Marc Escribano

Miércoles, 26 de noviembre 2025, 10:13

| Actualizado 10:34h.

El Valencia anunció este martes la reestructuración de su estructura deportiva tras la salida de Miguel Ángel Corona. El nuevo equipo de trabajo de Ron Gourlay está formado por tres nuevas caras que se unen a la disciplina valencianista, con Andrés Zamora como ojeador de Sudamérica, Hans Gillhaus como ojeador de Europa, y especialmente un nombre que ha llamado la atención, el de Lisandro Isei como director de captación y scouting. Pero bien, ¿quién es Isei?

Criado en los Países Bajos aunque con raíces en Curaçao, el país de moda al haberse convertido recientemente en la nación más pequeña de la historia en clasificar a un Mundial, Isei se ha forjado una reputación como un buen psicólogo y con una buena afinidad para identificar el talento en jugadores jóvenes durante sus pasos por la Eridivisie neerlandesa, la primera división de Bélgica, la segunda de Inglaterra, la MLS norteamericana o la liga de Arabia Saudí.

Precisamente, de su etapa en el Charlotte FC de Estados Unidos, destacan unas palabras que dejó en una entrevista a los medios de la franquicia americana. «Empecé a ojear a una edad muy joven. Tenía unos 12 años cuando empecé a prestar especial atención a las diferencias entre jugadores mediocres, buenos jugadores, muy buenos jugadores y cracks mundiales. Recuerdo escribir informes durante mis clases. ¿Te imaginas la cara de la profesora de biología cuando veía una alineación de jugadores sub-23 en vez de una representación gráfica de la polinización de las plantas?», decía Isei.

Y es que para Isei, todo empezó jugando al famoso juego Football Manager. «La diferencia entre yo jugando a ese juego y otras personas que también lo juegan y no han conseguido forjar una carrera de ello, es que yo me obsesioné. Mi madre entraba en mi habitación a las cuatro o cinco de la madrugada a decirme que me fuera a dormir diciéndome que lo dejara estar que tenía clase por la mañana. Por supuesto, he tenido que trabajar muy duro para aprender y crecer mis competencias y conocimientos una vez creí que era posible trabajar de esto. También he tenido suerte, porque la obsesión por sí sola no es suficiente, porque mucha gente la tiene. Solo mira a la cantidad de creadores de contenido del Football Manager que hay, de los cuales admiro su trabajo«, señalaba Isei en una entrevista con TopBin90 a principios de año.

«Tenía notas de mis equipos o de los objetivos que quería fichar. Sus nombres por supuesto, sus edades, a qué clubes se habían ido, cómo les había ido allí… Quería saber todo sobre ellos. Cuando estaba haciendo exámenes y no sabía una respuesta, escribía el nombre de un jugador, mi alineación o la proyección que tenía para mi equipo de cara a la próxima temporada», confesaba Isei, que tanto en el colegio como fuera de él, la construcción de plantillas estaba siempre en su cabeza.

Conforme Isei se fue haciendo mayor, cambió el jugar a este videojuego por ver partidos reales en vídeo o en persona, a veces viajando decenas de horas en autobús para ver varios encuentros en un mismo fin de semana, asegurándose de conseguir la información de los jugadores que necesitaba, actualizando sus listas, y volviéndolo a hacer. «Era hacer un trabajo antes de conseguir el puesto», señalaba Isei, que ya estaba ojeando antes de ser contratado como scout, mandando correos electrónicos a entrenadores preguntando si podría pasar un par de días viendo como sus clubes entrenaban. «Muchos decían que no», bromeaba.

Su primer rol profesional en el fútbol fue en el FC Dordrecht. Allí empezó como entrenador asistente para el equipo sub-14. Tras ello, dio el salto al profesionalismo con su paso por el Willem II, un equipo de media tabla en los Países Bajos, que en ocasiones también peleaba por la permanencia. Allí llegaron a una final de Copa y clasificaron para competición europea. Alexander Isak, ex de la Real Sociedad y que este año cambió Newcastle por Liverpool a cambio de 150 millones de euros, estaba en ese equipo. Isei menciona en la entrevista que fue en el Willem II donde supo que tenía que ir por la vía de ser director deportivo u ojeador. «Como entrenador cometí un par de errores preparando a mi equipo para los entrenamientos y tomé completa responsabilidad. Ese nivel de fallo no podía suceder otra vez. Me hubiera despedido a mí mismo. Ahí supe que no estaba hecho para ser entrenador, lo que hizo que me focalizara en ojear talento», confiesa el neerlandés.

En la entrevista, Isei asegura que puede tener una conclusión de un jugador tras 15 minutos de partido. Eso no significa que solamente vea 15 minutos, pero que en ese tiempo puede analizar lo que un jugador está haciendo, qué rasgos tiene y qué otros roles podría llevar a cabo con esas características que está viendo. Luego, sigue viendo para hacer una determinación final sobre el futbolista. Isei fue el último ojeador en echar un vistazo a Adilson Malanda, un joven central francés que fichó a un coste bajísimo para el Charlotte FC desde el Rodez de la segunda división gala, y que tres años después, pudo vender por 7 millones al Middlesbrough inglés.

«Tras ver los primeros 15 minutos, le dije a mi jefe, que también estaba encantado con el jugador, vamos a hablar con el director general ahora mismo y fichemos a este tío. Pero también estaba muy ilusionado con Jan Sobocinski, y mi proyección de él era mayor de lo que fue capaz de mostrar en Charlotte. Todo esto es para decir que los ojeadores nos equivocamos y es bueno reflexionar el por qué. Las proyecciones que fallé son los mejores aprendizajes para mí», añade Isei. La excelencia y la presión aumentó para Isei cuando fichó por el Al-Ahli saudí, donde conoció y coincidió con Ron Gourlay, pero con el respectivo incremento en presupuesto y dinero para trabajar. Se convirtió en responsable en la decisión final de los jugadores que el equipo árabe iba a fichar. «Al final, quiero estar lo más listo y preparado posible para algún día aceptar el rol de director de fútbol o director deportivo. Todas estas lecciones y aprendizajes van a eso», decía Isei, que fue responsable de fichajes como Galeno (50 millones), Enzo Millot (30 millones), Valentin Atangana (25 millones), Matheus Gonçalves (9 millones) o Matteo Dams (9 millones).

El neerlandés ha ojeado para muchos clubes, especialmente en su país natal, pero su búsqueda de talento no se queda confinada en los territorios de los Países Bajos. «No estamos delimitados por fronteras. Queremos encontrar grandes jugadores para el equipo, así que miramos en todos los rincones donde se juega a fútbol», decía un Isei que es de esos ojeadores que se apoya mucho en la tecnología, algo que empleó mucho en su etapa con el Charlotte FC, que coincidió con las restricciones por el Covid-19: «En la pandemia, excepto por no poder ir a ver los partidos en persona, mi trabajo no ha cambiado mucho. El énfasis se ha pasado más a ver vídeos y a usar conjuntos de datos y leer análisis. Nuestro equipo se comunica varias veces al día por un grupo de WhatsApp. Nuestras reuniones semanales son por videoconferencia. Es genial que estamos siendo creativos y no afecta a la calidad de nuestro trabajo, estamos intentando que cada minuto cuente», sentenciaba Isei.

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