Fernando Ónega es uno de los periodistas más importantes de nuestro país. Una carrera profesional y unas ganas por informar que, también, ha heredado su hija, Sonsoles Ónega. Tanto la presentadora de Antena 3 como sus hermanos se han convertido en un apoyo fundamental para el icónico periodista, que comparte su vida, desde hace más de dos décadas, con su segunda mujer, Ángeles Rodrigo.

Fernando Ónega López nació el 16 de junio de 1947 en Mosteiro, un pequeño pueblo de Lugo (Galicia). Desde muy joven mostró una sensibilidad especial hacia las palabras y la comunicación; con apenas 13 años publicó su primera colaboración en el diario gallego La Noche. Su carrera periodística es extensa y variada, cubriendo prensa escrita, radio y televisión. En los años setenta ya se movía en el mundo de la prensa política, y más tarde dio un paso clave cuando fue nombrado director de prensa de la Presidencia del Gobierno durante el mandato de Adolfo Suárez. En ese papel, fue autor de discursos muy significativos, entre ellos parte del famoso «Puedo prometer y prometo».

La vida profesional de Fernando Ónega

Fernando Ónega junto a sus hijas, Cristina y Sonsoles. | Gtres

En radio, su presencia fue prominente: trabajó en la Cadena SER —fue director de informativos—, en COPE y dirigió Onda Cero. En televisión también dejó huella: colaboró con TVE, Telecinco y Antena 3, participando tanto como analista político como en programas de debate. Además, tuvo responsabilidades en dirección: por ejemplo, en 1999 fue nombrado editor de los medios de Telefónica Media. Más allá del periodismo, Ónega ha sido un prolífico escritor. Ha publicado varios libros en los que combina su experiencia política e histórica con su reflexión personal. Entre sus obras se encuentran El termómetro de la vida, Puedo prometer y prometo —la biografía de Suárez—, Juan Carlos I. El hombre que pudo reinar, y Qué nos ha pasado, España.

Su trabajo ha sido ampliamente premiado. Ha ganado varios premios Ondas (incluido uno en 2020 por su trayectoria), la Antena de Oro y el Micrófono de Oro. En 2024 recibió el Premio APM de Honor, un reconocimiento por toda una vida dedicada al periodismo. En 2025 fue investido Académico de Honor de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), lo que subraya su influencia no solo como comunicador, sino también como figura intelectual. Ónega es considerado una de las voces más autorizadas de la Transición española. Su mirada sobre la política y la sociedad ha sido firme, independiente y muchas veces irónica, siempre defendiendo un periodismo riguroso y ético. Es por eso que la semana pasada participó, en el Congreso de los Diputados, en la celebración de los 50 años de democracia en nuestro país junto a otros compañeros como Iñaki Gabilondo.

Cómo su experiencia ha dado forma a su trabajo y a su persona pública

Desde joven, Ónega mostró un gran interés por la política, la historia y la comunicación. Se formó en periodismo y ciencias políticas, lo que le proporcionó una sólida base teórica para entender el funcionamiento de las instituciones y los procesos políticos. Esta formación le permitió analizar con rigor los acontecimientos que cubría, y le dio la capacidad de aportar contexto histórico y político en sus reportajes y entrevistas. Su primer contacto con el periodismo le enseñó la importancia de la observación directa y la investigación rigurosa. Esto marcó su estilo de trabajo: un equilibrio entre la información objetiva y la interpretación crítica. Esta experiencia temprana consolidó su reputación de periodista serio y meticuloso.

Además de su labor como periodista, Ónega ha escrito libros y columnas donde combina periodismo y divulgación histórica. Sus experiencias en el terreno político y social le dieron material y perspectiva para escribir sobre acontecimientos y figuras históricas con profundidad. A lo largo de su carrera, sus experiencias le enseñaron que la ética y la integridad son fundamentales. El trato directo con políticos, ciudadanos y sucesos históricos le permitió entender que la responsabilidad de un periodista va más allá de informar: implica contextualizar, analizar y mantener un estándar ético que genere confianza. Todas estas experiencias formaron a Ónega como un profesional cercano y respetado. Su público percibe en él a alguien que conoce el terreno, que ha vivido los acontecimientos de primera mano y que combina la información con la reflexión histórica y política. Esto ha hecho que su figura pública sea vista no solo como periodista, sino como referente intelectual y comunicador confiable.

Su primer matrimonio con Marisol Salcedo y el nacimiento de sus dos hijas

Sobre su lado más personal, Fernando Ónega ha vivido una vida marcada por profundas experiencias personales que han moldeado tanto su carácter como su trayectoria profesional. Su familia siempre ha sido un pilar fundamental: su primer matrimonio con Marisol Salcedo le dio dos hijas, Cristina y Sonsoles, ambas periodistas reconocidas, y su segundo matrimonio con Ángela Rodrigo le ha brindado estabilidad y apoyo en los momentos más difíciles. Su hijo menor, Fernando Jr., eligió un camino diferente, dedicado a la ingeniería y la tecnología, pero la cercanía familiar se mantiene como un eje central de su vida.

Ónega junto a sus tres hijos y su mujer. | Gtres

La salud ha sido un factor determinante en su vida personal. En 2021, Ónega sufrió un serio problema renal que requirió un trasplante. Su esposa Ángela se convirtió en donante, un acto de generosidad y amor que él ha descrito como un momento transformador. Este episodio no solo reforzó sus lazos familiares, sino que también le hizo reflexionar sobre la vulnerabilidad y la importancia de las relaciones humanas, aspectos que han impregnado su trabajo periodístico y literario con una sensibilidad especial hacia las historias humanas.

Las pérdidas familiares también han dejado huella: la muerte de su hermano José Ramón durante la pandemia, y la enfermedad y fallecimiento de algunos sobrinos, le enseñaron a enfrentar la fragilidad de la vida con serenidad y empatía. Estas experiencias personales han reforzado su reputación como periodista cercano, capaz de comprender y transmitir el lado humano de los acontecimientos políticos y sociales. El primer matrimonio de Fernando Ónega fue con Marisol Salcedo, con quien formó su primera familia. De esta unión nacieron dos hijas: Cristina Ónega y Sonsoles Ónega, quienes heredaron la pasión de su padre por el periodismo y la comunicación.

En el año 2000 se casó con Ángeles Rodrigo, quien le donó su riñón

Fernando Ónega junto a su mujer, Ángela Rodrigo. | Gtres

Durante este matrimonio, Ónega vivió la etapa inicial de su carrera profesional, ya consolidándose como periodista político y figura pública. Aunque la relación terminó posteriormente en divorcio, mantuvo una relación de respeto y colaboración con Marisol, especialmente en lo referente a la crianza de sus hijas. Este periodo marcó su vida personal, ya que tuvo que equilibrar su labor profesional con la educación de sus primeras hijas y la vida familiar. En el año 2000, Fernando Ónega contrajo matrimonio con Ángela Rodrigo, con quien tuvo un hijo, Fernando Jr.. Ángela se convirtió en un pilar fundamental en su vida, acompañándole en los momentos más delicados de salud y familiares.

«Hay que ser muy generoso para hacer eso»

Uno de los episodios más destacados de este matrimonio ocurrió en 2021, cuando Fernando necesitó un trasplante de riñón. Ángela fue la donante, un acto de generosidad y amor que él ha descrito como transformador. La relación entre ambos se caracteriza por la cercanía, el apoyo mutuo y la discreción, manteniendo un perfil público respetuoso pero muy unido en lo personal. Sobre la donación del riñón que le hizo su mujer, el propio Fernando ha confesado que la mujer no se lo pensó «ni un instante». Me han abierto el corazón. Me han hecho de todo. Y siempre estuvo a mi lado. En todas las noches de angustia estaba ella. Eso es difícil de olvidar y obligado reconocerlo», contó en una entrevista. «He llorado muchas veces al contarlo … Hay que ser muy generoso para hacer eso», apostilló el periodista.