Marina León

Domingo, 23 de noviembre 2025, 20:10

Consuelo Berlanga, una de las presentadoras más queridas de la televisión, ha vuelto a colocarse delante de una cámara a sus 70 años para ofrecer una entrevista de lo más sincera sobre, entre otras cosas, el momento más duro de su vida: el fallecimiento de su marido. El médico Ricardo Pita, en el verano de 2024 después de compartir casi cuatro décadas de vida juntos.

No es la primera vez que la que fue ‘chica Hermida’ hablaba sobre lo duro que ha sido afrontar la muerte del que fue el amor de su vida. «Ricardo ha sido mi gran secreto, una joya que he guardado solo para mí», confesó hace exactamente un año y medio en el programa ‘Y Ahora Sonsoles’. «Él quería mantener su intimidad, que yo tuviera mi parcela y él la suya. Creo que eso es lo que ha hecho que hayamos podido estar 39 años juntos. Respeté perfectamente que lo suyo no tenía nada que ver con lo mío», dijo totalmente emocionada.

Ahora ha reaparecido en ‘El Show de Bertín’, en Canal Sur, para contar cómo se encuentra. «En nuestra profesión es muy complicado. Yo siempre iba sola a todos lados, a entregas de premios, a estrenos… Iba encantada de la vida», explicó. «Él decía que se moría si se hubiera visto en una revista. Así que eso lo hicimos muy bien». De hecho, esta discreción hizo que en ocasiones «llegaran a pensar yo no tenía a nadie a mi lado, que estaba sola y me lo inventaba. Muy poquita gente le conocía».

Consuelo le confesó al presentador que ahora mismo «no puedo decir que esté bien. El primer momento es de shock total, te quedas catatónica, no quieres saber nada de nadie, no te interesa nada y eso luego pasa a ‘¿por qué me ha pasado a mí con lo feliz que yo era y lo bien que estábamos juntos?’», se preguntó la comunicadora. Un factor que ha ayudado a la presentadora a sobrellevar mejor el dolor es que, a diferencia de otras pérdidas repentinas, tuvieron tiempo para despedirse. «He tenido la suerte de que he tenido una persona que amaba la vida profundamente. Tuvimos tiempo de prepararlo», confesó. Por último, contó que lo que queda es acostumbrarte a vivir sin esa persona y seguir adelante. «No vas a tener su sonrisa ni sus palabras, pero la vida coloca las cosas en su sitio. A la vida no le marcas tú el guión. O lo aceptas o tomas el camino equivocado».

Reporta un error