Alejandro Terrones dirige una carta al alcalde: «Antes que nada quiero felicitarle por su logro personal en su parpicipación en el maratón que el … domingo dia 23 recorrió las calles de nuestra ciudad y quiero aprovechar este hecho para pedirle una reflexión sobre algunas declaraciones suyas en las que vinculaba de forma implicita la migración con la inseguridad ciudadana. Simplemente decirle que el domingo pasado, 40 chicos magrebies se encargaron, junto con otros voluntarios/as de controlar el tráfico en otros tantos puntos por donde discurría la carrera. La mayoría de ellos lo hicieron después de haber dormido en la calle, su domicilio habitual, levantándose a las 6 de la mañana para poder estar a las 8 en su puesto y poder así garantizar la seguridad de los 11.500 atletas entre los que usted mismo se encontraba. Le dirijo ésta carta no con una intención crítica sino como una invitación a la reflexión. Aprovecho esta ocasión para agradecer a Donosti Eventos la confianza y el cariño demostrado para con los chicos».

Pisos vacíos

Escribe L.A.: «Esto me ha sucedido. Alquiler de piso con contrato. Dejan de pagar renta. Acumulan más de un año de impagos. Vía judicial. Dos años para desalojo. Piso destrozado. Costas de abogado, limpieza y arreglos del piso. Deuda total muy importante. Ellos, insolventes. Un perjuicio económico insoportable para cualquier ciudadano medio. ¡Y ahí te quedas! Mientras estas cosas puedan suceder, ¿qué más da el IBI recargado? Seguirán sin salir pisos al mercado (ver caso Legazpi). Así estamos. Y el debate no es cuántas veces ocurre esto, sino si se repiten los efectos en el caso de que ocurra. Y, claro está, cómo se puede evitar y qué estamos dispuestos a hacer para que no ocurra. Esa es una verdadera palanca de cambio. Por cierto, con muchísimo más impacto que el tema de los pisos turísticos.

Conducción en Dbus

Un vecino escribe: «El 24 de agosto envié un escrito al Sirimiri relacionado con las continuas infracciones de tráfico que ‘algunos conductores de autobús de Dbus, realizaban conscientes de su peligrosidad’. DV lo publicó en la semana del 25 al 31. El escrito comenzaba con la comprensión, sobre quienes tienen unos ratios de tiempo ajustados y la dificultad de circular por un trazado complicado. Hoy, 24 de noviembre, he estado nuevamente a punto de ser arrollado por un ‘monstruo’ azul, con numero 416, a las 07.05 h. Como en anteriores ocasiones, se saltan con todo el descaro el semáforo en rojo de Gran Vía con Paseo Colón. Yo voy a trabajar igual que él lo hace y cuando el semáforo se pone en verde y arrancamos se abalanza por la izquierda segundos después de tener rojo. Hoy he vuelto a pasar miedo de verdad. Ha frenado a un metro de mi puerta. ¿Qué está ocurriendo? Pienso que esta actitud, que se repite a diario, no se puede sólo sustentar en un horario apretado. No creo que quienes actúan así en repetidas ocasiones estén capacitados para conducir un vehículo de ese tamaño que, además, transporta a otras personas en su interior y comparte espacio con otros vehículos y peatones. No me gusta jugar con el pan de nadie, pero o esto cambia de manera radical o utilizaré todos los recursos legales a mi disposición, incluidos repetidos vídeos, para dar soporte a mi denuncia».

Tambor de Oro

Propone J. González: «Como donostiarra, me gustaría que se retomase la idea inicial de la creación del Tambor de Oro, hace ya casi 60 años, y que fue la distinción a la persona, no nacida aquí, que distinguiese, y promocionas en el nombre de la ciudad en el exterior».