El Club Tennis Tarragona retomará en 2026 las obras en la zona Park con el objetivo de finalizar el nuevo gimnasio incluido en el ambicioso proyecto de remodelación de las instalaciones de Cala Romana. Así lo ha anunciado su presidente, Lluís Salas, quien admite que la mejora de la salud económica de la entidad permitirá a partir de ahora proseguir con los trabajos proyectados después de dos años paralizados.

Este nuevo espacio, de 400 metros cuadrados y que estará ubicado en la planta 1 del edificio principal del antiguo Tennis Park, es fundamental para que el club pueda dar respuesta a sus 1.560 socios actuales y a sus necesidades de contar con diversas salas polivalentes y para actividades dirigidas.

Un antes y un después

Las obras se iniciarán durante el primer trimestre de 2026 -no hay una fecha concreta aún- y el club espera tenerlas concluidas a muy tardar durante el segundo semestre del año.

«Será un año de crecimiento de nuevas instalaciones. Con esta apuesta tan importante cuadruplicaremos espacio para el gimnasio y las actividades dirigidas. Además de estos 400 metros cuadrados tendremos una terraza al aire libre, que la gente pide cada vez más», explica el propio Lluís Salas, convencido que este proyecto «supondrá un antes y un después. Es una demanda no solo de los socios del Tennis Tarragona, sino también de la ciudad de Tarragona».

Añade que «estamos consiguiendo un nivel de ocupación que nos obliga a crecer para poder dar servicio a todos los socios del Club Tennis Tarragona. Tenemos una limitación con el perfil actual de socio, de ahí que las instalaciones nuevas sean fundamentales».

Acompañado por los directivos Fernando Huidobro y José María Cornadó, Salas también valoró que «2025 ha sido un año de crecimiento tanto deportivamente como de instalaciones. El balance ha sido bueno, hemos crecido tanto en la escuela de tenis como de pádel».

Aún así expresó sus quejas por algunas situaciones que ha vivido el club, como la clausura provisional de algunas de sus pistas de pádel de la zona Park. Sucedió en mayo, tras alguna queja vecinal. «Estamos sujetos al cumplimiento de la normativa, pero creemos que existe una falta de sensibilidad de las administraciones hacia las actividades deportivas como la nuestra. Entre las escuelas de tenis y pádel tenemos 500 deportistas. Debemos cumplir una serie de normativas, y lo hacemos, de ahí que paralizar cualquier actividad perjudica la formación de niños y niñas», lamentó.

Salas añadió que «actualmente creemos que cumplimos con todos los requisitos que nos exigió el ayuntamiento; en poco tiempo tendremos todas nuestras instalaciones al corriente de las obligaciones administrativas y lo que queremos es que si en un futuro incumplimos alguna de las normas que se nos diga, porque no se puede detener ninguna escuela».