Osasuna ha madrugado más de lo normal para hacer frente al mercado de enero. La configuración de una plantilla corta, las lesiones y los resultados negativos han agitado todavía más la necesidad de refuerzos, que tampoco serán la solución definitiva a los males del equipo rojillo. Pero sí aportaran más recursos al entrenador. Existe margen económico suficiente para abordar operaciones que completen la plantilla, entienden en el club. 

En los despachos se viene trabajando en diversos frentes para incorporar a un par de jugadores en defensa y, en las últimas semanas, ya sondea opciones para fichar un futbolista ofensivo. 

Osasuna ha puesto de manifiesto que también tiene un problema de cara a puerta. Es el menos anotador, con 10 goles, dato que solo empeora el Oviedo (7 goles). Cifras preocupantes y que dibujan el estado delicado de los rojillos.

BUDIMIR, ‘TOCADO’ Y PROBLEMA CON EL GOL

El déficit aumenta sustancialmente si no está Ante Budimir, que termina de recuperarse de su lesión muscular. Mientras, Raúl García de Haro no ha terminado de cuajar y se ha mostrado falto de confianza. El estado físico del croata, y teniendo en cuenta su edad (34 años), hace que se opte por buscar un delantero que pueda aportar en la faceta goleadora para tener alternativas.

Los técnicos consideran que se debe propiciar un escenario conservador para no depender de la disponibilidad de Budimir, con una afección en el sóleo que tiene un alto riesgo de recaída. 

La búsqueda ya está en marcha, lo que ampliaría el número de incorporaciones si es que el club termina concretando los dos refuerzos que tiene un su pizarra para la defensa: un central -Enzo Boyomo se marcha a la Copa África- y un lateral derecho.

FRENTES ABIERTOS PARA EL CENTRAL Y EL LATERAL

Por tanto, en la hoja de ruta fijada a más de un mes para que se abra el mercado invernal no se descarta que pueda haber hasta tres llegadas, pero la cantidad de movimientos dependerá del coste que se vaya asumiendo en cada una de ellas, ya que deben encuadrarse en el tope salarial. 

Conscientes de que el margen de mejora no vendrá dado solo por los fichajes, en el seno de Osasuna se muestran esperanzados con las opciones que hay abiertas en lo defensivo y ofensivo, ya que el club se reservó un montante económico considerable al cierre del mercado veraniego, en el que llegaron Valentin Rosier, Víctor Muñoz y Sheraldo Becker. 

Una de las balas guardadas fue el defensa después de que no fructificaran las negociaciones para la llegada de Jerry St. Juste. En el esquema que se hizo entonces se optó por esperar a enero, cuando se produciría la ausencia de Boyomo, al irse con Camerún a la Copa África. A la vista de las ausencias y el rendimiento, el propio Braulio Vázquez reconoció que se había quedado escaso el plantel por la falta de un efectivo en esa demarcación. Hay carpetas abiertas en la Liga y también en el extranjero. 

A ello se ha añadido el vacío en el lateral derecho por la lesión de Rosier, al que se espera durante el mes de enero, y la rotura del ligamento cruzado de Iker Benito. Moncayola, además del canterano Arguibide, quedan como opciones para ese costado. La idea de Osasuna es firmar un lateral diestro. 

EL CLUB QUIERE CERRARLOS PRONTO

Hay otra premisa marcada: que los fichajes estén en Tajonar entrenando lo antes posible. No se quiere esperar a que avance el mes de enero, sino tratar de cerrar los acuerdos con premura para que puedan estar a disposición del técnico, a poder ser, los primeros días del año. Hay optimismo en que pueda ser así, pero también prudencia dentro de un mercado volátil. En el lapso del tiempo de menos de un mes se disputarán cinco partidos de Liga (Athletic, Girona, Oviedo Rayo y Villarreal), además de la Copa en caso de haber pasado de ronda.