El proceso de contratación que ha abierto el Ayuntamiento de Málaga para encargar a una empresa un estudio de alternativas para dotar a la ciudad … de un nuevo estadio de fútbol se complica. Según ha publicado la empresa municipal Promálaga, se ha presentado un recurso especial en materia de contratación contra el anuncio y «los pliegos de la licitación del contrato de asistencia técnica para el estudio de alternativas de ubicación del nuevo estadio».
Aún no ha trascendido qué empresa, entidad o particular está detrás de este recurso administrativo, que ha sido presentado cuando quedan pocos días (hasta el 5 de diciembre) para que termine el plazo de recepción de ofertas de empresas interesadas en llevar a cabo el estudio de opciones para la Nueva Rosaleda. No obstante, se trata de un recurso por vía administrativa (no judicial) que tiene que resolver un tribunal establecido para ello dentro del propio Ayuntamiento. Aunque lo más probable es que termine siendo desestimado, es posible que esta circunstancia demore el proceso de contratación.
En cualquier caso, esta demanda genera incertidumbre respecto al procedimiento de licitación iniciado por el equipo de gobierno municipal, a través de la empresa Promálaga, para impulsar la construcción de un nuevo estadio de fútbol, acorde con el nivel de la ciudad, tras la fallida candidatura al Mundial de 2030.
Promálaga activó el pasado 31 de octubre el concurso para la contratación del estudio que analizará la viabilidad de cada una de las cinco opciones para la Nueva Rosaleda, por un presupuesto de 207.410 euros y un plazo de ejecución de 17 semanas, más de cuatro meses, una vez que sea contratado.
«El objetivo del contrato es la realización de un estudio cuyo principal propósito sea la elaboración de un análisis multicriterio que permita identificar la localización más recomendable para un nuevo estadio de fútbol de primer nivel en la ciudad de Málaga. Asimismo, el estudio irá acompañado de una hoja de ruta, tanto en plazos estimados como en trámites principales y costes de la nueva infraestructura en la localización propuesta seleccionada, independientemente del modelo de gestión por el que finalmente se opte (público o privado)», han explicado desde el Ayuntamiento.
Cinco alternativas
Una de las opciones es ampliar y reformar el estadio actual, tal y como estaba previsto para el Mundial 2030; y las otras cuatro consisten en la construcción de un nuevo estadio partiendo desde cero. Para ello se barajan cuatro posibles ubicaciones: una parcela en la ampliación del campus de Teatinos (delimitada por el bulevar Louis Pasteur por el sur, la avenida Francisco Trujillo Villanueva por el este, el arroyo de Las Cañas por el oeste, y la avenida Navarro Ledesma por el norte); los terrenos de San Cayetano, al norte del Puerto de la Torre, tal y como está contemplado en el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU); parcelas en el sector de Lagar de Oliveros, un futuro sector residencial al oeste de Puerto de la Torre que todavía está por urbanizar; y el espacio del proyecto residencial bautizado como Manzana Verde, previsto en el espacio que ocupan las sedes de la Empresa Malagueña de Transportes y del área de Servicios Operativos.
Este estudio se financia con dinero sobrante del convenio entre el Ayuntamiento de Málaga, la Diputación y la Junta de Andalucía para la ampliación de la actual Rosaleda cara a la fallida candidatura al Mundial 2030. Hasta la fecha se han realizado un total de 18 trabajos (14 informes y análisis contratados directamente por el Consistorio) por un importe de 464.379,31 euros, lo que supone un sobrante de financiación del convenio de 240.620,69 euros.
El análisis del futuro estadio debe partir desde el cumplimiento mínimo de los estándares UEFA Nivel 4, con un aforo que deberá situarse en una horquilla entre los 45.000 y los 55.000 espectadores totales. Además, tendrá que analizar «la inversión más optimizada posible, de modo que cuente con la inversión inicial y la posible compensación posterior de la misma mediante los posibles retornos», han señalado. Asimismo, la empresa que realice el informe podrá proponer otras ubicaciones, al margen de las cinco opciones planteadas por el Consistorio inicialmente.
El análisis para decidir cuál será la Nueva Rosaleda se ha dividido en dos fases. La primera, con un plazo de ejecución de siete semanas, se centrará en la recopilación de información, la toma de datos, así como el diagnóstico individualizado de las ubicaciones previas a estudiar. Por su parte, la segunda se centrará en la realización de un «análisis multicriterio» para elegir la mejor ubicación para la construcción del estadio, lo que deberá elaborar la empresa adjudicataria en 10 semanas.
Desde el Consistorio ha detallado que, tras un primer estudio de dos semanas, se deberá hacer una primera selección de localizaciones para un primer análisis pormenorizado de al menos tres de ellas en las que, obligatoriamente, una deberá ser el actual emplazamiento de La Rosaleda. Una vez seleccionadas esas tres ubicaciones, se estudiarán los criterios urbanísticos, de diseño, físicos y de sostenibilidad, de movilidad urbana, sociales, económicos y de retorno de inversión.
«La segunda fase prevé la realización del análisis multicriterio para proponer la mejor ubicación, con una base objetiva, para la construcción del estadio. Una vez realizadas las diferentes comparaciones y finalizado el análisis multicriterio, se deberá desarrollar un informe final detallado y pormenorizado de la ubicación propuesta como óptima y una hoja de ruta con un cronograma detallado para la construcción del estadio», han explicado.