¿Se puede comer huevo y beber café si se padece hígado graso? Qué dicen los expertos sobre estos alimentos comunes
(RS)
El consumo de huevo y café suele generar dudas entre personas diagnosticadas con enfermedad del hígado graso, una de las afecciones hepáticas más frecuentes, especialmente entre quienes conviven con obesidad y síndrome metabólico.
Lejos de restricciones infundadas, especialistas afirman que ambos alimentos pueden incluirse en una dieta equilibrada para quienes padecen hígado graso.
De acuerdo con la licenciada Natalia Antar (MN 8271, MP 4226), nutricionista del Hospital Británico y de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (LALCEC) en entrevista con la periodista Silvia Pardo para Infobae, la recomendación de eliminar el huevo de la alimentación ya no tiene respaldo científico.
“El mito de que el huevo daña el hígado proviene de décadas pasadas y no tiene respaldo actual. El huevo es rico en colina, un nutriente esencial para el metabolismo de las grasas hepáticas y puede incluso tener un rol protector, siempre que se incluya en el marco de una alimentación equilibrada. Un huevo al día está dentro de lo recomendado en una dieta saludable, según guías internacionales”.
Alimentos sugeridos y patrones dietéticos protectores contra el hígado graso o inflamado
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La consulta sobre el impacto de bebidas como el café, el té y el mate es frecuente en consultorios de nutrición clínica. La experta agregó: “El consumo regular de 2 tazas de café al día se asocia con menor fibrosis hepática y menor progresión del daño hepático en personas con hígado graso”. El café, siempre que se consuma sin azúcar ni cremas, muestra beneficios sobre marcadores hepáticos en diversos ensayos clínicos.
Respecto al té verde, la especialista remarcó su potencial hepatoprotector, vinculado a la presencia de polifenoles de la familia de las catequinas. “Si es sin azúcar, puede ser un aliado”, sostuvo. Sobre el mate, aunque no existen estudios específicos en hígado graso, aclaró que su consumo moderado y sin azúcar no muestra contraindicaciones. “La clave es no agregar azúcar ni edulcorantes en exceso y evitar bebidas demasiado calientes”, remarcó.
No obstante, la nutricionista aconsejó limitar el consumo de estas bebidas en caso de desenvolverse sensibles ante problemas gástricos o trastornos del sueño.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHNA) consiste en la acumulación de grasa en las células hepáticas y se relaciona mayoritariamente con factores metabólicos. Datos del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), indican que afecta al 75 % de las personas con sobrepeso y a 90 % de quienes presentan obesidad grave.
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Según la especialista, la condición puede derivar en inflamación (esteatohepatitis), fibrosis y cirrosis, aunque la mayoría de los casos permanecen estables. La enfermedad habitualmente cursa sin síntomas visibles; en algunas personas pueden aparecer fatiga y molestias abdominales leves en fases avanzadas. El diagnóstico requiere estudios de laboratorio y, en ocasiones, biopsia.
El NIH y la Academia Española de Nutrición y Dietética señalan que no existen medicamentos específicos para tratar la enfermedad del hígado graso no alcohólico, aunque algunos se encuentran en evaluación clínica. El tratamiento principal se basa en el cambio de hábitos alimentarios y la pérdida de peso.
Los expertos recomiendan adherir a un patrón alimenticio de tipo mediterráneo, enfocado en grasas insaturadas y reducción de carbohidratos refinados. Fuentes científicas como la Clínica Cleveland y la AARP sugieren priorizar aceite de oliva, nueces, frutas, verduras, legumbres y pescado, al tiempo que piden restringir productos ultraprocesados, pan y arroz blanco, y azúcares añadidas.
“La estrategia principal para el hígado graso es un cambio en el estilo de vida”, informó el NIH en un reporte. Además, las personas con diabetes tipo 2 y quienes presentan resistencia a la insulina registran mayor riesgo de desarrollar la condición, por lo que la consulta médica y los controles regulares resultan fundamentales.
Alimentos sugeridos y patrones dietéticos protectores contra el hígado graso o inflamado
Diversos especialistas internacionales y entidades como el NIH identifican las comidas que deben limitarse para no agravar la esteatosis hepática. Productos ultraprocesados, bebidas azucaradas, carnes procesadas, grasas trans y alcohol integran la lista de alimentos desaconsejados.
La mayoría de las personas con hígado graso desconocen su condición. Por ello, la prevención y la detección temprana mediante estudios médicos cobran especial relevancia, junto con la adopción de un patrón alimentario adaptado y consensuado con equipos de salud.