El paddock de MotoGP es, sobre el papel, uno de los lugares más controlados del mundo. Accesos filtrados, vehículos identificados, cámaras en cada esquina… Los que hemos pasado al paddock sabemos que el nivel de seguridad es altísimo.
Y con esas, alguien fue capaz de entrar, abrir un compartimento privado y salir con una bicicleta de 20.000 euros sin que nadie se diera cuenta. La víctima: Jorge Martín.
Una Pinarello personalizada que difícilmente podrá salir al mercado
El robo se produjo el domingo del Gran Premio de la Comunitat Valenciana, mientras el piloto madrileño competía. Al terminar la jornada, ya de noche, su equipo descubrió que la Pinarello especial que Martín utiliza para entrenar había desaparecido. No era una bici cualquiera: una edición personalizada, habitual en sus redes y parte clave de su preparación física. Y su valor ronda los 20.000 euros.
Según fuentes del entorno del piloto, el acceso al compartimento trasero de su motorhome (un pequeño almacén donde guarda el material de entrenamiento) apareció forzado. Quien entró allí sabía exactamente qué buscaba. Había más objetos de valor, pero no los tocaron. La Policía se desplazó al paddock para recoger declaraciones y revisar qué pudo fallar en una zona donde cada vehículo necesita una identificación específica para circular.
La incógnita está en cómo lograron sacar la bici del recinto sin levantar sospechas. El movimiento dentro del paddock es constante, pero todo pasa por controles internos de seguridad del circuito y de MotoGP. Aun así, nadie vio nada. Tampoco hay por ahora una pista clara en las cámaras que permita reconstruir el recorrido del ladrón (o ladrones).

Martín permaneció hasta el pasado martes en Cheste para los ensayos de pretemporada, ya sin su bici de entrenamiento. En el ambiente del paddock se da por hecho que quien se la llevó conocía bien la zona y la rutina de los equipos. En palabras de una persona cercana al piloto: «Sabían lo que iban a buscar».
La bici, por su nivel de personalización, es prácticamente imposible de colocar en el mercado sin modificarla a fondo, lo que complica cualquier intento de reventa rápida. Aun así, el caso está en manos de las autoridades, y el piloto ya ha formalizado la denuncia.
A una temporada marcada por lesiones y resultados discretos, Martín suma ahora un golpe inesperado lejos de la pista: perder la herramienta con la que suele preparar su estado físico. Veremos si aparece.
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