El Covirán lleva tres jornadas con una mejoría sustancial en su juego. Un baloncesto que le valió obtener la primera victoria de la temporada, un ‘ … campanazo’, frente al entonces líder en solitario e invicto Valencia Basket. A partir de ahí, de una intensa defensa y una notable progresión en los porcentajes de tiro, los granadinos se han vuelto mucho más competitivos. Al punto de que dominaron al Girona Básquet en el pabellón de Fontajau, pero sufrieron una ‘pájara’ que les pasó factura, además de decisiones arbitrales que les impidieron separarse mucho en el marcador y que resultaron fatales en los dos últimos minutos, con empate en el electrónico.
La formación granadina, frente al colíder Real Madrid, también rayó a gran altura, impidió que los blancos se distanciaran en más de diez puntos y, cuando lo hicieron a doce, reaccionaron para ponerse incluso por delante. Al final, la calidad de los de Sergio Scariolo decidió, pero la imagen fue muy buena y prometedora.
Quizá, aunque los lanzamientos estuvieron a gran nivel de éxito, con 50% en triples, donde Costa volvió a destaparse y Matt Thomas le acompañó en la segunda mitad, faltó una mayor dureza defensiva. El Madrid, a diferencia del Valencia, anotó fácil y pronto en la pintura, donde Zach Hankins tuvo su mejor actuación hasta la fecha, pero mejor en pista delantera que trasera. El Covirán es débil todavía por dentro y no pudo con Tavares, Garuba, Okeke, Almansa y compañía. Al menos, su esfuerzo resultó insuficiente.
Gran encuentro también del montenegrino Jovan Kljajic, que subió el balón y anotó además de esmerarse atrás. En el lado negativo, que apenas él y Burjanadze y Babatunde aporten desde el banquillo, con los nacionales, salvo Costa, desapercibidos y eso que Edu Durán participó en esta ocasión.
Travis Munnings se quedó de nuevo en blanco. Parecía que había ganado algo más de sitio, pero la confianza del entrenador Ramón Díaz en el caribeño está todavía muy justa, quizá no le vea adaptado lo suficiente.
El caso es que Elias Valtonen se cargó pronto de faltas y el técnico nazarí optó por jugar con tres ‘bajitos’ en la cancha muchos minutos, con combinaciones entre los bases Costa y Rousselle y los ‘dos’ Thomas y Kljajic.