen rumbo hacia la próxima Bola de Dragón. No obstante, lo que desconocen es que… ¡Baby había tomado el cuerpo de Rilld para intentar eliminarles!
Ya en el espacio, Giru localiza una Bola de Dragón en el interior de una nave espacial destruida, a punto de ser engullida por la gravedad de un sol gigantesco. Así las cosas, los saiyans se enfundan sus trajes espaciales, típicos de Dragon Ball Z, y se montan en unas motos sin igual para hacerse con la esfera.
Una vez dentro de la nave, consiguen la bola con cierta facilidad, pero Giru detecta unos leves signos vitales en una de las habitaciones. De esta manera, Goku y sus amigos encuentran a un niño moribundo, salvándole in extremis antes de ser devorados por la gravedad del sol.
Tras pasar algunos apuros, el equipo logra finalmente llegar a la nave Tako y retomar su camino, pero ahora deben encontrar un planeta en el que puedan curar al joven que han rescatado. ¡Y de esta forma aterrizan en el planeta Pital!
Esta estrella es famosa por albergar uno de los mejores servicios médicos de todo el universo, así que la vida del joven parece estar ya en buenas manos. Sin embargo, cuando sus cuidados intensivos han terminado, el muchacho despierta y, con una sonrisa malévola, hace estallar su habitación del hospital. ¿Quién será en realidad este niño?
¡CURIOSIDADES!
1-Como de costumbre, siempre que visitamos un nuevo planeta en Dragon Ball GT, te traemos su aspecto visual. En esta ocasión, luce de una manera harto coherente.
Tal y como te comentamos arriba, se trata del planeta Pital, una estrella con uno de los mejores servicios médicos del universo. Así que, como no podía ser de otra manera, nos presenta una cruz de color verde que rápidamente asociamos a la medicina.
2- ¿Sabías cuál es uno de los mayores miedos de Son Goku? Este querido personaje se ha enfrentado a los enemigos más poderosos del universo y lo único que le preocupa son…
¡Las inyecciones! Sí, no estás soñando. De hecho, al entrar al hospital, el saiyan se ha puesto a cubierto para que los médicos no le den ningún susto con las agujas…
Y de esta manera llegamos al final de la crítica semanal de Dragon Ball GT. ¿Qué te ha parecido la entrega de hoy? ¿Recordabas este episodio de la mítica serie de los años 90?
Sin más, mañana regresaremos con otra entrega Z, como siempre, en Hobby Consolas. ¡No dejes que te lo cuenten! ¡Kai, Kai!
Valoración
Nota 65
Aunque estamos ante un episodio bastante mediocre a nivel visual y se nos deja alguna pregunta sin contestar, todo esto se compensa con el intrigante rescate de un misterioso niño en mitad del espacio.
Lo mejor
La tensión en la nave espacial a punto de ser engullida por el sol. El misterio que rodea al niño que han rescatado. El gancho final.
Lo peor
El dibujo deja muchísimo que desear, a diferencia de las entregas anteriores. No se explica cómo regresan al planeta M2 desde la estrella de Mu.