La carrera deportiva de Szczesny ha tenido de todo. Desde emigrar hasta Londres siendo un adolescente para jugar en el Arsenal hasta volver de la retirada para proclamarse campeón de liga como portero titular del Barça. Sin embargo, el camino ha sido tortuoso, pues el guardameta polaco vive una auténtica pesadilla cada vez que se enfunda los guantes desde hace más de 17 años.

El cancerbero ha desvelado que apenas puede entrenar con sus compañeros por una lesión que sufrió en su etapa en el Arsenal en septiembre de 2008, cuando se rompió ambos antebrazos en el gimnasio al aplastarse el pecho con una barra. «Llega un momento durante el entrenamiento en que pierdo por completo la sensibilidad en las manos y ni siquiera puedo sostener una botella de agua por el dolor. Entonces, los entrenadores y yo bromeamos diciendo que el entreno se acabó porque estoy paralizado otra vez, pero la realidad es que ya estoy harto de este sufrimiento», reconoció Szczesny.

El portero de 35 años, que todavía tiene en sus manos dos placas de hierro que mantienen unidos sus huesos tras esa fractura, ha explicado que las molestias le afectan, sobre todo, en los entrenos. «Es peor durante la pretemporada, durante entrenamientos muy exigentes. Durante la temporada, es más fácil porque haces dos entrenos y luego un partido, así que las manos descansan, y no es tan fuerte. Se extiende desde la muñeca hasta el codo», señaló el futbolista azulgrana en una entrevista a la ‘Revista GQ’.

«Jugué mi primera temporada en el Barça gratis»

El dolor fue uno de los principales causantes de su retirada prematura del fútbol, pues todavía rendía a buen nivel en la Juventus y recibió ofertas tentadoras de Arabia Saudí y de grandes clubes europeos. «No era que no me apasionara el fútbol. No me apasionaban las opciones que había sobre la mesa, a pesar de que los diez mejores clubes hacían ofertas. No se trataba de subir mi precio. No quería seguir jugando solo por dinero. Mi intuición me decía que dijera que no. Tres días antes de anunciar mi retirada, hablé con ‘Lewy’ y le dije que no quería jugar más en ningún club», aseguró Szczęsny.

Sin embargo, el Barça tocó su puerta y, pese a las molestias, que incluso le afectaban a la espalda y le impedían jugar al golf, aceptó volar hacia la ciudad catalana para negociar con el club. «Cuando me llamó el Barcelona, probablemente sospechó que podría convencerme. Jugué mi primera temporada gratis. Lo que recibí del Barcelona fue exactamente lo que tuve que devolver a la Juve por rescindir mi contrato antes de tiempo», indicó Szczęsny, que este curso suma nueve participaciones.

Su fichaje por el Barça le sacó momentáneamente del retiro, aunque el guardameta reconoce que echa de menos «comer lo que quisiera». «A los futbolistas no se les permite subir de peso. Sus contratos incluyen severas sanciones económicas. Me gusta comer, y aunque logro mantenerme dentro del límite de peso, batí el récord de grasa corporal del Barcelona. Una vez, ‘Lewy’, burlándose de mí en el vestuario de la selección polaca, dijo: ‘¿Cómo pudo Szczesny tener una carrera así con ese cuerpo?’, recordó el portero nacido en Varsovia.

Asimismo, Szczesny ha admitido que no siempre ha cuidado sus hábitos. «Nunca he sido un jugador que entrenara más duro que otros, pero he logrado mantener el mismo alto nivel a lo largo de mis 18 años de carrera. Puede que nunca haya estado entre los diez mejores, pero tampoco he bajado del octavo puesto. Si hubiera jugado al máximo, habría alternado dieces y seises, pero mantuve los ochos todo el tiempo», sentenció el guardameta.