La necesidad obligó. Y a ella, a Loles León, la empujó a salir adelante. Cuando nació Bertoldo, su primer y único hijo, la actriz comprendió que ya no solo debía mirar por ella. Por encima de todo, debía procurarle un futuro al bebé que sostenía en sus brazos. Aunque tuviera que hacer auténticos malabares con la crianza. 

A Loles quizás le hubiera gustado tener otra vida. Quizás habría querido estar en la puerta del colegio, esperando que su pequeño saliera con el cabello revuelto por el sudor y los juegos. Quizás le habría gustado ser la primera en verle y en preguntarle “¿qué tal el día? ¿Te ha gustado la comida del comedor?”. Pero no podía. Tenía que trabajar. Lo primero, por su hijo, y lo segundo, por ella misma.

 Loles León

Loles León ha reconocido que tuvo que ingeniárselas de las más diversas maneras para sacar adelante a su hijo

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“Tú has dicho que has peleado mucho por cada peldaño de tu carrera. ¿Cuál es el precio más alto que has tenido que pagar?”, le ha preguntado el organizador de eventos Piti Alonso, durante una charla emitida en ‘El Despertador’. “Dejar a mi hijo atrás”, ha contestado la actriz, consciente de que su realidad es equiparable a la de muchas otras mujeres. 

Una crianza complicada

“Sin poderlo educar, sin poder estar en el día a día con él… ser una madre abnegada. Yo no podía, porque tenía que buscar un futuro para los dos”, ha continuado explicando una de las primeras Chicas Almodóvar. 

Ella tuvo que escoger un camino complicado en el que le tocaba desdoblarse para llegar a todo. A su trabajo y a sus obligaciones familiares. “Yo tenía que salir a la calle y no podía estar ahí pendiente en la puerta del colegio, con el bocadillo, con la merienda en la mano, ir al parque, luego nos vamos a casa, te preparo la cena…. Todo eso lo hacía, pero a matacaballo”.

Entonces, la actriz ha pasado a describir cómo era una jornada cuando su hijo era pequeño. “Él salía del colegio, se iba a la casa, cruzaba la calle, se iba al portal y la portera de mi casa, una bendición de mujer, le tenía el bocadillo y las 25 pesetas para un taxi que le llevaba al teatro. Allí le recogía el de la puerta, lo subía al camerino, se esperaba la función y luego ya cuando acababa me iba a casa con él, le bañaba, le preparaba la cena, hacíamos un poquito de deberes y ya le acostaba”.

Pero ahí no acababa el día para Loles. La intérprete todavía tenía por delante hacer doblete en el teatro. Para cuando el niño estaba dormido, llegaba la canguro y ya ella regresaba para la segunda función. 

“No pude criar a mi hijo como las mujeres que se quedaban en casa”, dice, entre el arrojo y la culpa. Una dualidad a menudo compartida por todas las madres que, como ella, se han visto o se ven ahora lidiando con los malabarismos imposibles de la conciliación. 

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Loles hacía doblete en el teatro y entre función y función cuidaba de su pequeño

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Madre soltera en una época difícil

Loles León se convirtió en madre en 1975. Entonces, tal y como ella ha contado en alguna ocasión, tuvo que pagar un serio peaje para seguir adelante con el embarazo. “En aquella época, ser madre soltera implicaba la palabra peligro”. 

No fue hasta que su hijo tuvo los 7 años cuando el padre de este le reconoció como hijo y le concedió sus apellidos. A raíz de entonces, Bertoldo pasó a ser Gil León. Y su madre, en parte, pudo respirar algo más tranquila. Aunque esto no significó que ella dejara de trabajar un solo día de su vida para sacarle adelante. 

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Bertoldo, el hijo de Loles, no fue reconocido por su padre hasta que no tuvo 7 años

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“Trabajé mucho, pedí prestado mucho dinero, mi madre me daba y todo privado. Iba a una escuela laica y todos eran niños de la misma situación que la mía. Eran chicos que se criaban con una cultura y un pensamiento más libre de lo habitual. Ser madre soltera en España en los años 70 era muy jodido. Me cerraron muchas puertas”. 

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Sin duda, fue una situación angustiosa, de ahí que a la actriz le haya quedado “un complejo” en lo que respecta a la maternidad. Ella no podía ser como el resto, aunque así lo hubiese querido. Su situación obligaba y a ella no le quedó más remedio que actuar como buenamente podía y con los medios que tenía a su alcance. 

Ahora, Loles ejerce no solo de madre orgullosa, sino de abuela feliz. Bertoldo es padre y Telmo, el hijo de este, se ha convertido en una de las grandes alegrías de la intérprete quien, con sus papeles en la saga ‘Padre no hay más que uno’ ya se ha ganado la fama de ‘la yaya de España’. Hace poco, en una entrevista con Cruz Sánchez de Lara, hablaba así de su derecho a estar con el pequeño. “No puedes dejar a un niño solo con un progenitor. Tienen que ser los dos. Compartiendo la educación, el amor, la cultura, el aprendizaje, la fuerza, las herramientas para que sea un hombre bueno y seguro. Los niños son los que pagan este pato. No puede quedarse un niño sin conocer a su familia paterna porque es su tribu”, y dejaba entrever el conflicto al que ha debido de enfrentarse su vástago por la custodia del menor.