Treinta años después de la pérdida de Antonio Flores, su música sigue viva, y con ella, su historia familiar y artística. Ahora, su hija Alba Flores ha tomado las riendas para dar un paso más en la memoria de su padre con ‘Flores … para Antonio’, un documental que reúne material inédito, recuerdos familiares y el testimonio de quienes más lo conocieron.
La actriz, de 39 años, estuvo acompañada de familiares y amigos, entre ellos su madre, Ana Villa, quien por primera vez se pronuncia públicamente sobre aquel amor que marcó su vida; su tía Lolita, que confiesa que la ausencia de su hermano le duele cada día, pero que se siente orgullosa del legado que dejó; y dos primos, Guillermo y Elena Furiase.
Sobre el homenaje a su padre
Alba ha explicado que la idea surgió mientras organizaba un concierto homenaje junto a su madre. «Me di cuenta de que era una oportunidad de hacer algo que me iba a sentar muy bien», confesó la actriz, quien reconoce que al principio dudaba sobre asumir el proyecto. Con el tiempo, el documental se convirtió en un proceso de sanación personal: «Pasaban casualidades, cosas, gente que nos encontrábamos tras hablar de eso… La sensación es que este proyecto estaba bendecido, se ha alineado todo para que fuera fluyendo», asegura.
Durante la premiere, Alba también compartió un detalle que hasta ahora era desconocido: solo hay un miembro de la familia que aún no ha visto el documental. «La única persona que no lo ha visto y me parece importantísimo que lo vea es Carmen Mateo, un miembro más de la familia Flores, nos ha cuidado desde siempre. Está malita de la rodilla y la han operado, por eso todavía no la ha visto», relató.
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Rodeada de amigos y familiares
El estreno no solo reunió a la familia, sino también a amigos cercanos y figuras del ámbito artístico, como Mariola Orellana, Antonio Carmona y su hija Marina, Olivia Molina, Rozalén, Remedios Amaya, Irene Villa, Loles León, Elena Anaya, Carmen Machi, Susana Abaitua y Yolanda Ramos. Todos ellos formaron parte de una noche que fue un homenaje íntimo y sentido, donde las canciones y la memoria de Antonio Flores fueron las protagonistas.
Para Alba, el documental no solo ha sido un proyecto artístico, sino un cierre emocional que le permite conocer a su padre más allá de la figura pública. «Es precioso, estoy contenta, en un momento de esos en los que me siento acertada de por dónde voy caminando», confesó.

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Un cierre de duelo que, además, refleja la fuerza y la complicidad de toda la familia, que ha sabido transmitir el amor y la pasión por la música que siempre caracterizó a Antonio Flores.