Hugo González aprovecha bien el tiempo en los pocos minutos que pisa el parqué en su complicado inicio en la mejor liga del mundo, dejando huella e impronta del jugador NBA que puede llegar a ser. El ex del Real Madrid apenas estuvo en pista siete minutos en la victoria de los Boston Celtics sobre los Detroit Pistons (117-114) pero aportó su gran granito de arena para que su equipo fuera el que le parara los pies a unos Pistons que llegaban lanzados con 13 victorias seguidas.
El alero de 19 años hizo sufrir en su breve aparición en pista a la súper estrella de Detroit Cade Cunningham, quien ya pudo comprobar hace unas semanas cómo se las gasta el internacional español defendiendo a los miembros de la clase noble de la NBA. Viniendo de una asistencia a Anfernee Simons, Hugo se fue luego a por Cunningham ante los vítores de un Garden al que a se ha ganado por si el base no conocía bien al español del partido de Detroit.
Con más impacto a través de intangibles que de números, el canterano del Real Madrid firmó 1 punto, 2 rebotes y 1 asistencia en 7 minutos fallando su único tiro de campo.
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El líder inquebrantable de los Celtics
Jaylen Brown
Quizá si el número 28 del draft hubiera permanecido más tiempo en pista los Celtics habrían podido contener mejor a Cunningham, con 42 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias en 36 minutos. Pero ante el montón de puntos del número 1 del draft de 2021, el impecable y constante liderazgo de Jaylen Brown en ausencia de Jayson Tatum, con 33 puntos en 34 minutos secundados por los 27 de Derrick White y los 16 de Payton Pritchard.
Dos tiros libres de Pritchard convertidos a falta de 2,4 segundos para el final abrocharon el triunfo para el equipo de Joe Mazzulla, octavo ahora en un Este que siguen liderando los Pistons con 15-3.
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Sin embargo, el conjunto de Michigan perdió la posibilidad de encadenar 14 victorias seguidas por primera vez en su historia. Los Celtics y la ‘manía’ de Hugo González de molestar estrellas se entrometieron en los planes de los que quieren ser la tercera versión de los Bad Boys.