Dos jóvenes belgas consiguieron vulnerar el dispositivo de seguridad del Museo del Louvre para colgar una fotografía suya en la misma sala donde se exhibe la célebre obra de Leonardo da Vinci, La Gioconda, según informaron este lunes diversos medios franceses.
Nick y Senne, conocidos en las redes sociales belgas por sus bromas virales, lograron colarse en el museo parisino y colgar en la pared un marco con una imagen de ambos, tal como muestran en un vídeo que difundieron el pasado viernes en su cuenta de Instagram, informa Efe.
En la grabación, detallan con humor el desarrollo del plan, en el que describen cómo eludieron los sistemas de vigilancia del museo más visitado del mundo.
Según relataron, para introducir su singular cuadro en el recinto, desmontaron previamente un marco elaborado con piezas de Lego y enrollaron la fotografía, de modo que pudieron reensamblar la estructura y montar la imagen una vez dentro del museo.
Procedieron entonces a fijarla en la pared, sin esperar la reacción del personal de seguridad, y abandonaron inmediatamente la estancia.
Los jóvenes accedieron al museo aproximadamente una hora antes del cierre y ejecutaron su intervención con rapidez. Ante la imposibilidad de colocar la imagen junto a La Gioconda por la presencia de numerosos guardias, decidieron instalarla a escasos metros, pero aún dentro de la misma sala.
«Había demasiados vigilantes, así que lo pusimos un poco más lejos, pero en la misma sala», explican en el vídeo, donde se observa con claridad el momento de la acción.
«Sabíamos que era arriesgado. Una vez colgada la obra, nos marchamos inmediatamente. No queríamos provocar a la seguridad ni esperar su reacción», señalaron los protagonistas, que ya habían realizado una acción similar con anterioridad en el Museo de Bellas Artes de Gante (Bélgica), según confesaron en la publicación.
La noticia del incidente coincidió con el anuncio, por parte del Museo del Louvre, del cierre de una zona de oficinas y, por precaución, de una galería de antigüedades griegas situada justo debajo de estas dependencias, tras haberse detectado problemas de estabilidad en algunas vigas del edificio.
Las autoridades del museo informaron de que la clausura afecta a una de las áreas del denominado cuadrilátero Sully, ubicado en el sector oriental del complejo y que rodea el histórico Patio Cuadrado (Cour Carrée).
Ante esta situación, el Louvre ha reubicado a los empleados de las oficinas comprometidas y ha cerrado al público la galería Campana, situada en la primera planta del ala en cuestión, mientras los técnicos estudian la magnitud de los problemas estructurales detectados.
Este nuevo incidente se suma al creciente escrutinio sobre las condiciones de seguridad y conservación del museo, después del sonado robo ocurrido el pasado 19 de octubre, cuando un grupo armado compuesto por cuatro individuos logró sustraer, a plena luz del día, valiosas joyas pertenecientes al patrimonio de la Corona francesa.
Las piezas, de un valor incalculable, todavía no han sido recuperadas, y el suceso puso en entredicho los protocolos de seguridad de la institución.