La tregua que, en principio, darán las lluvias en ambas jornadas, en una semana en la que el ginkgo biloba más longevo de España está ya muy amarillo y en su máximo esplendor, invita a acercarse hasta Fonseca
24 nov 2025 . Actualizado a las 11:09 h.

Las últimas jornadas de lluvia retrasaron una de las tradiciones otoñales más afianzadas en los últimos años en Santiago, la de fotografiar y fotografiarse en el ginkgo biloba, el majestuoso ejemplar de 21 metros de altura que embellece aún más el pequeño jardín de Fonseca —resquicio del primer jardín botánico de la USC—, situado en el corazón del casco histórico de Compostela. Las hojas de este árbol, considerado por los expertos, con sus más de 140 años de historia, como el más veterano de su especie en España, están ya amarillas, cayendo de forma paulatina y formándose ya una hermosa alfombra, con un abanico de ocres, objetivo de muchas instantáneas.

Meteogalicia avanza que en este lunes por la tarde, tras el paso del frente de esta mañana, se abrirán algunos claros en Santiago, o, por lo menos, dejará de llover, una situación, sin precipitaciones, que volverá en principio a repetirse el miércoles. Dos jornadas que se prevén apropiadas para conseguir la ansiada imagen.

El ginkgo más longevo de España

El ejemplar, del que se estima que fue plantado en 1880, compite en longevidad, a nivel español, con otro del jardín botánico de la Universidad de Granada. Jesús Izco Sevillano, profesor, ya jubilado, de Botánica de la USC, apuntaba en los últimos años a La Voz que no se podía afinar con el año exacto, señalando que lo «único que está claro es que sobrevivió al cierre del jardín botánico de la USC, creado en este mismo lugar en 1845, cuando se creó la Facultade de Farmacia, ubicada inicialmente en Fonseca». 

La ampliación de la sede universitaria en los años 60 del pasado siglo redujo el jardín a su mínima expresión y las especies singulares fueron desapareciendo, menos los dos ginkgo biloba —inicialmente había un macho y una hembra—, que sobrevivieron a fenómenos como el huracán Hortensia, que devastó buena parte de la riqueza botánica del lugar. El jardín de Fonseca, situado entre la Biblioteca Xeral de la USC y la plaza Rodrigo de Padrón, se reabrió al público en julio del 2013.

Fue en octubre de hace ocho años cuando el Concello compostelano decidió cortar el segundo ginkgo biloba que había en el jardín de Fonseca, una hembra —también incluida en el Catálogo galego de árbores senlleiras— que llegó a los 27 metros y que llevaba tiempo enferma. La culpa de su mal fue un hongo que descompuso sus raíces y que secó su tronco. Tras desaparecer del jardín ese ejemplar, muchos vecinos pidieron que se plantase otra hembra de ginkgo que sustituyese a la talada. Hubo, incluso, una petición en change.org.

Más antiguos que los dinosaurios

El situado en el jardín de Fonseca es el más antiguo y monumental, pero por otras zonas de Santiago, como en el Campus Vida —junto al estanque—, o junto al Auditorio hay más ejemplares de esta especie, que los expertos califican como «auténtico fósil viviente» y «rareza a nivel botánico», al ser anterior incluso de los dinosaurios. Su fortaleza quedó probada al resistir también la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima.