El Real Madrid demostró que es un equipo cada día más temible con una victoria de prestigio en el Arena Botevgrad de Bulgaria (74- 75), donde juega como exiliado el Hapoel en su partido como local antes de su inminente regreso a Tel Aviv. El conjunto israelí es el líder de la Euroliga, pero fue casi todo el choque por detrás de su oponente, más frío y acertado en las últimas acciones.

El encuentro presentaba sobre el tablero sin escaques de Botevgrad un pulso entre dos de los mejores entrenadores de Europa: Dimitris Itoudis contra Sergio Scariolo. El italiano colocó a Mario Hezonja en el quinteto inicial y el alero no le defraudó. Si alguna vez hubo un incendio, parece sofocado y el croata fue el líder del ataque blanco con 19 puntos. Su arranque fue demoledor: 11 puntos en los primeros minutos. Cuando se fue al banquillo, Dimitris Iotudis respiró… hasta que vio entrar a Trey Liles. Aunque el canadiense no fue capaz esta vez de seguir el ritmo de su compañero.

El Madrid lleva varios partidos luciéndose en defensa y eso le permitía sentirse cómodo con ventajas cortas. Hasta que tuvo una buena racha y se colocó diez puntos por delante (18-28). Cuando el Hapoel se vio en apuros, decidió cambiar el dibujo y arriesgarse con cinco pequeños. Aunque el gran cambio vino cuando Micic, el jugador mejor pagado de la Euroliga, dio un paso al frente. El equipo de Tel Aviv mejoró también cuando empezó a defender por delante a sus rivales y ahí llegaron algunos robos que sirvieron de impulso.

El Hapoel, que solo usó a ocho jugadores, tomó el mando en el marcador mediado el tercer cuarto (50-49). El Real Madrid tenía problemas en ataque y echaba de menos la ayuda de tres de sus exteriores, muy entonados en los últimos partidos, como Lyles, Theo Maledon y Andrés Feliz. El conjunto blanco parecía jugar a oscuras y Antonio Blakeney veía el aro cada vez más amplio. Scariolo tuvo que parar un partido que se le estaba torciendo (58- 52).

La solución estaba en las piernas de Feliz, que puso a su equipo a jugar como a él le gusta: a la carrera. El peaje de este juego frenético son algunas pérdidas, pero el Real Madrid recuperó el dominio en el último cuarto (60-67). El Hapoel, ante su público, aún igualó el choque (67-67) pero Itoudis tuvo que retirar a Micic, con cuatro faltas, mientras Scariolo devolvía al parqué a sus pilares, Campazzo y Tavares, a quienes tuvo refrescándose un buen tramo de esta segunda mitad. Chris Jones asumió el protagonismo ofensivo que necesitaba el cuadro israelí. El exjugador del Valencia Basket es feliz en ese tramo final en el que cada posesión es una jugada límite. Ahí, con sus recursos en el uno contra uno, maneja los tiempos con maestría.

Iotudis metió toda la pólvora al lado de Jones: Micic, Blakeney y Bryant. Pero justo en ese momento llegaron dos grandes acciones defensivas del Madrid que le permitió sumar cuatro puntos seguidos al contraataque. Hezonja brillaba en ataque y en defensa. Y Tavares, que veía que el final se estaba cocinando detrás de la línea de tres, no tuvo problemas en agachar las caderas para fajarse lejos del aro y condicionar los ataques del Hapoel, que acabó pagándolo.

El Baskonia cayó en la cancha del Zalgiris (82-67) en un partido en el que solo fue capaz de anotar 25 puntos en la segunda mitad. El Valencia Basket, por su parte, venció sin problemas al Bayer (90-64).