Dieciséis años después de dar el salto al profesionalismo, Esteban Chaves ha decidido frenar. El colombiano, uno de esos ciclistas capaces de encender una carrera con una arrancada inesperada o simplemente con una sonrisa, anuncia su retirada del pelotón WorldTour. Su adiós no llega entre lamentos, sino como un gesto de gratitud hacia un deporte que le permitió construir una carrera brillante, improbable y enormemente querida.

Porque Chaves no fue solo un ganador —que lo fue—. Su palmarés incluye cinco triunfos de etapa en grandes vueltas, un Il Lombardia que llevó a Colombia a conquistar por primera vez una de las clásicas más prestigiosas del calendario, y dos podios globales: segundo en el Giro de Italia 2016 y tercero en LaVuelta ese mismo año. Hazañas que lo situaron entre los escaladores más talentosos de su generación.

Chaves, en una  imagen del vídeo.

Chaves, en una imagen del vídeo.

Pero su legado trasciende números. Chaves fue corazón, resiliencia y luz. Superó lesiones gravísimas, regresó cuando muchos le daban por perdido y volvió a competir como si cada kilómetro fuese un regalo. Ese carácter —competitivo, amable, cercano— lo convirtió en una figura universalmente respetada en el pelotón.

Una mirada a toda su carrera

Ahora, el exciclista abre una puerta distinta. El nuevo filme “Still Dreaming”, producido por Explore y presentado por Wahoo, acompaña a Esteban en ese tránsito: del profesional exigido al padre, al esposo, al hombre que mira al futuro sin prisa. La cinta funciona como carta de despedida, pero también como declaración de intenciones: Chaves no deja de soñar, solo cambia el escenario.

Se va uno de los grandes. No por acumulación de títulos, sino porque hizo del ciclismo un lugar más humano. Y porque, incluso en los días más duros, nunca perdió esa sonrisa que ya forma parte de la historia del deporte.