Martes, siete de la tarde. Llueve y hace frio en Gijón. Mientras espero para entrar en una sala de unos multicines (no todas las películas se proyectan en el elegante Jovellanos), me fijo en que solo hay colas para las sesiones del festival. Para el resto de las salas, no hay nadie esperando. Es una de las paradojas de los festivales: gente que apenas va al cine el resto del año, tragándose 10 o 15 películas en una semana.

Es la atracción del evento, la llamada del acontecimiento. No es ir al cine, es ir al festival: disfrutar del “ambientillo”, de los encuentros con los cineastas tras la película (ese aspecto Gijón lo cuida al máximo), de las actividades paralelas… Ahora que casi todo el cine está accesible por internet, esa es la función de los festivales que no están dirigidos a la industria, como Cannes o Venecia: crear lugares de encuentro y promoción cultural.

A continuación reseñamos 10 de las películas más destacadas de la 63ª edición del Festival Internacional de Cine de Gijón/Xixón (FICX). Un año en el que ha brillado con fuerza Richard Linklater. ¡Vaya dos peliculones!

‘Nouvelle Vague’: así se hizo ‘Al final de la escapada’
Si te da igual la nouvelle vague, no conectas con el cine de Jean-Luc Godard y no has visto (y reverenciado) ‘Al final de la escapada’, la nueva película de Richard Linklater te parecerá tan interesante como a mí un libro sobre el “arte del toreo”. ‘Nouvelle Vague’ es droga para cinéfilos, una fiesta, una celebración, una gran bolsa de patatas fritas cinematográfica, el ‘Érase una vez en Hollywood’ de Linklater.

El director tejano no engaña a nadie: ‘Nouvelle Vague’ es, pura y simplemente, una carta de amor eterno a la película que alumbró el cine moderno. El filme recrea el rodaje de ‘À bout de souffle’ en clave de comedia cinéfila e imitando la caligrafía visual de la propia obra. El resultado es un falso making of tan encantador como divertido. Linklater no se dedica a hacer reverencias como un fan pesado cargado de solemnidad, sino que adopta la misma actitud que sus personajes cuando se burlan de la verborrea intelectual de Godard: complicidad, cariño y toneladas de admiración. 8’6

‘Blue Moon’: canción triste de Richard Linklater
‘The Lady Is a Tramp’, ‘My Funny Valentine’, ‘Blue Moon’… y así hasta mil canciones. El hoy olvidado letrista Lorenz Hart formó un popular dúo con el compositor Richard Rodgers en el Broadway de los años 20 y 30, luego eclipsado por el arrollador éxito de Rodgers junto a Oscar Hammerstein (‘Sonrisas y lágrimas’, ‘El rey y yo’).

Richard Linklater se acerca a la figura trágica de Hart (murió alcoholizado a los 48 años) recreando una sola noche de su vida: la del estreno del exitoso musical ‘Oklahoma!’ (1943), la primera obra que Rodgers compuso sin contar con él. Protagonizada por un sensacional Ethan Hawke -en la que podría ser la mejor interpretación de su carrera-, ‘Blue Moon’ es un biopic que se aleja del habitual semblante wikipédico para ofrecer un retrato del personaje más psicológico que biográfico, más centrado en transmitir su carácter y sensibilidad a través de la palabra (el filme está escrito de maravilla) que en enumerar su vida y milagros. 8’5

‘Las corrientes’: una mujer bajo la influencia
Precedida por las entusiastas críticas en los festivales de Toronto y San Sebastián (con quien el FICX mantiene un acuerdo de colaboración materializado en la sección Crossroads), la nueva película de Milagros Mumenthaler (‘La idea de un lago’, ‘Abrir puertas y ventanas’) se proyectó en Gijón envuelta en un inevitable halo de tristeza: la directora suizo-argentina estaba casada y tiene un hijo en común con el recientemente fallecido Fran Gayo, programador del festival e integrante del histórico dúo Mus.

‘Las corrientes’ se deja arrastrar por el caudal de estilistas de la imagen y la palabra como Hitchcock, Antonioni o Virginia Woolf para construir un relato misterioso, brumoso y esquivo sobre la inestabilidad emocional y la insatisfacción existencial de una mujer, una exitosa diseñadora de moda que parece tenerlo todo en la vida. Mumenthaler mezcla de forma fascinante imagen y sonido, silencios y voces interiores, para componer una especie de sueño febril donde los límites entre lo real y lo imaginado comienzan a difuminarse, como si el propio estado emocional de la protagonista contaminara la puesta en escena. Otro ejemplo más (‘Trenque Lauquen’, ‘Los delincuentes’) de la extraordinaria vitalidad del cine de autor argentino. 8’5

‘El agente secreto’: los “tiburones” de la dictadura
Fue una de las grandes triunfadoras de Cannes: Mejor dirección (Kleber Mendonça Filho), Mejor actor (fabuloso Wagner Moura) y Premio de la crítica. El director de ‘Bacurau’ y ‘Doña Clara’ echa mano de los códigos narrativos y estéticos del thriller político estadounidense de los 70 para construir una parábola sobre la dictadura militar brasileña.

Ambientada espléndidamente en 1977 en Recife (el diseño de producción es magnífico), ‘El agente secreto’ refleja el clima de miedo, violencia y corrupción que se vive en el país a través del relato de un enigmático funcionario que huye de un pasado turbulento y es asediado por los sicarios de una poderosa empresa afín al régimen. A partir de esta trama principal, la película se abre en diversas direcciones: alegoría política, retrato de la sociedad de la época (gran parte de la historia transcurre durante los carnavales), memoria histórica y cinéfila (incluyendo la proyección de ‘Tiburón’ y ‘La profecía’) e incluso un desvío hacia el terror de serie B más bizarro. 7’9

‘Father Mother Sister Brother’: la familia según Jarmush
Flamante ganadora del León de Oro en el reciente Festival de Venecia, ‘Father Mother Sister Brother’ nos devuelve al Jim Jarmush de las películas episódicas de sus inicios, como ‘Mystery Train’ (1989) o ‘Noche en la Tierra’ (1991). Acompañado de un reparto de lujo –Tom Waits, Adam Driver, Charlotte Rampling, Cate Blanchett…-, el director narra tres historias conectadas por un mismo hilo temático: las relaciones familiares.

Las dos primeras son magníficas: dos variaciones sobre un mismo tema -una pareja de hermanos que va a visitar a su padre o a su madre-, llenas de humor, melancolía y reflexiones sobre la incomunicación, la distancia emocional y los roles que interpretamos cuando estamos en familia. Jarmush juega con las repeticiones para establecer rimas llenas de comicidad, desplegando una puesta en escena mínima pero precisa que potencia el peso de los silencios. Con el tercer relato conecté menos, quizá por su desequilibrio tonal con respecto a las anteriores: la historia de dos hermanos que se reencuentran para visitar la casa de sus difuntos padres. Es tierna, emotiva y cierra bien el conjunto, pero le falta la chispa y la ligereza de las otras dos piezas. 7’8

‘Al oeste, en Zapata’: los olvidados
El comienzo de ‘Al oeste, en Zapata’, ganadora del premio a la Mejor película, es impresionante. Como si se tratara de un plano secuencia de un filme de Béla Tarr, fotografiado en un expresivo blanco y negro, vemos a un hombre de espaldas avanzando por una ciénaga mientras carga sobre sus hombros un cocodrilo que acaba de cazar con sus propias manos. Es un plano de gran fuerza visual y dramática que sirve como puerta de entrada al mundo de un matrimonio que (sobre)vive en uno de los parajes más inhóspitos de Cuba.

Mezcla de documental antropológico, cine de denuncia (la radio emite sin descanso discursos propagandísticos del régimen) y retrato íntimo de familia (la pareja cría a un hijo autista en condiciones extremas), el debut de David Bim se adentra en la rutina de este matrimonio con una mirada paciente y respetuosa, evitando tanto la explotación miserabilista como la épica grandilocuente, confiando en la propia potencia del entorno y la humanidad de los personajes. Una de esas películas del FICX en las que uno entra “a ciegas” (como el año pasado ‘Mother Vera’) y sale casi iluminado. 8

‘A pied d’œuvre’: bohemios del siglo XXI
Valérie Donzelli (‘Declaración de guerra’, ‘Solo para mí’) adapta el superventas autobiográfico de Franck Courtès (su guion fue premiado en el festival de Venecia). ‘A pied d’œuvre’ actualiza el mito del artista bohemio. El filme narra la historia de un fotógrafo de éxito (fantástico Bastien Bouillon, uno de los mejores actores franceses del momento) que abandona una posición de privilegio laboral y familiar para entregarse a su verdadera vocación: la escritura.

A través de su día a día, aceptando todo tipo de trabajos precarios para sobrevivir mientras escribe -un periodo muy fecundo desde el punto de vista creativo pero agotador en lo emocional y lo material-, la película traza un retrato íntimo de la fragilidad contemporánea del artista, siempre dividido entre la necesidad de crear y la urgencia de llegar a fin de mes. Donzelli observa con sensibilidad cómo esa precariedad, lejos de romantizarse, deja cicatrices, pero también abre un espacio para la libertad y la búsqueda de una voz propia. 7’7

‘Stereo Girls’: pop y muerte
Caroline Deruas, ex mujer de Philippe Garrel, dirige su segundo largometraje, protagonizado por su hija, Lena Garrel. Sí, todo muy “nepobaby”. Pero esta sensación se diluye en cuanto suenan las estupendas canciones compuestas por Calypso Valois, conocemos a las dos amigas protagonistas (a Garrel la acompaña Louiza Aura, conocida por ‘Las reinas del drama’) y nos vemos arrastrados por una narración muy afinada que mezcla la comedia musical con un coming of age tan luminoso como duro y profundamente dramático.

La directora parte de un hecho autobiográfico (el filme está ambientado en los 90) para contar un sencillo y hermoso relato de amistad adolescente, con la música como impulso vital (son fans de Les Rita Mitsouko y quieren ir a París a triunfar como dúo musical). Liviana y desenfadada como una canción pop, ‘Stereo Girls’ termina revelándose como una película más honda de lo que aparenta: un retrato vibrante y melancólico sobre la euforia, las heridas y la intensidad de unos años en los que todo parece posible (el título original es ‘Les Immortelles’). 7’5

‘Por el bien de Adam’: una enfermera contra el sistema
Laura Wandel irrumpió en el panorama del cine europeo con la contundencia de un puñetazo en el estómago. Su brutal acercamiento al acoso escolar desde el punto de vista de los niños en ‘Un pequeño mundo’, la situó como una de las cineastas más prometedoras del presente, una suerte de heredera de los hermanos Dardenne pero con mirada propia.

En ‘Por el bien de Adam’, la directora belga continúa explorando el mundo de la infancia, aunque esta vez desde el punto de vista de una enfermera pediátrica (extraordinaria Léa Drucker). El ingreso en el hospital, bajo orden judicial, de un niño con malnutrición será el detonante de un intenso drama médico, articulado alrededor del conflicto entre los protocolos de protección a la infancia y las complejidades de cada caso particular, entre la fría lógica institucional y la mirada humana de quien debe aplicar esas normas. Aunque carece de la sutileza y potencia dramática de la anterior, ‘Por el bien de Adam’ es tan buena como lo podría ser un episodio de ‘The Pitt’ rodado por los Dardenne. 7’7

‘Un día con Peter Hujar’: el día más largo
Había mucha expectación por ver la nueva película de Ira Sachs, quien además iba a estar en Gijón para presentarla. El teatro Jovellanos recibió con una gran ovación al autor de ‘Passages’ y ‘Keep the Lights On’, pero despidió su película con tímidos aplausos.

‘Un día con Peter Hujar’ recrea la grabación de la conversación entre Peter Hujar y Linda Rosenkrantz que tuvo lugar en 1974, en la que el célebre fotógrafo explicaba cómo transcurría un día normal en su vida. Sachs narra el encuentro emulando, con brillantez y notable capacidad evocadora, las formas del cine underground neoyorquino. Ben Whishaw brilla interpretando a Hujar (ganó el premio al mejor actor) y Rebecca Hall, en un papel muy poco agradecido, le da la réplica con sobriedad. El problema es que lo que cuenta Hujar tiene un interés muy limitado salvo para los muy fans del fotógrafo. Quizás, como ejercicio de estilo para un corto, hubiera tenido un pase, pero como largometraje se hace eterno. 5