El Athletic ha vivido una llegada totalmente inesperada a Praga en la víspera de su duelo de Champions ante el Slavia. La expedición rojiblanca sufrió … algunas turbulencias y se vio obligada a esperar ya aterrizada durante una hora dentro de su avión, un vuelo chárter con jugadores, técnicos, directivos, periodistas y aficionados. Ya una vez en la pista, les ha recibido una nevada que ha dado pie a que los jugadores bromeasen lanzándose bolas de nieve.

El contratiempo ha sido provocado por el avión del presidente de Polonia, Karol Nawrocki, que ha despegado a la vez que aterrizaba el avión del Athletic. Según explicó el personal del aeropuerto, la aeronave presidencial —un vuelo oficial de las Fuerzas Aéreas Polacas— había coincidido en la pista sur con la presencia del mandatario polaco, lo que activó un estricto protocolo que impedía que ambos vuelos coincidieran en la misma terminal Sur. Por motivos de seguridad, el aparato rojiblanco no podía moverse mientras durase la operación diplomática.

Un viajero en la aeronave rojiblanca explicó a EL CORREO que el comandante del vuelo del Athletic realizó varios intentos para obtener permiso y dirigirse a la terminal norte en lugar de la sur, pero las autoridades aeroportuarias lo rechazaron, obligando a la expedición a permanecer inmóvil dentro del avión hasta que se liberó la zona. La misma fuente indicó que permanecieron encerrados sin poder salir una hora, entre las 17.45 y las 18.45, aproximadamente.

El incidente ha trastocado por completo la planificación prevista. La rueda de prensa oficial con Ernesto Valverde y Gorka Guruzeta, programada en el estadio para las 19.15 horas, ha tenido que ser ligeramente retrasadas. El equipo ha llegado más tarde a su hotel y, por tanto, ha cenado con retraso.