- Una causa enquistada que se reactiva
- El origen: la filtración de sus datos médicos en julio de 2024
- Una indemnización millonaria y varios nombres señalados
- Un juicio que apunta a ser mediático
Fuentes muy próximas a la cantante aseguran a este medio que “no hará ninguna declaración pública” tras su salida del juzgado. Otro miembro de su círculo añade: “Yo tampoco puedo decir nada más. El proceso comienza ahora de verdad”.
Una causa enquistada que se reactiva
La citación llega tras varios meses de silencio procesal. La querella fue admitida a trámite hace cuatro meses, pero el procedimiento quedó paralizado hasta que el equipo legal de Pantoja —encabezado por el abogado Eduardo de Urbano— presentó un escrito de impulso procesal para forzar su reactivación.
La decisión judicial supone un giro importante en una batalla legal que la cantante considera fundamental para “poner fin a años de invasión mediática”.
El origen: la filtración de sus datos médicos en julio de 2024
El conflicto nace el 5 de julio de 2024, cuando Pantoja fue ingresada de urgencia en el Hospital Reina Sofía de Córdoba. Horas después, distintos programas y portales publicaron información sanitaria presuntamente filtrada sin su consentimiento.
Su entorno lo califica como “un ataque directo a su dignidad”, señalando que la artista “ha soportado durante años un acoso constante y ahora exige justicia”.
Una indemnización millonaria y varios nombres señalados
La querella reclama más de cinco millones de euros en total, con indemnizaciones individuales que rondan los 500.000 euros por daños morales y profesionales. Entre los señalados figuran colaboradores habituales como Kiko Matamoros y Mariló de la Rubia, además de varias productoras vinculadas al universo Mediaset.
Hace tres meses, Cuarzo Producciones se desvinculó oficialmente del caso asegurando “no tener relación alguna con los contenidos”.
Todo apunta a que este procedimiento se convertirá en uno de los juicios más seguidos del año. Desde Cantora, Pantoja guarda silencio, centrada en su carrera, pero con un mensaje claro que envía su abogado: “En la libertad de expresión no cabe todo. Su intimidad debe ser respetada.”