El Elche ofreció un excelente retrato de lo que puede ser un equipo con las ideas claras, el arrojo, el orden y la intensidad, la fórmula que le ha llevado a la parte noble de la tabla pese a ser un recién ascendido. Jugó mucho, más que el Madrid, al que mostró sus debilidades y estuvo a punto de derrotar. Con justicia. Los blancos evitaron la crisis en un arreón clásico, sin brillo colectivo y poca aportación individual más allá de Courtois y Mbappé, los de siempre. Alonso agitó el árbol en busca de una reacción, pero no encuentra respuestas. El Madrid no progresa, involuciona. Ha malgastado en tiempo récord la renta del Clásico y cada días es menos equipo. Ni rastro de aquel conjunto moderno y agresivo que anunció en el Mundial de Clubes.
El parón (y las decepciones de Anfield y Vallecas) invitaron a Xabi Alonso a meter mano en la alineación. Dejó fuera a Vinicius, Valverde y Camavinga, y aunque la semana europea invita a rotar, los dos primeros han tenido sus cositas con el entrenador, así que es lícito pensar en otros motivos para la suplencia. También sorprendió la elección de Ceballos en el eje y Fran García como carrilero hipotético, interior en la práctica, con Carreras por detrás. El doble lateral del Madrid se emparejó al doble del Elche, Núñez por detrás de Héctor Fort. Que Sarabia también tiene sus sorpresas tácticas.
No es casualidad el imponente arranque del Elche. La frivolidad de Núñez recorriendo su área amagando a los delanteros rivales al inicio es una declaración de intenciones de un equipo que prefiere arriesgarse a encerrarse. Antes muerto que sencillo. Juega mucho y bien, con y sin balón, como demostró Fort al robar a Carreras, habilitar a Rafa Mir e invocar el primer milagro de Courtois.
Es justo decir que quien antes había buscado portería fue Mbappé, cruzando un remate a centro atrás de Asencio. Aceptaron los dos equipos el intercambio de golpes a campo abierto, y el siguiente fue para el Elche. Trató de anticipar Huijsen, tocó mal y dejó solo a André Silva, que vio enorme a Courtois y buscó el pase en vez del remate. La réplica, en un pase largo de Güler que activó la galopada de Mbappé, mano a mano, que sacó Iñaki Peña. Un gigante. Como demostró poco después al tercer remate de Kylian, esta vez a centro de Trent. Remató a bocajarro, y Peña salvó con la pierna. De balonmano. Antes de la pausa igualó el contador de ocasiones claras André Silva, al recibir un pase estupendo de Diang, imponente en la medular. El portugués cruzó el tiro y Courtois sacó sin inmutarse. Thibaut, de negro riguroso y con el brazalete de capitán, impone el doble.
Gol de Febas (1-0) en el Elche 2-2 Real MadridSportian
No se impuso el Madrid en medio tiempo, así que la sacudida de Alonso no había surtido el efecto esperado. Ceballos no reguló el tráfico y asumió más riesgos de los necesarios, y Rodrygo no asomó hasta después de la pausa, cuando ya calentaban Vini, Valverde y Camavinga. Remató duro, al ángulo corto, y respondió notable Iñaki Peña. El caso es que el Madrid no calibró la amenaza y el Elche tejió una jugada excelente para ponerse en ventaja. Tocó bien el equipo franjiverde, con paciencia, ocupando los espacios y buscando la sorpresa. Culminó Febas, el pivote, entrando como interior zurdo, tras recibir la pared de tacón de Valera, lateral derecho en posición de ariete. Fútbol moderno, vaya. Y como en el Madrid nadie persigue, pues pasa lo que pasa.
Gol de Huijsen (1-1) en el Elche 2-2 Real MadridSportian
Alonso metió el triple cambio de inmediato. Y no tardó mucho en meter el cuarto, Gonzalo. Al fin tenía Trent alguien a quien buscar con sus bananas. Era la mejor vía para crear peligro. El drama del Madrid era cuando no tenía la pelota. Partido y sin capacidad para presionar, las posesiones del Elche eran cada vez más largas. Aún así, con menos juego que empuje, igualó el Madrid en un córner de Trent, que las pone con música. Tocó Bellingham, pareció que con el brazo, y Huijsen embocó desde cerca. El VAR revisó la acción y la validó.
Gol de Álvaro Rodríguez (2-1) en el Elche 2-2 Real MadridSportian
Quedaba poco tiempo, pero pasaron muchas cosas. Metió Sarabia a Álvaro Rodríguez por Silva, pieza por pieza, y el canterano blanco, igual que Febas, buscó en vertical, nadie le cortó el paso, quebró a Asencio y colocó junto al palo. Locura.
Gol de Bellingham (2-2) en el Elche 2-2 Real MadridSportian
Se ordenó el Elche para buscar la contra y aprovechar los espacios, pero el Madrid encontró premio en otro balón aéreo, ese que tanto le ha penalizado en los últimos tiempos. Tocó Trent pasado desde la izquierda, devolvió Huijsen, voleó Bellingham, sacó Peña que chocó con la pierna de Vinicius, retrasó Mbappé desde línea de fondo y Jude completó el empate. Reclamó el Elche, alarmado por la sangre de su portero, quien al final afirmó que el golpe fue por la inercia. Su técnico, en cambio, dijo que fue falta clarísima. Única nota discordante de un Elche afinado, valiente y exquisito. Esa identidad que podría tener y que no encuentra un Madrid que da pasos hacia atrás. Cada vez presiona menos y se rompe más. Síntomas preocupantes.