Venezuela ha revocado la concesión a las aerolíneas Iberia, TAP, Avianca, Latam, Turkish y GOL para operar en el país. El país ha acusado a las empresas de «sumarse a las acciones de terrorismo» de Estado promovido por EE.UU. y cancelar sus vuelos «unilateralmente» hacia y desde Venezuela.
La decisión se produce después de que el Gobierno diera un plazo de 48 horas, que venció este miércoles al mediodía (16:00 GMT), a las compañías aéreas que suspendieron sus itinerarios para que retomaran sus operaciones en Venezuela.
Las españolas Iberia y Air Europa interrumpieron los viajes al país el pasado martes después de que la Administración Federal de Aviación de EE.UU. alertara sobre una «situación potencialmente peligrosa en la región», donde EE.UU. ha concentrado efectivos militares por orden del presidente Donald Trump.
A esa lista, se sumaron la portuguesa TAP, la colombiana Avianca, la trinitense Caribbean, la brasileña Gol, la chilena Latam y la turca Turkish Airlines. Todas menos Caribbean han sido sancionadas por Venezuela.
El ministro de Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, había afirmado previamente este miércoles que el Gobierno de su país «decide quién vuela y quién no», en un contexto en el que varias aerolíneas han cancelado sus vuelos ante el aviso internacional de la autoridad aérea de Estados Unidos que llama a «extremar la precaución» al sobrevolar el territorio venezolano y el sur del Caribe.
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), que engloba a unas 300 aerolíneas mundiales, señaló este martes que mantiene «el compromiso de restablecer las operaciones hacia y desde Venezuela tan pronto como las condiciones lo permitan».
Por su parte, Iberia informó ese mismo martes que mantendría la cancelación de sus vuelos a Venezuela hasta el 1 de diciembre, en línea con las recomendaciones de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA).
La autoridad aérea estadounidense (FAA por sus siglas en inglés) instó el pasado viernes a los vuelos comerciales a «extremar la precaución» ante lo que considera «un contexto potencialmente peligroso en la región». La situación se produce en medio del despliegue militar ordenado por el Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en aguas del Caribe próximas a Venezuela para luchar contra el narcotráfico.
«Las amenazas podrían representar un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo, las fases de llegada y salida del vuelo», explicaba la FAA, que considera que el riesgo afecta también a los aeropuertos y a las aeronaves en tierra. La campaña estadounidense inició en septiembre y, hasta la fecha, ha consistido en bombardeos de lanchas presuntamente vinculadas al tráfico de drogas. Estos ataques se han extendido a aguas del Pacífico y dejan hasta el momento más de 80 muertos.
Estados Unidos ha desplegado en aguas del Caribe una importante fuerza militar como parte de la operación Lanza del Sur para luchar contra el narcotráfico, que deja ya más de 80 muertos a través de bombardeos contra supuestas narcolanchas.