El eminente oftalmólogo Jorge Alió (Caracas, 1953) intervendrá el próximo 26 de noviembre en la jornada sobre ‘Avances en el conocimiento actual sobre la oftalmología: … retos y oportunidades’, que organiza la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en su sede de Cartagena, a las 18.00 horas.

–Está en el séptimo lugar en la lista de oftalmólogos más influyentes del mundo. ¿Qué le ha reportado personal y profesionalmente?

–Los reconocimientos siempre sirven para incrementar tu convicción de que estás haciendo lo correcto. Eso no implica que dependas de ellos para poder seguir adelante, pero existe el reconocimiento, por parte de terceros, en especial de otros colegas, en un ámbito tan competitivo como es el científico profesional, supone un estímulo y una alegría. Por otra parte, como docente, el tener una posición destacada en cuanto a mi nivel de influencia profesional, implica que mi tarea educativa está siendo eficaz y que, a través de los recursos educativos que utilizamos y que básicamente permiten diseminar los avances científicos en los cuales trabajamos, tanto nosotros como otros, sirven para los demás y son apreciados como un progreso para nuestra especialidad.

–La lente intraocular acomodativa Lumina que ha desarrollado, ¿cómo mejora los resultados de las operaciones de cataratas?

–La lente Lumina es una lente acomodativa, es decir, es capaz de enfocar a distintas distancias sin necesitar varios focos a la vez, como ocurre con las multifocales. A diferencia de otras lentes, esta capacidad hace que la lente se comporte con un único foco a las distintas distancias y de esa manera evitar los trastornos luminosos, como aparición de mala visión y otros fenómenos visuales que acontecen al usar lentes multifocales o EDOF. Se trata, en mi opinión y sin ninguna duda, como el mayor paso adelante que se ha dado en la oftalmología en cuanto a lentes intraoculares, puesto que la recuperación de la acomodación no se ha conseguido hasta ahora. Esta lente ha pasado por estudios científicos publicados en revistas científicas de alto nivel hasta un total de cuatro trabajos, que demuestran sus capacidades y su realidad. Se trata, sin ninguna duda, de la primera lente acomodativa funcional y con funcionalidad demostrada del mundo hasta ahora descrita.

–¿A qué se debe que los pacientes de cataratas sean cada vez más jóvenes?

–Las operaciones de catarata se hacen cada vez en personas más jóvenes, pero eso no quiere decir que ocurran más precozmente. Más bien cómo se trata de que la cirugía es capaz de eliminar las cataratas con éxito en edades más tempranas porque alteran la capacidad visual del sujeto. Se define catarata como una pérdida de la transparencia del cristalino causante de una disminución visual. Hoy se utiliza otro concepto, como es el de cristalino disfuncional, en el que describimos cómo el cristalino al envejecer (sin estar opaco) degrada la capacidad visual. Este hecho se aprovecha, el de la operación sobre el cristalino, para restaurar la emetropía (no necesita gafas para ver bien) a todas las distancias con lentes diversas, y, no obstante, hasta la fecha no han conseguido restaurar la acomodación. Esa es la ventaja de la lente Lumina antes descrita.

–Hay mucha controversia con las intervenciones para cambiar el color de los ojos, pero usted creó una técnica pionera para hacerlo. ¿En qué consiste y qué garantías ofrece?

–La técnica de la queratopigmentación fue descrita por mí en todos sus aspectos hace ya más de 14 años y desde entonces la utilizamos sobre todo para casos terapéuticos. Se trata del uso de pigmentos y técnicas para hacerlos permanentes en la córnea, para igualar el color de ojos anormales (opacidades de cornea, ojos ciegos por operaciones fallidas, otros procesos patológicos que desfiguran al paciente). Estos casos no tenían hasta ahora ninguna solución más que quitar el ojo (enucleación) y colocación de una prótesis. Hemos conseguido con esas técnicas restaurar un aspecto normal que es un inmenso beneficio para los pacientes. De camino a conseguir esto, hemos descrito la técnica de queratopigmentación cosmética para cambiar el color de ojos a modo voluntario. Esta es una opción estética tomada por algunos pacientes y que, practicada con cautela, seleccionando bien al paciente y los pigmentos, está teniendo ahora un gran éxito aunque aún necesita proyección en el tiempo para demostrar su estabilidad y seguridad a largo plazo. Es simplemente un nuevo tipo de cirugía que añade valor a todo lo que hacemos tanto a pacientes patológicos como a veces a pacientes con deseos estéticos de cambio de color de ojos.

–¿En qué medida están afectando los cambios en los hábitos de vida al empeoramiento de la visión?

–Los cambios actuales en el modo de vida implican un mayor uso de la visión próxima. Esto, trasladado al adulto, se traduce en una mayor necesidad de gafas de cerca a partir de una determinada edad, pero en jóvenes implica un estímulo a la miopía. Sin duda, la plaga que supone la miopía infantil y su evolución (en algunos países como Singapur alcanza el 70% de la población, al igual que en algunas áreas de China), constituye un cambio biológico que se está abordando en este momento con técnicas y tratamientos que permiten atenuar o controlar este crecimiento anormal del ojo. Sin duda alguna, hay que cambiar los hábitos de vida de nuestros niños, utilizar estas técnicas preventivas y finalmente, ser cautelosos con estos desequilibrios en los hábitos de vida de nuestra población que se demuestran no adecuados para nuestra salud.