Una de las bandas más célebres del primer indie pop español volvió a la vida por petición popular en 2014 pero hace más de diez años que no pisan la ciudad de Zaragoza. La Casa del Loco ha puesto solución a ese bache tan extenso con una presentación el 19 de diciembre (21.00, 22 euros en Localentradas), una noche antes de la jornada en que todo pasa en la ciudad: Kase.O, Ojete Calor y, en la propia sala del número 10 de la calle Mayor, el festival de Navidad de Arde Zaragoza con Béla Sándor, Niños Bravos, Sweet Drinkz y Álex Curreya.

Para Fresones Rebeldes, todo comenzó en la Barcelona del 95 con el envío de una maqueta a Juan de Pablos, locutor de Radio 3, que estuvo todo un año pinchándola: esa insistencia hizo que la banda grabase al año siguiente su primer gran éxito, que también sería el más rutilante de la banda: Al amanecer. A finales de 1997 publican su primer álbum, ¡Es que no hay manera!, con buenas ventas.

El momento dulce no impidió el advenimiento de cambios en la formación, aunque Felipe Spada y el teclista Miguel López se mantuvieron al frente del proyecto. En 1999 aparece su segundo álbum bajo el título de Éxitos 99, cuyo éxito les lleva de gira por todo el país participando en festivales como el Contempopránea. Tras la edición 2001 de este festival, la banda dice adiós. Felipe monta Cola Jet Set en el mismo espíritu pop de Fresones, que volverían a en una ocasión a priori única en el vigesimoquinto aniversario de su discográfica, Subterfuge. Eso ocurrió en 2014, en Madrid. 

Tras descubrir que se habían convertido en grupo de culto en México, visitaron el país azteca en diciembre de este mismo año y en marzo de 2015, con motivo del Vive Latino en el Foro Sol. Tras algún concierto más en España regresó el barbecho; en 2022 regresarían con nuevo bajista: Quinito, hijo mayor de Felipe y Ana (cantante de La Monja Enana y ahora de Fresones), con el que graban Amor y tonterías, con cuatro canciones nuevas. En 2025 aparece Yo fui un Fresón Rebelde adolescente, un álbum tributo hispano-mexicano.