Por primera vez esta temporada, los Sacramento Kings lograron cosechar dos triunfos consecutivos tras ganar primero en la pista de los Denver Nuggets y, a posteriori, a los Minnesota Timberwolves en casa tras una prórroga, mejorando ligeramente su récord a 5 victorias y 13 derrotas y situándose a un partido del play-in de la Conferencia Oeste.

Aun así, nada más lejos de la realidad, el equipo californiano se encuentra en tierra de nadie en cuanto a juego y resultados, y así lo reafirma un tramo catastrófico para los de Doug Christie durante este mes de noviembre: ocho derrotas consecutivas, todas ellas por abultadas, por dobles dígitos y ante rivales del Top-5 de la Conferencia Oeste (Thunder (x2), Wolves (x2), Spurs),  salvo los Atlanta Hawks (del Este) y Memphis Grizzlies, en zona de play-in.

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Y pese a haber mitigado el golpe ante Denver y Minnesota, la sonrojante derrota en Memphis por 41 puntos fue una que levantó ampollas en la franquicia californiana. De hecho, pese a existir runrún desde el inicio de temporada con la confección de la plantilla, tras ese batacazo la prensa de Estados Unidos ya lo dio prácticamente por hecho: los Kings estarían buscando echarlo todo abajo.

Así lo dejó caer el periodista Jake Fischer. Al parecer, a día de hoy los Sacramento Kings habrían asumido su realidad y estarían dispuestos a traspasar a cualquier jugador de la plantilla, incluyendo a Domantas Sabonis, Zach LaVine, Dennis Schroder, Malik Monk, Russell Westbrook y a DeMar DeRozan, antes de que cierre la ventana para realizar traspasos en febrero. Sin embargo, para Scott Perry, general manager del equipo, hay dos ‘intocables’ en futuras negociaciones: Keegan Murray, recientemente renovado, y Nique Clifford, elegido en el último Draft, están a la venta.

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No obstante, para la gerencia de los Kings no será nada fácil intentar mover los elevados contratos de LaVine y Sabonis, quiénes perciben 47,4 y 42,3 millones de dólares respectivamente esta temporada. LaVine, que llegó procedente de los Bulls la pasada campaña, cuenta con una player option para 2026/27 de casi 49 ‘kilos’, mientras que el pívot lituano tiene contrato hasta 2027/28. Por su parte, el contrato de DeRozan puede resultar más ‘sencillo’ de mover por sus cifras, pues tiene contrato hasta 2026/27 y percibe casi 25 millones anuales. En los últimos días, al escolta de 36 años se le ha vinculado con los Clippers. 

Esta temporada, las cosas no han terminado de hacer ‘click’ en ataque, pues son el séptimo peor ataque de la NBA (112,3 puntos) aunque el problema para el equipo de Doug Christie viene desde la parcela defensiva. A día de hoy, son el cuarto equipo que más puntos encaja (123,7) y el cuarto peor Net Rating (-10,9) de la NBA.